Preguntamos a escritoras y escritores mexicanos los títulos que los acompañaron durante este año de incertidumbre, el cual está por terminar. ¿Concuerdas con ellos? ¿Cuáles has leído? Te invitamos a hacer un recorrido por este recuento.
Ciudad de México, 26 de diciembre (SinEmbargo).- Un año extraño y lleno de incertidumbre está por terminar. Y algo que acompañó a muchas personas durante el encierro pandémico es la literatura. Preguntamos a escritoras y escritores mexicanos sus títulos favoritos en 2020, aquellos que los acompañaron en los altibajos de la cuarentena.
En esta lista aparecerán novedades, las últimas publicaciones; pero también títulos más viejos, los cuales fueron desempolvados por algunas de estas plumas.
¿Cuáles has leído? ¿Concuerdas con estos autores y autoras? Te invitamos a acompañarnos por este recuento.
ANAMARI GOMÍS
“Me gustaron muchísimo La otra aventura de Rafael Pérez Gay, libro enciclopédico, sabroso e inteligente sobre varias literaturas contemporáneas; La hija única, de Guadalupe Nettel, una novela que plantea la maternidad, desde la mirada oblicua y ultra original de la autora; Demasiado odio, de Sara Sefchovich, que trata la violencia per se y de manera tristemente inevitable; Eros y otra vez Eros, de Julia Santibáñez, me resulta un poemario realmente erótico y hermosamente palabrero. Leo ahora a uno de mis favoritos, al cubano Leonardo Padura, con Como polvo en el viento y me espera Los apóstatas, de Gonzalo Celorio. También leo mucho a escritores ingleses y estadounidenses y españoles y franceses y demás”.
PACO IGNACIO TAIBO II
“La cabeza me da vueltas con la lecturas de viejos títulos que rescatar, manuscritos, libros a promover. Pero creo que esos dos libros este año son, sin duda, Mongo blanco de Carlos Bardem y Space Invaders de Nona Fernández, uno por la profundidad narrativa e histórica que puede darte una novela cuando recrea un mundo y a un personaje, con todos los matices, la información, la tensión. El otro, el de Nona, por destruir este mito sonso de que la infancia es inocente. El libro es una sabiduría de malicia literaria, grande de verdad”.
LILIANA BLUM
“Creo que este año no he leído nada de novedades. Siempre compro más libros de lo que puedo leer, y también compro libros usados. Ahorita estoy leyendo un libro de principios de los noventa, He, she and It, de Marge Piercy, que es un ciberpunk-distopía-ciencia ficción combinada con un misticismo judío, es un libro que me hace perderme de la realidad cada que lo tomo. Hace mucho que no disfrutaba tanto un libro”.
ÁLVARO ENRIGUE
“Para mí ha sido un tiempo de mucha lectura, pero también, conforme me voy haciendo mayor voy modificando mis hábitos de lectura; toda la vida fui un lector de un abanico amplio de escritores y ahora soy casi un relector, lo cual tiene que ver con el trabajo duro, cotidiano y fatal, como diría Rubén Darío, como profesor universitario. En general, como trabajo fijo, me he dedicado a leer escritores muertos hace 400 años, a recuperar ese expediente. Soy un profesor de literatura del siglo XVI y XVII, ese es mi campo de especialidad. Estoy releyendo a Sor Juana, pues daré un curso sobre ella, y la bibliografía sobre la poeta es vasta, y mucha contemporánea, que no he leído. Hay crítico y académicos jóvenes y sus visiones son sorprendes y renovadores, entonces hay que ponerse al día.
Por su puesto que leo a la crítica contemporánea sobre esos asuntos, pero, precisamente, en este periodo de confinamiento, he estado releyendo más ese periodo que otro. Hace mucho que no escribo sobre el mundo contemporáneo, y no tengo muchas ganas. Cuando voy a México trato de ponerme al día. Leí la novela de Brenda Navarro, Casas vacías, que me gustó mucho; sigo el trabajo de Emiliano Monje. Pero ciertamente leo otras cosas, estos últimos han sido como de llenar vacíos”.
FERNANDA MELCHOR
“Entré mis recomendaciones se coló Mariana Enríquez con un libro publicado a finales del año pasado, pero realmente no puedo dejar de incluirla, porque la distribución en México llegó más tarde, a principios de esta, y es una novela padrísima:
*Nuestra parte de noche, Mariana Enríquez (Anagrama; noviembre, 2019): Un padre y su hijo huyen de una sociedad secreta que pretende utilizarlos para sus propios y terribles fines. Una trama terrorífica a la vez que entrañable, un paseo estremecedor por la historia y el folclore argentinos, de la mano de una de las escritoras que mejor han sabido reformular el género del terror en español.
*La hija única, Guadalupe Nettel (Anagrama; septiembre 2020): Una narración ágil y elegante, protagonizada por tres mujeres que viven distintos conflictos alrededor de la idea o del hecho de la maternidad. Una honesta y transparente exploración de los lazos afectivos entre amigas, escrita por quien muy probablemente es la mejor escritora mexicana viva.
*Tejer la oscuridad, Emiliano Monge (Literatura Random House; septiembre 2020): En un mundo distópico en donde la mayor parte de la tierra firme ha desaparecido bajo el mar, una comunidad intergeneracional intenta sobrevivir al caos y dejar testimonio de su devenir. Una novela sobre la evolución del lenguaje. Arriesgada, febril, crepuscular. Genial y perturbadora.
*Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, Andrea Chapela (Almadía; septiembre 2020): Se trata de un libro de cuentos de ciencia ficción, escritos con la imaginación aguda de una escritora que domina el arte de construir universos fascinantes. Situados en la Ciudad de México, estos cuentos abordan el uso de ciertos avances tecnológicos que alteran la memoria, el pensamiento y la percepción, para también reflexionar sobre las relaciones humanas y los conflictos afectivos”.
GUILLERMO FADANELLI
“Si nombro un solo libro parecerá el libro sagrado, y abomino las biblias. Nombro dos obras que valen la pena: Caballo fantasma, novela de Karina Sosa (Editorial Almadía); una voz original cuya sabiduría literaria contrasta con la juventud de la autora. Y La piedra de las galaxias (Editorial Moho), de Adrián Román; una novela-crónica... desde Ricardo Garibay no había encontrado un realismo vital de calidad semejante”.
BEATRIZ RIVAS
“Nadie nos vio partir, de Tamara Trottner, (Alfaguara, 2020) es una historia de amor y traición contada a través de los ojos de una niña, a la que le mundo le cambia por completo el día que su padre decide secuestrarla para separarla de su madre, como castigo a su infidelidad. Narrada con precisión y sin prejuicios ni maniqueísmos absurdos, la pluma de Trottner nos seduce desde el principio por fluida y, al mismo tiempo, profunda y certera”.
MARTÍN SOLARES
“A propósito de nada, de Woody Allen (Alianza editorial). Para mí, el libro del año fueron las muy esperadas memorias de Allen. Lejos de una defensa contra las acusaciones de su ex esposa, A propósito de nada es un ejemplo de lo que puede lograr uno de los mejores humoristas de la lengua inglesa cuando el material que debe destrozar es su propia vida. El único motivo para interrumpir la lectura de este libro es que su relato arranca tantas carcajadas por página que uno debe respirar. Una prosa afilada y elegante, producto de una larga meditación, le permite mirar con distancia sus distintos desastres existenciales sin perder su autoestima”.
*Cara de liebre, de Liliana Blum (Seix barral). Junto a sus anteriores novelas, Pandora y El monstruo pentápodo, Cara de liebre representa la confirmación y el despegue del talento internacional de la narradora duranguense Liliana Blum. Una novela impresionante, en la que el cuerpo es otra vez el protagonista y la víctima.
*Embrión dorado, de Jorge Harmodio (Universidad Veracruzana). Esta no es la novela más experimental que haya dado la literatura mexicana en los últimos años, pero sin duda es la primera que mezcla con tanto talento la búsqueda de nuevas vías en la literatura con un humor descabellado, picaresco y juvenil. Largamente gestada, esta narración llama la atención sobre las posibilidades excéntricas de la prosa de ficción.
JAZMINA BARRERA
“Olga Tokarczuk, Los errantes (Anagrama, 2019). Lo que más disfruté este año fue leer libros de viaje. Ante la imposibilidad de viajar, eran los libros los que me ayudaban a escapar y a conocer nuevos mundo. En particular, Los errantes es un libro que disfruté muchísimo; es una especie de libro-galaxia, un híbrido entre novela, relato y ensayo, que dispara ideas e historias en muy distintas direcciones. Una belleza y maravilla de libro que recomiendo muchísimo para estos tiempos aciagos”.
ALBERTO CHIMAL
“Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística, una colección de ensayos y artículos de Yásnaya Elena Aguilar Gil (Almadía). Ella es una lingüista y ensayista de lo más interesante, y además una que escribe desde lo que en otro tiempo habría sido una 'periferia' totalmente ignorada, pues vive y trabaja en su comunidad de la etnia ayuujk (mixe) en Oaxaca. Sus textos cuestionan, desde esa perspectiva, muchas de las costumbres, prejuicios y privilegios del estado nación mexicano y del occidente en términos más generales. De los mejores títulos que han aparecido en México gracias a las reivindicaciones actuales de las mujeres”.
ELISA DÍAZ CASTELO
“Me gustó mucho el último libro de poesía de Sara Uribe, Un montón de escritura para nada (Dharma Books). Cómo utiliza las referencias, la reescritura, cómo integra citas de otras poetas y las reconoce tipográficamente de una manera muy original. Recomendaría mucho ese libro”.
J.M. SERVÍN
“Pablo Piccato, Historia Nacional de la Infamia (Grano de sal). Nadie (Monsi incluido) había profundizado tanto en el crimen como parte importante y fundacional de una idiosincracia y de la cultura popular. Y Piccato es un erudito sobre el tema”.
ALAÍDE VENTURA MEDINA
“Quisiera quedarme quieta, de Lilián López Camberos (Dharma Book). Qué tremenda cuentista es Camberos; admiro mucho su dominio del oficio, suma perfecta de forma, técnica y sensibilidad. Yo diría: una magia de equilibrista. El libro obliga a una lectura atenta para que se escuchen todas las voces y palpiten todas las exuberancias (calor, humedades, humores). Los reseñistas hablan de resistencia para referirse a su libro. Creo que estoy de acuerdo, si lo entiendo como una tensión permanente: las atmósferas se desbordan mientras que la voz apela a la contención, se agazapa y se evade finamente. Retomo el comentario honesto de Juan Pablo Villalobos porque lo dijo mejor que nadie: «Cuando un autor ha leído bien nuestra tradición literaria, no puedo evitar sentir todo el tiempo el tacto del papel apergaminado, el olor a humedad, la amenaza de deshojamiento de aquellos libros de la colección Lecturas Mexicanas de la SEP/FCE. Qué libro más precioso».
ANTONIO ORTUÑO
“Para mí el mejor libro de narrativa mexicana fue Tejer la oscuridad, de Emiliano Monge, una novela ambiciosa, compleja y a la vez resuelta con un talento enorme”.
BERNARDO ESQUINCA
“Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, de Andrea Chapela (Almadía, 2020) Cuando leo ciencia ficción, a veces siento que estoy hablando con un refrigerador. Por el contrario, al leer los cuentos de Chapela, tengo la sensación de estar conversando con alguien que sabe ver más allá de la obsesión con la tecnología y del regodeo en el conocimiento de la jerga de iniciados para hablar con profundidad de sentimientos, del dilema de la pareja amorosa, del miedo a la muerte. Un volumen de cuentos que la confirma como una narradora imprescindible”.
DIANA DEL ÁNGEL
“Varias de las listas han destacado la presencia de autoras en las publicaciones de este año; a mí me gustaría destacar tres libros colectivos, pues creo que su aparición pone de relevancia un aspecto de la literatura escrita por mujeres: comunidad. Escritura colectiva porque participan en ella distintas autoras, pero también porque los tres reflexionan y comparten sobre aspectos radicales de nuestro tiempo: violencia, cuidados, corporalidad, feminismos, resistencia.
*Ya no somos las mismas. Y aquí sigue la guerra (Grijalbo), editado por Daniela Rea. Reúne el trabajo de 14 escritoras y nos invita a conocer la historia de mujeres desaparecidas, violentadas. Cada historia está contada con el cuidado del lenguaje adecuado, la escritura construye redes íntimas que salvan, están salvando nuestras vidas.
*A muchas voces. Escritura desde la maternidad, libro editado por Isabel Zapata y Mara Rahab Bautista (producto del taller Pequeñas labores, coordinado por Zapata). Las autoras escribieron cuentos, ensayos o crónicas cuyo eje son las labores de cuidado y el cuestionamiento a la idealización de la figura materna. `Manifiesto de madres en pandemia´ es un texto entrañable, de escritura colectiva, en torno a los trabajos de maternidad en este complejo año. Además, es de descarga gratuita.
*Tsunami II (Sexto Piso), editado por Gabriela Jáuregui, se articula en torno a la pregunta cómo es ser mujer en México. Las doce voces reunidas responden desde una particularidad que aspira a ser compartida por las lectoras. Es un ejercicio de pluralidad y búsqueda desde lo íntimo. Al mismo tiempo es un laboratorio de escritura donde se puede encontrar fragmentos de diario, ensayos y poesía”.
CARLOS VELÁZQUEZ
“Leo mucha ficción, pero también leo mucho sobre música. El libro que más me sacudió este año es la biografía de The Clash, en el que cuenta la historia de la banda a través de sus protagonistas. Lo he leído tres veces ya, pues este libro salió hace muchos años con un formato grande, con fotos; un libro muy bonito como objeto, pero muy difícil de manejar. Lo leí en aquellos años y nunca me lo pude comprar porque estaba bastante caro... Pero ahora en 2020 salió una edición en la editorial Libros del Kultrum: The Clash. Autobiografía grupal, que tiene la misma información y fotos, pero en una edición más manejable. Lo he leído tantas veces porque me parece que esta es la mejor banda de la historia; creo que no hay ninguna otra que se acerque a The Clash, ni siquiera The Beatles, aunque suene a herejía. The Clash son los más grandes por la la música, la actitud, la filosía de Joe Strummer. Un buen complemento para este libro es The Future Is Unwritten, un documental increíble, disponible en Amazon, además de otro documental mencionado en el libro que está en Youtube de forma gratuita. Siendo una biografía coral, el libro se lee muy rápido. Un libro muy ameno y divertido, que además te enseña muchas cosas”.
LOREA CANALES
“Mi recomendación este año es Delta de Sol, de Lucía María, (Dharma Books). Durante años tuve el audio de Piedra de Sol narrado por Octavio Paz en mi computadora. Cada tanto lo escuchaba, a ese Octavio con su voz poco agraciada, intentando descifrar por qué éste era uno de los poemas claves del siglo XX. La osadía de Lucía de retomar el poema del Nobel mexicano es un acierto; un mazazo bien dado al muro del patriarcado. «Cualquiera puede ser Octavio Paz, llegué a pensar. Cualquiera con las condiciones en las que nació y creció Octavio Paz puede ser Octavio Paz», dice Lucía al final del libro. No cualquiera puede ser Paz, ni cualquiera puede retomar su poema y rehacerlo, se requiere harto privilegio en el primer caso y harto valor en el segundo.
Lucía da un ejemplo en el siglo XXI de lo que puede suceder si la voz y el pensamiento de las mujeres, inclusive unas mujeres paradas en la azotea frente al lavadero levantan la voz, aportan su cuerpo y sensibilidad a la literatura. Si Sor Juana es fair game para jugar con su obra, sin que se presuma que quien la cita sienta que es mejor que Sor Juana ni pretenda destronar a La Musa, también Paz puede serlo. «Un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea, un árbol bien plantado mas danzante»”.
ANTONIO VÁSQUEZ
“Mi lectura favorita fue El libro de las pasiones, de Mario González Suaréz, reeditado este año por Ediciones Era. Es un libro de trece cuentos que también funciona como una novela. En él se explora un mundo en donde las pasiones son el verdadero motor de la historia, y en donde habitan personajes con un profundo desasosiego que buscan la salvación en los vicios y en la sensualidad de la materia. Escrito con un lenguaje preciso que logra transmitir al lector una vorágine de imágenes inquietantes y numinosas, el fin del mundo acecha estas historias contadas desde Puerto Solar”.
La recolección de recomendaciones en esta lista se realizó con el apoyo de los periodistas Erick Baena Crespo y Mario Alberto Medrano, colaboradores en SinEmbargo.