Las ZEE contemplan un programa del Gobierno federal que busca reducir las brechas de desigualdad entre las regiones y están conformadas por: Salinas Cruz, Oaxaca; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Coatzacoalcos, Veracruz; Puerto Chiapas, Chiapas; Progreso, Yucatán, Tabasco y Campeche, y Puebla e Hidalgo podría conformar una octava.
Este grupo de entidades comparten algunos rasgos en común: han sido azotados por décadas de pobreza y desigualdad además de ser uno de los rostros más dramáticos de la violencia provocada por el crimen organizado.
Por Laura Quintero
Ciudad de México, 27 de abril (EconomíaHOY/SinEmbargo).– El 31 de mayo de 2016 Enrique Peña Nieto promulgó la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (ZEE) con la promesa de que este “ambicioso” proyecto sacaría del rezago económico y social a las entidades más marginadas del país: las del sur y sureste del territorio nacional como Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Sin embargo, a casi dos años y tras haber declarado siete zonas, en ninguna existen planes concretos y especialistas prevén que son tantos los retos que es poco probable que puedan desarrollarse con éxito.
En entrevista para Economíahoy.mx, José Luis de la Cruz, director del Instituto de Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC), detalló que lo que muestra la experiencia mundial es que se debe tener el control económico, social, político y deben existir elementos básicos de estabilidad en donde se desea tener una zona de este tipo, por lo que mientras en México no se logre desarrollar esto el proyecto se vuelve inviable.
“Se requieren cantidades de inversión en infraestructura que no se han dado. Las empresas van a buscar estabilidad, paz social, Estado de derecho y una infraestructura que le permita desplazar sus productos e instalar sus empresas, requiere capital humano, este es uno de los rasgos característicos de estas zonas, hablamos de un nivel técnico universitario, son elementos que no existen en la mayoría de las entidades en donde se pretenden establecer las zonas”, advirtió.
De acuerdo con la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales (AFDZEE), presidida por Gerardo Gutiérrez Candiani, hasta el momento se han recibido “manifestaciones de interés” por un total de 6 mil 500 millones de dólares, sin embargo no han dado detalles y tampoco han anunciado ninguna inversión concreta.
“El objetivo es bueno, el proyecto es positivo, pero si no se resuelven todos esos factores en contra atenta contra la viabilidad de los mismos. Me parece que se hubiera empezado con una zona, se empezó diciendo que iban a ser tres y hoy hay una cantidad superior y con un Estado que no tiene los recursos suficientes y un sector privado que va a medir muy bien hacia dónde va, haber abierto tantas zonas juega en contra de ellas mismas”, explicó De la Cruz.
¿SUFICIENTES PARA REVERTIR EL REZAGO?
Las ZEE contemplan un programa del gobierno federal que busca reducir las brechas de desigualdad entre las regiones y están conformadas por: Salinas Cruz, Oaxaca; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Coatzacoalcos, Veracruz; Puerto Chiapas, Chiapas; Progreso, Yucatán, Tabasco y Campeche, y Puebla e Hidalgo podría conformar una octava. Este grupo de entidades comparten algunos rasgos en común: han sido azotados por décadas de pobreza y desigualdad además de ser uno de los rostros más dramáticos de la violencia provocada por el crimen organizado.
“El común denominador de todos los estados en los que han decidido implementar las Zonas Económicas Especiales es un rezago económico social histórico, es decir, no es un rezago de los últimos años, es de toda la historia, lo cual implica un desafío para superar esta situación, lo que se tuvo que considerar es que se iba contra la historia y tomar las consideraciones para ir paso a paso”, advirtió De la Cruz.
El especialista detalló que el proyecto tendría que repensarse, dar prioridad a una o dos, para dedicar el esfuerzo de recursos y en función de esa experiencia irlas ampliando, en lo que lleva el proyecto no se han logrado los resultados esperados.
Hasta el momento uno de los planes es reforzar la seguridad en la zona, por lo que a principios de año la Secretaría de Marina anunció que tendrá instalaciones dentro de la ZEE de Lázaro Cárdenas-La Unión.
Por su parte, Harry van Schaick, gerente editorial de Oxford Business Group, dijo que el reto de este proyecto es la implementación, ya que hay una variedad de factores que se necesitan, “la preocupación de los inversionistas con los que hemos platicado es que no hay nada, no hay capital humano, no hay infraestructura y tampoco hay la certeza”, comentó.
Puso el ejemplo de Querétaro y comentó que cuando llegó Bombardier a la entidad, en el año 2006, no existía la industria aeroespacial y 12 años después hay una industria muy desarrollada, “es posible, pero es necesario que el Gobierno estatal provea las instituciones adecuadas en colaboración con el gobierno federal”.
REGIONES PULVERIZADAS Y SIN CADENA DE SUMINISTRO
Harry van Schaick dijo que la idea de las ZEE es aprovechar las características de cada entidad para desarrollar industria. Por ejemplo, en Chiapas el sector agroalimentario; en Tabasco y Campeche sector petrolero, etcétera; pero a diferencia de la región del Norte y del Bajío, en donde las industrias se complementan y entre los estados aledaños fortalecen la proveeduría, en el caso de las zonas propuestas no se ve cómo es que puedan interactuar ya que tienen diferentes enfoques. “El gobierno no ha definido la visión a largo plazo de interacción y consolidación entre los clústeres”.
Detalló que de acuerdo con Gerardo Gutiérrez Candiani en cada ZEE habrá una empresa ancla por estado, pero hace falta desarrollar la cadena de suministro de los clústeres, ya que la experiencia que se tiene en el Bajío es que un estado no puede producir todos los productos que son necesarios, por ejemplo si Querétaro no tiene la capacidad de producir partes para una avión hay una empresa en alguno de los estados vecinos. Sin embargo, las zonas que se han planteado son pulverizadas.
De acuerdo con Gutiérrez Candiani el proyecto podría consolidarse en 20 años, no obstante van Schaick advirtió: “no puedes atraer una empresa extranjera si no cuentas con los servicios y con los proveedores necesarios. Necesitamos ver medidas y planes establecidos detallados porque lo que es necesario es crear un ecosistema, hasta ahora he visto un plan en general pero sin detalles, no he visto ningún plan de desarrollo de capital humano, hay planes conceptuales pero no veo un plan con comentarios precisos para que tengan éxito en 20 o 30 años”.
INCENTIVOS FISCALES: ATRACTIVOS PERO NO SUFICIENTES
Como parte de una de las promesas de la actual administración las ZEE ofertan un amplio paquete de incentivos fiscales “extraordinarios”, con los que buscan atraer a los inversionistas locales y extranjeros entre los que destacan un descuento de 100% en el pago del Impuesto Sobre la Renta y de 50% en el pago de las cuotas patronales del componente de salud del IMSS en los primeros diez años.
Al respecto, Harry van Schaick detalló que las empresas miran muchas cosas más que sólo incentivos fiscales, “hemos visto varios corredores regalando terrenos a empresas extranjeras, pero no es suficiente, los inversionistas buscan certeza jurídica, en cambios de administración, incentivos fiscales son atractivos pero se necesita mucho más”.