Autoridades estadounidenses iniciaron hoy un proceso legal en contra del copropietario de una empresa de parquea acuáticos y un diseñador fueron acusados hoy por la muerte en 2016 de un niño de 10 años en uno de los juegos acuáticos.
Por John Hanna
Kansas, Estados Unidos, 27 de marzo (AP).- Un copropietario de una empresa de parques acuáticos y un diseñador fueron encausados el martes por la muerte en 2016 de un niño de 10 años que resultó decapitado cuando la balsa en la que descendió salió volando y golpeó un aro en el aire.
La fiscalía general de Kansas dijo que Jeffrey Henry, de 62 años, copropietario de Schlitterbahn Waterparks and Resorts, con sede en Texas, y el diseñador John Schooley fueron acusados formalmente de homicidio no premeditado por la muerte de Caleb Schwab mientras descendía a toda velocidad por el tobogán llamado Verruckt, una palabra en alemán que significa demente.
También fueron acusados de causar lesiones a otras 13 personas en la atracción acuática. El asesinato en segundo grado conlleva una sentencia de 9 a 41 años de cárcel.
También fue acusada la compañía que construyó la atracción, Henry & Sons Construction Co., que es descrita como la compañía constructora privada de Schlitterbahn.
El martes se ordenó que Henry permanezca en una cárcel de Texas sin derecho a fianza, a la espera de que sea entregado a las autoridades en Kansas. La fiscalía general dijo que Schooley no estaba bajo custodia. Nadie contestó el teléfono en Henry & Sons Construction Co. Para conocer su opinión. Eric B Terry, quien representó a la compañía en un caso anterior no relacionado, no contestó de momento el teléfono ni los mensajes de correo electrónico.
Los cargos anunciados el martes elevaron a tres el número de personas acusadas por la muerte de Schwab.
La semana pasada, un jurado de investigación de Kansas acusó a Tyler Austin Miles, exgerente de operaciones del parque Schlitterbahn en Kansas City, de 20 cargos graves. Los cargos incluyen un solo cargo de homicidio involuntario por la muerte de Schwab. Miles quedó en libertad con una fianza de 50 mil dólares, según una de sus abogados, Tricia Bath.
La vocera de Schlitterbahn, Winter Prosapio, dijo que la empresa presentará argumentos para refutar los cargos en su contra, “punto por punto”.
“Nosotros como compañía y como familia nos defenderemos de estos alegatos y confiamos en que, una vez que se presenten los hechos, quedará claro que lo que sucedió en el tobogán de agua fue un accidente impredecible”, dijo la vocera en una declaración enviada por correo electrónico.
Las acusaciones contra Miles y el parque sostienen que Verruckt no cumplía con los estándares de seguridad necesarios y que Miles postergó o eludió las reparaciones, aun después de que hubo fallas en el sistema de frenos.
El sumario asevera además que Henry ayudó a diseñar el gigantesco tobogán de agua a pesar de que “no tiene credenciales técnicas ni de ingeniería” y que aprobó la construcción “en un plazo apurado”.