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Un farmaceuta prepara una jeringuilla de la vacuna de Pfizer y BioNTech para el COVID-19 el 8 de enero del 2021 en Queen Anne Healthcare, un centro de rehabilitación y cuidados en Seattle.

Europa amenaza con impedir que salgan vacunas. Las de Pfizer nos llegan de allá. Canadá protesta

27/01/2021 - 10:17 pm

La Unión Europea amenazó el lunes pasado con imponer estrictos controles de exportación sobre todas las vacunas contra el coronavirus producidas en el bloque para asegurarse de que las empresas cumplan sus compromisos.

Bruselas/Toronto/Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo/AP/EFE).– La Unión Europea amenazó el lunes pasado con impedir las exportaciones de vacunas desde su territorio como medida de presión para que las farmacéuticas cumplan con sus acuerdos de entregas, lo que provocó una enorme preocupación en países como Canadá, que depende cien por ciento de los embarques prometidos cruzando el Atlántico.

Las únicas vacunas que México ha recibido, las de Pfizer, vienen de Europa. Sin embargo, el país tiene su contrato más fuerte con AstraZeneca/Oxford, que es la farmacéutica con mayores problemas para cumplir contratos con Europa. Las otras opciones de las autoridades mexicanas para proveerse de vacunas son China y Rusia.

Europa dijo que impondrá controles de exportación a las vacunas producidas dentro de sus fronteras y advirtió a las farmacéuticas que han desarrollado vacunas contra el coronavirus con ayuda de la Unión Europea que el bloque debe recibir sus vacunas según lo acordado.

Ante dicha situación, el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau consideró que sería muy preocupante si la Unión Europea impidiera que Canadá reciba dosis de la vacuna contra la COVID-19 provenientes de ese continente, ya que todas arriban desde allá.

El Primer Ministro canadiense Justin Trudeau camina hacia el podio para una conferencia de prensa, el martes 19 de enero de 2021, en Ottawa, Canadá.
El Primer Ministro canadiense Justin Trudeau camina hacia el podio para una conferencia de prensa, el martes 19 de enero de 2021, en Ottawa, Canadá. Foto: Adrian Wyld/The Canadian Press vía AP

Trudeau señaló que habló con el director general de Moderna y que él le indicó que era “muy claro” que el contrato canadiense se respetará. Canadá, al igual que México, no recibirá esta semana vacunas de Pfizer producidas en Europa. Se tiene programado que las entregas se reanuden la próxima semana.

Trudeau adelantó que trabajará con aliados europeos para asegurar que no haya interrupciones en la cadena de suministro canadiense.

Sin embargo, hoy la Comisión Europea (CE) matizó que el mecanismo de transparencia en las exportaciones que quiere aplicar a los contratos con las farmacéuticas es para saber dónde se producen y se destinan las dosis, lo que no significa que la CE quiera "secuestrar" la producción en territorio europeo, que iría contra el propio espíritu europeísta.

De acuerdo con las autoridades europeas, lo quiere es "que todas las vacunas para Europa se produzcan en Europa para evitar problemas de cierre de fronteras".

CRECE LA TENSIÓN ENTRE LA UE Y ASTRAZENECA

Hoy, la disputa entre la Unión Europea y AstraZeneca se intensificó cuando la farmacéutica anglosueca negó la afirmación de Bruselas de que se retiró de las conversaciones sobre el suministro de su vacuna contra el coronavirus, desarrollada con la Universidad de Oxford.

AstraZeneca explicó en un comunicado que tenía previsto reunirse con representantes comunitarios en Bruselas más tarde en el día. La declaración se produjo luego de que funcionarios de la UE dijeron que la farmacéutica había informado al bloque de que no participaría en una cita para discutir la demora en su compromiso de entrega de vacunas, la tercera conversación de este tipo en otros tantos días.

“El representante de AstraZeneca había anunciado esta mañana, nos había informado esta mañana, que su participación no está confirmada, no iba a ocurrir", dijo Dana Spinant, vocera de la Comisión Europea.

La tensión entre AstraZeneca y la UE ha elevado la preocupación por el nacionalismo de las vacunas, mientras los países desesperados por poner fin a la pandemia y regresar a la normalidad compiten por el limitado suministro de las preciadas dosis.

El último desacuerdo entre las dos partes se produjo luego de que AstraZeneca rechazó la acusación de la UE de haber incumplido su compromiso para la entrega de vacunas contra la COVID-19. La farmacéutica señaló que las cifras que figuran en su contrato con Bruselas eran objetivos que no se podían cumplir por problemas en la rápida expansión de la capacidad de producción.

El presidente ejecutivo de la firma, Pascal Soriot, hizo las declaraciones en una entrevista con el diario italiano La Repubblica tras días de críticas de los líderes comunitarios, enojados por la noticia de que los primeros envíos de AstraZeneca serán menores de lo previsto.

La farmacéutica dijo la semana pasada que tenía previsto recortar su entrega inicial a la UE a 31 millones de dosis desde 80 por una reducción del rendimiento en el proceso de fabricación.

“Nuestro contrato no es un compromiso contractual", aclaró Soriot. “Básicamente, dijimos que vamos a intentar hacer todo lo posible, pero no podemos garantizar que eso vaya a suceder. De hecho, para cumplirlo ya estamos un poco demorados".

AstraZeneca dijo en un comunicado que comprende y comparte "la frustración de que el volumen del suministro inicial de nuestra vacuna a la Unión Europea será menor de lo previsto”.

Bruselas amenazó el lunes con imponer estrictos controles de exportación en los próximos días a las vacunas contra la COVID-19 fabricadas en el bloque.

La UE, que tiene 450 millones de ciudadanos y la influencia económica y política de ser el mayor bloque comercial del mundo, está muy por detrás de países como Israel o Gran Bretaña en la campaña de vacunación al personal sanitario y a grupos de riesgo, a pesar de tener más de 400 mil muertes confirmadas por el virus desde el inicio de la pandemia.

Las demoras en las entregas planificadas de la vacuna de AstraZeneca coinciden con la ralentización en la distribución de la desarrollada por Pfizer-BioNTech mientras la compañía mejora las instalaciones de producción en su planta de Bélgica.

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