Para cuando el Presidente Donald Trump se rindió el viernes, poniendo fin al cierre del gobierno, la imagen de Pelosi era más resistente y formidable que hace un mes. Ella mantuvo a los demócratas unidos mientras crecía la presión pública para poner fin al cese de labores del gobierno.
Mientras, algunos de sus partidarios conservadores opinaron distinto y se refirieron a él como “patético” y “cobarde”. Otros simpatizantes parecen dispuestos a dar a Trump el beneficio de la duda, aunque insisten en que cualquier acuerdo que firme para el financiamiento del gobierno debe incluir recursos para el muro.
Por Alan Fram, Deb Riechmann y Steve Peoples
WASHINGTON (AP) — En la primera prueba del año de un gobierno dividido, la primera ronda se la llevó Nancy Pelosi. Y ni siquiera hubo tanta competencia.
Cuando el cierre parcial del gobierno estadounidense comenzó antes de Navidad _durando 35 días, un récord_ Pelosi estaba a un mes de ser electa líder de la Cámara de Representantes. Para ganar el puesto, tuvo que superar los argumentos de los críticos de que la veterana legisladora de 78 años había sido líder de partido demasiado tiempo y no era la mejor apuesta de los demócratas para atraer audiencias diversas y entendidas de las redes sociales.
Para cuando el Presidente Donald Trump se rindió el viernes, poniendo fin al cierre del gobierno, la imagen de Pelosi era más resistente y formidable que hace un mes. Ella mantuvo a los demócratas unidos mientras crecía la presión pública para poner fin al cese de labores del gobierno. Además se enfrentó a Trump varias veces, cuestionando su inteligencia (“Démosle un tiempo para pensar – oh, pensar, ¿dije pensar?”) e incluso ejerciendo su poder como líder de la cámara baja para impedirle al mandatario usar el recinto para dar su informe sobre el Estado de la Unión planeado para este martes.
Trump “se dio cuenta de que Pelosi no es pusilánime”, dijo el ex legislador Tom Davis, republicano por Virginia.
En Twitter es muy fácil de encontrar un video de hace un mes donde se ve a una Pelosi serena saliendo de una confrontación con Trump en la Oficina Oval que fue televisada; se le ve acomodándose sus gafas oscuras y caminando hacia los reporteros.
“Hay gente que me dice que parece que realmente elegimos a la persona correcta como líder” de la cámara, dijo el representante Emanuel Cleaver, demócrata por Missouri, días antes de que Trump capitulara.
Pelosi objetó cuando le preguntaron si el cierre del gobierno era una prueba entre ella y Trump.
“No veo esto como un juego de poder”, dijo a los periodistas el viernes. “Si ustedes están diciendo que el Presidente mantuvo el asunto del financiamiento al muro fronterizo para mostrar quién estaba a cargo, pienso que es una declaración muy mala sobre cualquier líder en nuestro país”.
Pero de hecho fue sin duda una prueba entre dos centros de poder en Washington, cada uno calibrando la tenacidad y astucia del otro.
LLAMAN A TRUMP “PATÉTICO” Y “COBARDE”
Ni retirada ni rendición es como el Presidente Donald Trump presenta su decisión de reabrir temporalmente el gobierno mientras insiste en un acuerdo sobre el muro fronterizo.
Algunos de sus partidarios conservadores opinaron distinto y se refirieron a él como “patético” y “cobarde”.
Otros simpatizantes parecen dispuestos a dar a Trump el beneficio de la duda, aunque insisten en que cualquier acuerdo que firme para el financiamiento del gobierno debe incluir recursos para el muro.
Trump se defendió el sábado de las críticas conservadoras a su decisión de poner fin al cierre parcial del gobierno más largo de la historia de Estados Unidos —35 días— sin conseguir dinero para cumplir su promesa de construir un muro en la frontera. Dijo que si no alcanza un acuerdo justo con el Congreso, el gobierno volverá a paralizarse a partir del 15 de febrero o ejercerá su autoridad ejecutiva para enfrentar lo que describe como “la crisis humanitaria y de seguridad” en la frontera sur.
Después de que Trump hiciera su anuncio, un periódico de Nueva York lo apodó en un titular como “El capitulador”.
El donante republicano Doug Deason, en Texas, que participa en la comisión de finanzas del mayor grupo recaudador de recursos electorales para Trump en la nación, dijo estar “muy decepcionado” de la decisión del Presidente.
“Lo contratamos para que reorganizara a (Washington). No para que mantuviera el statu quo”, afirmó Deason.
La comentarista conservadora Ann Coulter, una gran partidaria del muro, describió a Trump como el “cobarde más grande” que ha ocupado la Oficina Oval. Un medio noticioso conservador, Breitbart, dijo que el anuncio de Trump del viernes fue una “rendición rápida ante los demócratas”.
Trump insiste en que no se doblegó ante nadie y señaló que su enfrentamiento con los demócratas dista de haber terminado.
“Las negociaciones con los demócratas comenzarán de inmediato”, tuiteó Trump el sábado. “No será fácil un acuerdo, ambos partidos muy inflexibles. La cuestión de la Seguridad Nacional mejoró considerablemente con los acontecimientos en la Frontera y mediante el diálogo. “¡Construiremos el muro!”
Horas antes, Trump tuiteó: “¡De ninguna manera es una concesión. Es cuidar de millones de personas a las que el Cierre estaba perjudicando terriblemente con el entendimiento de que en 21 días, si no hay un acuerdo, ¡a ver quién gana!”