Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).– Una joven de 22 años logró escapar de un negocio, luego de que por dos años los patrones la mantuvieran encadenada y la obligaran a trabajar hasta doce horas diarias.
En su declaración, la víctima señaló que en la planchaduría donde la tenían retenida, ubicada en el Distrito Federal, le daban de comer una vez al día y muy poco. Asimismo refirió que para mitigar el hambre comía el plástico con el que cubría las prendas de vestir.
Agregó que cuando pretendía apoyarse en la plancha para descansar un poco, era golpeada e incluso le quemaban la espalda con la plancha y que cuando las heridas cicatrizaban, le arrancaban las costras.
La víctima declaró que logró escapar del lugar donde trabajaba sin paga cuando uno de sus agresores no le puso bien la cadena.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) señaló, mediante un comunicado, que se trata del primer caso de este tipo en la Ciudad de México.
Asimismo, informó que fueron detenidos José de Jesús Sánchez Vera, las hermanas Leticia y Fani Molina Ochoa, y las hijas de ésta, Ivette y Jannet Hernández Molina, luego de realizar un cateo en el establecimiento ubicado en calle Izamal, Manzana 134, Lote 22, colonia Lomas de Padierna, en la delegación Tlalpan, donde presuntamente la víctima era obligada a realizar trabajos forzados.
Las mujeres fueron remitidas al Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, y el hombre al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, todos acusados del delito de trata de personas en la modalidad de trabajos forzados.
En conferencia de prensa, la titular de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas, Juana Camila Bautista Rebolla, informó ayer que la víctima llegó a la planchaduría a pedir trabajo y que los dueños le ofrecieron vivir en el lugar. Dijo que durante un tiempo le dieron un buen trato, pero después, la acusaron de robo, razón por la que la retuvieron y dejaron de pagar su salario.
Bautista Rebolla refirió que el trato que recibió la joven en cautiverio le provocó una severa anemia y añadió que, de acuerdo con los estudios médicos que le realizaron, presenta un aspecto físico de 14 años de edad, pero sus órganos internos y las funciones de los mismos son los de una persona de 81 años de edad.
La Fiscal agregó que en el caso intervienen peritos médicos en psicología, criminalística y química.