“Las leyendas nunca mueren”, el nuevo álbum de Anuel AA, cuenta con colaboraciones junto a Myke Towers, Jhay Cortes, Eladio Carrión y hasta una aparición sorpresa al final del disco de Bad Bunny.
Por Alicia Civita
Estados Unidos, 26 de noviembre (EFE).- El puertorriqueño Anuel AA se muestra arrepentido y honesto en su nuevo disco de estudio “Las leyendas nunca mueren“, cocinado durante los meses de confinamiento por la pandemia por la COVID-19 y en el que vuelca cómo ha aprendido a perdonarse a sí mismo, según revela en una entrevista a Efe.
“La vida me ha dado muy duro y en este disco les abro mi corazón y hablo de lo que he llorado, de lo que he aprendido”, dijo el artista sobre su más reciente trabajo discográfico, en el que se permite reflexiones sobre la masculinidad y el valor de la mujer.
“Ya era hora de que dejara de ser tan terco y aprendiera las lecciones que me estaba dando la vida”, admitió.
La primera de esas lecciones que aborda en las quince canciones que componen “Las leyendas nunca mueren”, que se publica este viernes, en el 29 cumpleaños del cantante de trap, es que “para poder tener cualquier relación exitosa, primero uno tiene que perdonarse a sí mismo”.
“Eso es algo que no nos enseñan a los hombres”, agregó.
Luego, están los ejemplos que ofrecen las estrellas del deporte que se recuperan tras caer de sus pedestales, como es el caso de Conor McGregor, el controvertido campeón de artes marciales mixtas y a quien Anuel se refiere en uno de los temas del álbum.
También hay audios y apariciones de otros atletas de vidas agitadas como el jugador de beisbol dominicano Robinson Canó, quien sale en el vídeo de “Súbelo”, o el boxeador estadounidense Mike Tyson, casos que el cantante espera sirvan para que “muchos no sufran tanto”.
“Eso haría que valga la pena todo lo que he pasado”, afirmó el intérprete, quien en la portada del disco abraza una replica de uno de los trofeos de la NBA que recibió el fallecido Kobe Bryant.
EL EJEMPLO DE DENZEL WASHINGTON
Entre los puntos álgidos de la historia personal de Emmanuel Gazmey, nombre verdadero del cantante, están los treinta meses de cárcel a los que fue condenado por posesión ilegal de armas, así como su muy pública relación con su ahora ex Karol G, a la que nombra en varias canciones del álbum.
El artista, cuya adolescencia estuvo marcada por el colapso de las finanzas familiares, aseguró que no ha hecho terapia, aunque se perciben ciertas señales de cambio cuando en el disco combina las alusiones al sexo y al cuerpo femenino, que son propias de este género, con frases como “hay que enamorarse primero de uno mismo”.
“La gente tiene que entender que eso es un fronteo (pretender ser superior) con los panas. Así se habla en la calle entre los hombres, pero eso no quiere decir que uno es así”, señaló.
“Es como Denzel Washington, que es un señor muy serio y un cristiano que va a la iglesia los domingos, pero cuando hace de criminal actúa y habla como ellos”, agregó.
LLEGÓ LA HORA DE PENSAR EN SU LEGADO
No sabe si es porque está en el umbral de las tres décadas o porque su único hijo, Pablo, ya tiene 7 años, pero el artista ha comenzado a pensar en su legado y no solo quiere inspirar con su historia, sino también dar herramientas concretas a los jóvenes.
“Estoy empezando con la juventud de mi país, que en muchos casos está desprotegida y se siente sin futuro”, indicó el cantante, propietario de los equipos de baloncesto y voleibol de Los capitanes de Arecibo, junto a su agente Frabian Eli.
Además, es patrocinador oficial de la liga profesional de baloncesto femenino de Puerto Rico.
“Las mujeres latinas son las más golpeadas en nuestra sociedad y nuestra obligación es ayudarlas a salir adelante”, dijo el autodenominado rey del trap latino, un estilo musical que muchos creen está en las antípodas de lo que supone el movimiento por la equidad y el empoderamiento femenino.
Anuel, sin embargo, pide que se preste atención a sus mensajes, no solo a las palabras.
Y para muestra se refiere a la canción “Dictadura”, en la que se esconde una historia de desamor detrás de letras explícitas, pero además “critica a los hombres controladores y de paso condena al Gobierno venezolano”.
“La meta que tenía con ‘Las leyendas nunca mueren’ es ser lo más honesto posible sobre el hombre que soy y que quiero ser, sin abandonar mi sonido y mi estilo, que es lo que esperan mis fans”, manifestó.
Fue un ejercicio de equilibrio que esta vez le hizo lanzar la mayoría de las canciones en solitario, aunque hay colaboraciones con Myke Towers, Jhay Cortes, Eladio Carrión y hasta una aparición sorpresa al final del disco de Bad Bunny.