Los temidos cisticercos

27/04/2014 - 12:01 am
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Cuando yo era niña comer fresas era una ocasión especial, no solamente era una fruta rara y por lo tanto cara sino que era prohibido comer fresas en la calle o en algún restaurant donde no estuvieras segura que las habían desinfectado seriamente, incluso los helados de fresa me eran prohibido. Dado tan exquisito manjar no era un asunto fácil de entender para una pequeña. Mi tía y mi madre se esforzaban en explicarme que las fresas que de la calle era muy probable que estuvieran llenas de un bicho terrible, que una vez ingerido por el humano, se alojaba en el cerebro y podía vivir contigo sin darte cuenta por muchos años, y lo peor era que cuando te dabas cuenta era algo tan horrible y había hecho tanto daño en el cerebro, que no había nada que hacer y probablemente morirías.

Muchos años después aprendí que el famoso bicho correspondía a los llamados cisticercos. Pero ¿qué son los cisticercos?, cuando fueron descubiertos por le médicos se pensaba que era una especie de parásito parecido a las amibas, sin embargo después de años de tratar de detener la enfermedad se descubrió que en realidad son la fase larvaria de las solitarias estomacales.  Las solitarias comunes que atacan cotidianamente a los niños del tercer mundo que se conocen en el mundo científico con el nombre de Taenia solium, en nuestro país son bastante comunes y sin embargo no generan tanto terror como los cisticercos.

Las solitarias pertenecen a un grupo de gusanos parásitos denominados Céstodos que además de tener muchos segmentos en el cuerpo y tener un ciclo de vida que involucra varios hospederos, se caracterizan por presentar un órgano bucal succionador provisto con una serie de ganchos para agarrarse fuertemente de su hospedero y poder alimentarse sin parar. En el caso de las solitarias se aferran a la pared interna de nuestros intestinos y pueden llegar a medir varios metros dentro de nuestra panza. Por lo general, las mamás y lo pediatras se dan cuenta de su presencia en los niños cuando un pequeño está panzón pero no sube de peso, o cuando se siente mareado y muy lleno después de comer o siente comezón al ir al baño. En estas ocasiones se recurre a algún desparasitante común como el albendazol y asunto arreglado, se muere la solitaria y los niños recuperan su salud. Aunque si no hay instalaciones sanitarias adecuadas con drenaje o lfosas sépticas, es muy probable que haya infecciones recurrentes por solitarias.

En el caso de los cisticercos, se adquieren ya sea por comer carne mal cocida de cerdo que presentaba al parásito o al convivir con heces fecales de personas que tienen solitarias y no son tratadas con medicamentos. Antes se pensaba que las frutas y verduras que habían sido regadas con aguas negras, y que por lo tanto habían estado en contacto con heces  fecales de humano podían tener rastros de parásitos humanos y por lo tanto ser portadoras de los cisticercos sino habían sido desinfectadas antes de servirse. Hoy sabemos que si bien hay muchas enfermedades parasitarias que pueden ser transmitidas por los vegetales regados con aguas negras, y que seria una práctica que no debería ocurrir para los cultivos que van directamente al consumo humano, los cisticercos no se pueden transmiten así.

En México somos consumidores voraces de puerco, al año nos comemos 15kg de cerdo per capita, es la segunda carne mas consumida después de las aves. Históricamente la carne de cerdo no tenía buena fama y se consideraba que tenia mucha grasa, pero estudios recientes demuestran que dependiendo del corte, tiene incluso menor grasa que las vacas. El problema con la carne de cerdo estriba en que todavía hoy en día el 40 % de los puercos en México se crían en condiciones rústicas  que no tienen un seguimiento sanitario adecuado y que están en contacto constante con heces humanas, que en muchas ocasiones pueden tener los huevecillos de las solitarias. Cuando los cerdos se alimentan de estas heces, los huevos de la solitaria eclosionan en el intestino del cerdo y migran por el torrente sanguíneo a varios órganos, pueden alojarse en el músculo, en el hígado, en los ojos y en el cerebro, en el cerdo no se convierten en solitarias son larvas todo el tiempo, solamente en el ser humano pueden ser adultos. Como se imaginarán cuando se alojan en el cerebro es cuando  pueden ser más nocivos porque se interponen con las diferentes actividades del órgano rector. Para detectar que un cerdo tiene cisticercos se hacen inspecciones de la lengua y cuando están infectados presentan unos gránulos blancos que delatan su presencia.

Cuando los humanos nos alimentamos de carne de cerdo infectada, los cisticercos se desarrollan en los adultos del parásito en forma de solitarias en nuestros intestinos, y éstas se reproducen activamente produciendo muchísimos huevecillos que podrán dar lugar a cisticercos. En algunas regiones de nuestro país a la carne de puerco con cisticercos se le denomina carne con grano o granillo o zahuate, y era preferida de algunos, imaginen las consecuencias. Hoy en día no está permitido vender carne con cisticercos. En los humanos los cisticercos generalmente pasan desapercibidos hasta que los pacientes infectados tienen jaquecas muy grandes o ataques epilépticos. Una vez detectada a infección igualmente se trata con albendazol o praziquantel, y en ocasiones extremas hay que extirpar el cisticerco que interfiere con actividades cerebrales. De tal manera que hoy en día los cisticercos ya no son una enfermedad mortal pero sigue prevaleciendo. Las autoridades de salubridad consideran que es un enfermedad controlada mas no erradicada. Durante los años 70´s la prevalencia de la enfermedad era alta, hasta en el 2% de las necropsias realizadas se encontraban cisticercos; dada esta coyuntura se promovió una norma oficial para el control y prevención de la teniasis y cisticercosis que fue publicada en 1994. De entonces a la fecha han disminuido considerablemente los casos de cisticercosis pasaron de 600 casos /año reportados en 1995 a 200 casos/año en 2009. Parece ser que el cambio mas importante para la disminución de la enfermedad ha sido el incremento en el drenaje en el país, que pasó del 40% en los años 70´s a un 85% de viviendas con drenaje en 2005.

Recientemente en un consorcio de laboratorios de la UNAM desarrollaron una vacuna para prevenir la cisticercosis y teniasis en cerdos que está siendo probada en comunidades rurales de Morelos.  Este proyecto tiene un potencial muy grande para erradicar la enfermedad si se complementa con el mejoramiento de las condiciones sanitarias de las comunidades rurales.

Entonces a pesar de que las condiciones de vida de muchos mexicanos han mejorado sustancialmente, todavía hay muchas personas que viven en situaciones de pobreza y falta de recursos que los convierten en vulnerables a este tipo de parásitos, deberíamos pugnar no solamente porque existan sistemas de drenaje o fosas sépticas bien implementadas en todas las comunidades, sino que además se necesitan plantas tratadoras de aguas negras para no contaminar los ríos con nuestros desechos.

Finalmente hoy que las fresas son mas comunes, podemos estar tranquilos de que no son las causantes de contraer estos parásitos, pero si es recomendable asegurarse de que provengan de localidades donde no rieguen con aguas negras para prevenir otro tipo de enfermedades.

Más información aquí.

Facmed. UNAM.
Facmed. UNAM.

Ek del Val de Gortari
Soy bióloga egresada de la UNAM y después realicé un doctorado en ecología en el Imperial College del Reino Unido. Actualmente trabajo en el Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM en Morelia y coordino la Licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES-Morelia también de la UNAM. Dedico mis días a tratar de entender cómo funcionan las interacciones entre las plantas y los herbívoros que se las comen. Me gusta trabajar en las selva y también estoy interesada en entender como se modifican las interacciones entre especies cuando hay alteraciones en los ecosistemas, por lo que estoy trabajando en campos agrícolas y en ambientes restaurados. Considero que la visión que la ciencia aporta a la vida cotidiana es muy importante, por eso me gusta escribir textos de divulgación científica y procurar que un mayor número de gente conozca las maravillas que hemos aprendido y descubierto. En particular escribo sobre bichos porque son seres considerados abominables en el inconciente colectivo, que cuando nos detenemos un poco a observar y entender mejor, se vuelven maravillosos.
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