El Subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad dijo que la política económica no es necesariamente eficaz permanentemente por lo que requiere una secuencia ordenada.
Recordó que en la historia reciente las recesiones han sido largas y profundas, en promedio de 19 meses para el país y con una baja de ingresos económicos de hasta el 6 por ciento y en promedio de 4.2 puntos porcentuales.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).- La crisis económica que va a enfrentar México a partir de la pandemia por el nuevo coronavirus (COVID-19) tendrá una dimensión y duración inédita que requiere cambios constantes en la política económica, expresó Ernesto Acevedo, Subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía.
En la reunión virtual inaugural de las mesas de trabajo para diseñar un Acuerdo Nacional, desde el sector privado, frente a la crisis sanitaria y económica provocada por el COVID- 19, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) el funcionario propuso cambios económicos que podrían ser de utilidad para el país que incluyen una reforma fiscal y la inversión de las empresas.
El presidente del organismo, Carlos Salazar Lomelí, dijo que quienes participan en las 11 mesas de trabajo, que se llevarán a cabo desde hoy y hasta el miércoles, les une el interés superior de México. “El enemigo a vencer es el COVID-19, principalmente sus consecuencias económicas, por lo que debemos unir esfuerzos y construir un frente común”.
El Subrecretario Acevedo expresó que “es necesario un diagnóstico permanente” para conocer el fenómeno actual. Su presentación sobre macreoeconomía y políticas públicas se centró en los shocks que enfrenta la economía como los de oferta y demanda; en el sector sanitario y la distorsión de las cadenas globales de valor. La asincronía en el último sector dijo, “es uno de los fenómenos inéditos y más importantes que vamos a enfrentar”.
“El tamaño y la dimensión de este fenómeno tiene una magnitud inédita y su duración es incierta y también tenemos que plantearnos qué hacer y cuándo hacerlo”, puntualizó.
La política económica no es necesariamente eficaz permanentemente por lo que requiere una secuencia ordenada que maximice el efecto de las políticas, explicó el funcionario de la Secretaría de Economía. Por ello, recordó que en la historia reciente las recesiones han sido largas y profundas, en promedio de 19 meses para el país y con una baja de ingresos económicos de hasta el 6 por ciento y en promedio de 4.2 puntos porcentuales.
Dijo que la teoría económica es insuficiente para explicar el contexto actual porque la política fiscal el canal de transmisión “está obstruido por el momento”. El mecanismo a través del que se multiplica la inversión, conforme a la política keynesiana “está fracturado en este momento”, además la política monetaria, pese a los intentos de generar liquides, tiene un impacto parcial debido a que el spread entre las tasas activas y pasivas es alto.
“Tenemos que avanzar en mejorar las condiciones crediticias en las Mipymes, para toda la economía, pero especialmente en las Mipymes, ahí creo que la banca comercial tiene un reto importante”, propuso.
Sobre el tipo de cambio dijo que si bien siempre ha tenido un amortiguador, su ajuste real actual es limitado debido a que las cadenas globales de valor perdieron sincronía. “Este es un elemento mucho muy grave que no observamos previamente en crisis anteriores porque las cadenas globales de valor están sustentadas en procesos sincrónicos”.
Ernesto Acevedo delantó que la sincronía no va a ser fácil de recuperar “quizás tenemos que agotar parte de nuestra política económica a la recuperación de esa sincronía”.
Para el Gobierno actual, recordó que fundamentalmente la política económica está centrada en la economía social, la austeridad y la premisa “primero los pobres” debido a la poca capacidad que e sector tiene para enfrentar la crisis sanitaria.
Planteó dos propuestas teóricas para enfrentar el momento de crisis económica que denominó “Teoría de la Ecualización Económica Regional” para recuperar la terminación, sincronización y armonía de los procesos productivos.
La propuesta se basó en un control óptimo en la macro y micro economía, pero también en el sector sanitario con una reforma fiscal con menores tasas impositivas y mayor recaudación cerrando los espacios para la evasión fiscal, además de la necesidad de inversión en la vulnerabilidad productiva y logística hospitalaria.
Además de hacer un manejo de riesgos que calcule el factor de riesgo, las funciones encadenadas y anidadas globales, así como la oportunidad que representa el T-MEC para la relocalización de empresas.
“El sector empresarial es consciente que no es el único actor que tiene la salida para hacer frente a esta epidemia; sin embargo, buscamos ofrecer mejores soluciones para nuestras autoridades, en beneficio de todos los mexicanos”, expresó Carlos Salazar.