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Ciudad de México, 27 de feb (SinEmbargo).– San Diego, California, es considerada una de las ciudades con mejor calidad y nivel de vida en Estados Unidos. No por nada, en los últimos 20 años Elba Esther Gordillo Morales ha dividido su tiempo de residencia entre la Ciudad de México y San Diego.
De acuerdo con documentos hechos públicos por la prensa, “La Maestra” Gordillo adquirió, el 1 de febrero de 1991, el lote ubicado en el número 23 de Green Turtle Road, en el Club de Yates de Coronado Cays, en San Diego.
El lote tuvo un costo de 756 mil 412 dólares, que se pagaron a Louis H. Yardumian y Claire B. Yardumian. Además, la construcción tuvo un costo de 936 mil 156 dólares y se registró en 1995, cuando la profesora Gordillo concluía su segundo periodo como secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Otro documento del registro público de esa ciudad californiana prueba que es propietaria la residencia se ubica en la sección llamada Green Turtle Village, en un recodo de la misma calle Green Turtle.
Esa casa tiene seis habitaciones, siete baños, cochera para tres autos y alberca. En total son 4 mil 482 pies cuadrados (unos 1,366 metros cuadrados) de construcción, que debió ajustarse al Plan de Desarrollo de Coronado Cays, que es tan riguroso que prevé medidas para cada una de las secciones que abarca el fraccionamiento.
A espaldas de la calle Green Turtle se halla un canal-bulevar, en el que están anclados botes y yates a la altura de las residencias.
Estas dos casas en Coronado Cays tienen juntas un valor estimado de más de 8 millones de dólares.
Ambos domicilios están inscritos en el registro público local a nombre de Comercializadora TTS SA de CV y Comercializadora TTS de México SA de CV. La socia mayoritaria de Comercializadora TTS de México era la fallecida madre de Elba Esther Gordillo, Estela Morales Ochoa, de acuerdo con los datos que ayer dio a conocer la Procuraduría General de la República (PGR).
“La Maestra”, que fue arrestada ayer por una operación irregular de 2 mil millones 600 mil pesos realizada por tres de sus más cercanos colaboradores, utilizó parte de ese dinero para el pagar refacciones de un avión que utiliza Gordillo y a los pilotos, clínicas de belleza, tiendas departamentales lujo en México y el extranjero, galerías de arte y, por supuesto, para la compra de las dos casas en San Diego, California, que están a nombre de su madre .
UN EMPORIO DE BIENES RAÍCES
Estas dos casas son pecata minuta si se considera que la familia de Gordillo Morales tiene una cantidad aún incuantificable de bienes raíces.
Una investigación periodística de 2009, plantea que sus dos hijas –Maricruz Montelongo y la secretaria general del Partido Nueva Alianza (Panal) y senadora, Mónica Tzasna Arriola Gordillo– son las dueñas de la Inmobiliaria Galilei, que mueve propiedades de gran monta.
De acuerdo con copias del Registro Público de la Propiedad y de Comercio del Distrito Federal, obtenidas por la revista Proceso, entre “La Maestra”, su ex marido Francisco Arriola, sus hijas Maricruz Montelongo y la diputada Mónica Arriola Urbina –tesorero y administrador de los recursos del SNTE hasta la fecha– y otros familiares, como su mamá, Estela Morales, tienen al menos 61 posesiones en la Ciudad de México.
También con datos del Registro Público de la Propiedad en el DF se reveló que desde 1982, Francisco Arriola, quien fue el segundo esposo de Elba Esther, adquirió 27 oficinas de un edificio ubicado en la calle de San Luis, en la colonia Roma. En 1983, Arriola, quien entonces era el contralor del SNTE, compró en 40 mil dólares una casa en el número 501 de Paseo de los Ahuehuetes Norte, fraccionamiento Bosques de las Lomas, municipio de Huixquilucan, Estado de México, que pasaría en 1999 en donación a la hija de ambos, Mónica Tzasna Arriola Gordillo.
Antes de llegar a la dirigencia del SNTE, “La Maestra” fue secretaria de Finanzas (1983-1986) del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE; dos veces diputada federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre 1979 y 1982, y entre 1985 y 1988; secretaria de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI (1986-1987) y delegada política en Gustavo A. Madero, en el Distrito Federal, entre 1988 y 1989.
Para entonces Gordillo ya había adquirido algunos inmuebles, pero fue justo a partir de 1989, al asumir la dirigencia nacional del SNTE, cuando empezó sus escalada de compras de casas, condominios, oficinas y departamentos que han quedado a nombre de su familia.
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