El fundador de WikiLeaks sigue en Londres ante la espera de una orden de extradición para ser juzgado en Estados Unidos por espionaje tras revelar secretos bélicos del país norteamericano.
Por Armando Hernández
Los Ángeles, 26 de octubre (La Opinión).- De cara a su audiencia para definir su extradición o no a Estados Unidos, el próximo 27 de octubre, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, estaría en un momento crítico de salud, lo que complicaría la posibilidad de algún traslado, aseguró la abogada sudafricana Stella Morris.
La también pareja de Assange, estableció que la salud del periodista, quien reveló secretos de guerra de Estados Unidos, está muy deteriorada y alertó de cualquier suceso que ponga en peligro su vida.
“Esperamos que ya sea el fin de todo esto… Julian no sobreviviría a una extradición”, aseguró Morris, considerando “aterradora” la posibilidad de revertir la decisión de no concretarla.
La prometida del periodista Julian #Assange pide a Australia y a otros gobiernos que actúen luego de que el paladín de la libertad de prensa, #EEUU conspira para asesinar al fundador de WikiLeaks.
— DerrotarSistema (@DerrotarSistema) October 25, 2021
Lo anterior de cara a la audiencia judicial para decidir su futuro legal, que tendrá lugar esta semana. En caso de proceder, expertos aseguran podría ser condenado a 175 años de prisión en Washington como sentencia de sus 17 cargos de espionaje que enfrenta.
Sin embargo, el antecedente inmediato remonta a inicios de 2021, cuando la jueza británica Vanessa Baraitser rechazó la demanda de extradición de Julián Assange, el argumento fue el desequilibrio emocional que podría llevarlo al suicidio.
Assange, quien hasta ahora no ha sido condenado por ningún delito, fue detenido en 2019 después de ser salir por la fuerza de la Embajada de Ecuador en Londres, donde se había refugiado en 2012 tratando de evitar precisamente su entrega a Estados Unidos.
Assange está acusado por los Estados Unidos de espionaje por difundir en 2010 más de 700 mil documentos clasificados sobre las actividades militares y diplomáticas, sobre todo en Irak y Afganistán, que revelaron actos de tortura, muertes de civiles y otros abusos.