COLUMNISTA INVITADA | “La revista Inundación Castálida”, de Elena Poniatowska

27/01/2018 - 12:04 am

Que nazca una revista literaria es casi imposible. Que se mantenga durante un año, improbable. Y sin embargo, Inundación Castálida, la revista del Claustro de Sor Juana, ha cumplido un año. Su fuerza radica en ser un espacio de diálogo y debate para entender la realidad y de manera muy sencilla y práctica, en ser un vehículo donde los alumnos del Claustro y los lectores en general, aprecien la variedad de la experiencia humana.

Ciudad de México, 27 de enero (SinEmbargo).- Las revistas literarias –la cultura y el arte en general– muestran que los hombres y las mujeres son diversos, que desean cosas distintas y ese conocimiento es una vacuna contra las ideologías políticas y religiosas que desean imponer una visión única y tajante de la existencia. Para celebrar la Inundación Castálida, que busca ser toda publicación, el pasado 1o de diciembre en la FIL de Guadalajara se celebró el aniversario de la revista con la presencia de Jorge F. Hernández, Antonio Rivero Taravillo, Fernando Rivera Calderón, Elena Poniatowska y Carmen López Portillo. Reproducimos a continuación el texto leído aquella noche por Elena Poniatowska.

LA REVISTA INUNDACIÓN CASTÁLIDA DEL CLAUSTRO DE SOR JUANA

“Educar es poner las manos y la voluntad, el entendimiento y la vocación en lo que tiene de más vital un ser humano: su libertad”, éste es el hilo conductor de la Universidad del Claustro de Sor Juana. La escritora Carmen Beatriz López Portillo es ejemplo del compromiso por la educación de los mexicanos desde que en 1990 tomó la dirección del Claustro.

El ex convento de San Jerónimo, en una de cuyas celdas Sor Juana fortaleció día a día un talento y una sabiduría en los que han abrevado miles de estudiosos de habla hispana, es ahora el impulsor de grandes iniciativas educativas y culturales.

Todos los que estamos cerca de una manera u otra de la edición de libros y diarios, sabemos que es una empresa difícil, demandante y totalmente absorbente. Sin capacidad de entrega, sin la decisión de darlo todo y jugársela, no hay revista ni periódico que subsista. Por eso, la revista Inundación Castálida es una tarea que tiene mucho que ver con el milagro. En noviembre de 2016 apareció el primer número con un homenaje a Juan Rulfo. En él participaron Cristina Rivera Garza, Horacio Castellanos Moya, Christopher Domínguez Michael que acaba de entrar al Colegio Nacional, Paco Ignacio Taibo cuyo último libro Patria arrasó en todas las capitales de nuestra república, Alí Chumacero, Ana García Bergua y Geney Beltrán Félix, estudioso de Elena Garro. Tres meses más tarde, en febrero de 2017, Inundación Castálida presentó su segundo número por todo lo alto. Escritores de la talla de Elmer Mendoza y Sergio González Rodríguez fueron homenajeados así como colaboraban Alain Paul Mallard, Jaime López, Jesusa Rodríguez, la única capaz de memorizar todo el “Primero Sueño”, Sara Sefchovich, el poeta Alberto Blanco, Bibiana Camacho…

Bajo la excelente dirección de Moramay Herrera Kuri, esta revista es un puente entre maestros y alumnos del Claustro, los UC Mexicanistas y el público en general, de modo que todos estén al tanto de las actividades que se llevan a cabo, además de la creación de “un diálogo con lo que pasa en el mundo tanto en las artes como en la academia, en la literatura como en los derechos humanos” para que los lectores sepan que Sor Juana se mantiene alerta a lo que acontece en nuestro país, cuyo futuro se halla entre sus grandes preocupaciones.

Inundación Castálida propicia la comunicación entre la academia y los de a pie, no sólo de los que van pasando por José María Izazaga sino quienes viven en los pueblos perdidos de Michoacán, Morelos y Guerrero, los estados más conflictivos de nuestro país. También la presea Sor Juana Inés de la Cruz que Carmen Beatriz López Portillo Romano entrega cada año ha engrandecido el prestigio de esta universidad. Juan Ramón de la Fuente, Carlos Monsiváis, Teodoro González de León, José Narro, Carmen Aristegui, Leonora Carrington, Olga Sánchez Cordero y otros la han recibido frente a un estudiantado entusiasta.

Un poema de Sor Juana hace las veces de editorial en cada número. ¡Qué bonito acierto!

Inundación Castálida cuenta con las secciones: “Tinta en alas de papel”, dedicado a artistas, obras y conceptos por aniversario o contigüidad intelectual; “Neptuno alegórico”, a la creación: cuento, poesía y crónica; “Diversa de mí misma” destaca las tareas propias de El Claustro y para finalizar se incluyen críticas de libros que buena falta nos hacen. Autores consagrados como Raquel Serur, gran conocedora de la literatura inglesa y amiga de Ángela Carterx; Salvador Novo, Guillermo Tovar y de Teresa, Elmer Mendoza, Sara Sefchovich, Ana García Bergua, Adolfo Castañón, Verónica Gerber son nombres reconocidos y entre sus primeros números la revista tuvo la excelente idea de hablar del amor entre varias parejas literarias: José Saramago y Pilar del Río, la extraordinaria fotógrafa Paulina Lavista y Salvador Elizondo, Carlos Fuentes y Silvia Lemus, Cristina y José Emilio Pacheco. Por esta razón, Inundación Castálida se abre camino entre las mejores revistas universitarias y académicas de México gracias a Moramay Herrera cuya dedicación trascenderá los muros del Claustro para beneplácito de Sor Juana.

El último número dedicado a Rusia me entusiasmó particularmente porque me hizo recordar a Elena Garro y a su devoción por los Romanov. Le apasionó la historia de Natasha la única que la historia asentó, había permanecido viva en la horrible matanza de Nicolás, el último zar de Rusia. Recuerdo que hablaba durante horas de Rasputín que según ella había curado a Aleksei y comunicaba su devoción a todos sus oyentes. Incluso había escrito algunas páginas que podrían rescatarse. Por eso tengo en la mente a este último gran número de Inundación que también habría fascinado a Sor Juana ya que fue una investigadora tan minuciosa que era capaz de competir con Sherlock Holmes.

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