Este lunes se registró un desplome del 24.56 por ciento en el precio del petróleo intermedio de Texas y de 7.03 en el barril de Brent. La caída en los petroprecios se originó ante la falta de almacenamiento a nivel mundial.
Nueva York, Estados Unidos, 27 de abril (EFE).- En una jornada marcada de nuevo por los problemas de almacenamiento para el crudo que no se consume por la caída de la demanda debido a la pandemia del COVID-19, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se desplomó este lunes un 24.56 por ciento y cerró en 12.78 dólares el barril; el barril de petróleo Brent para entrega en junio terminó hoy en el mercado de futuros de Londres en 19.97 dólares, un 7.03 por ciento.
Los precios del crudo han vivido otro lunes negro, aunque no ha sido tan catastrófico como el de la semana pasada, cuando llegó a cotizar en negativo, mientras el mercado permanece preocupado por la falta de espacio de almacenaje en el principal punto de entrega en Estados Unidos, situado en Cushing (Oklahoma), que algunos expertos sitúan al tope para la última semana de mayo.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en junio restaron 4.16 dólares con respecto a la sesión previa del viernes. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de 1.51 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 21.48 dólares.
El acopio en Oklahoma aumentó un 10 por ciento la semana pasada y roza ya los 60 millones de barriles, 25 millones por debajo de su capacidad.
A ello se le suma al aumento en unos 15 millones de barriles, hasta los 518.6 millones, de las reservas estadounidenses correspondientes a la semana del 17 de abril, según informó la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
El jefe de mercados petroleros de la consultora energética Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen, señaló en una nota que el mercado requiere “acciones concretas” ahora que el problema de almacenamiento ha dejado de ser una cuestión teórica y no está tan lejos.
Asimismo, los inversores temen que los ajustes anunciados por grandes productores como Exxon o Chevron, que han dicho que reducirán su bombeo, no lleguen a tiempo puesto que además de costar dinero, el cierre de pozos y los parones en la actividad también requieren tiempo.
En este contexto, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en junio, el mes de referencia, restaron algo más de un centavo hasta los 0.64 dólares el galón, y los de gas natural, con vencimiento el mismo mes, subieron más de 7 centavos hasta los 1.819 dólares por cada mil pies cúbicos.
La falta de espacio para almacenar los excedentes de producción en plantas estadounidenses, ante el desplome de la demanda por el COVID-19, ha lastrado la cotización del Brent, con menos problemas de almacenaje, aunque también golpeado por la crisis global.
También ha pesado sobre el precio del petróleo el anuncio de que United States Oil Fund (USO), el mayor fondo de inversión cotizado petrolero del mundo, ha decidido desprenderse de sus contratos de futuros del crudo con entrega en junio, según ha recogido el diario Financial Times.