Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).- Desde su lanzamiento en el municipio de las Margaritas, Chiapas, el pasado 21 de enero, la Cruzada Nacional contra el Hambre se convirtió en un proyecto polémico.
Las criticas y dudas en torno a la iniciativa pronto se dieron a conocer, sobre todo porque no contempla en su primera etapa a zonas realmente marginadas y sí incluye a ciudades que serán disputadas en los comicios del próximo mes de julio.
Ahora las miradas están puestas en el futuro de este plan y las acusaciones contra la titular de la Sedesol, Rosario Robles, por el supuesto uso electoral que se ha dado a este proyecto.
Y es que tan sólo en 24 estados los delegados de la dependencia bajo su cargo están relacionados con el PRI.
La pugna se ha vuelto tan grande que el PRD y el PAN han desconocido a la ex Jefa de Gobierno del DF como “interlocutora válida en temas de política social”, además de que se ha pedido juicio político en su contra.
Incluso Presidencia ha tenido que frenar el Pacto por México ante las quejas de las fuerzas políticas.
Y mientras el jefe del Ejecutivo Enrique Peña Nieto le ha dado su apoyo a Robles, ella tajante ha respondido a las criticas: “No tengo porque renunciar”.