La organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 utilizará por primera vez hidrógeno para encender la antorcha, pues no emite dióxido de carbono cuando se quema y sería una clave para lograr una economía baja en carbono.
Tokio, 27 de enero (EFE).- La organización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 anunció este lunes que por primera vez en la historia de la competición deportiva se usará hidrógeno para encender las llamas de la antorcha y el pebetero olímpicos.
La decisión forma parte de las medidas de sostenibilidad que la organización de los próximos JJ.OO. se ha propuesto y entre las que se incluye la instalación de camas reciclables en la villa olímpica o la fabricación de las medallas olímpicas con metales reciclados.
El hidrógeno no emite dióxido de carbono cuando se quema "y, por ello, se espera que sea un arma clave en la batalla para lograr una economía baja en carbono", señaló la organización en un comunicado.
Tokio 2020 ha desplegado alrededor de 500 vehículos con motores de pila de hidrógeno para los Juegos y con la decisión de extender el uso de este elemento en la antorcha y el pebetero busca "llevar su uso del hidrógeno un paso simbólico más allá", reza el texto.
Parte del hidrógeno que se usará en el marco de esta iniciativa está producido en unas instalaciones de energía renovable situadas en el pueblo de Namie, una de las tres localidades más cercanas a la accidentada central nuclear de Fukushima y cuya orden de evacuación fue levantada en 2017, "lo que la dota de mayor significado".
La organización ha escogido el lema "La esperanza ilumina nuestro camino" para el relevo de la antorcha olímpica y ha hecho especial énfasis en la vinculación de ese apartado de la cita deportiva y la recuperación del noreste del país tras el terremoto y mortífero tsunami de 2011 que desencadenó el accidente nuclear de Fukushima.
El recorrido del relevo de la antorcha olímpica en Japón arrancará precisamente en Fukushima el próximo 26 de marzo, atravesará las otras regiones devastadas el 11 de marzo de 2011 y numerosas ciudades a lo largo y ancho del archipiélago durante 121 días.