Pese a entregar un pago menor al solicitado, los delincuentes únicamente liberaron a la niña, tres días después y casi una semana más tarde de la desaparición, el cadáver de la joven apareció en una cueva con huellas de abuso sexual.
Estado de México, 26 de septiembre (AFondo).- Alexandra tenía 18 años. Salió de casa para encontrase con un amigo y ya no volvió. Ayer su madre tuvo que enterrarle en el panteón de Xaltlaco, en el Estado de México.
La mujer no quiere separase de la cruz de Alexandra, todos los asistentes al sepelio han abandonado el lugar uno a uno. Otra joven reza y carga una fotografía que al observarla le es imposible no llorar, tiene el rostro de su hermana, la menor, la gente se pregunta por qué ella, una chica que tenía sueños y toda una vida por delante.
“Era una chava muy tranquila, no era de las que se salen y se la pasan en la calle”, dice una vecina que acompañó el funeral, oculta entre las cruces no da crédito de la tragedia ocurrida en el municipio de Xalatlaco.
La violencia ha alcanzado a todos los sectores de una de las entidades más peligrosas del país, al no ser un caso mediático ningún funcionario público local o estatal se ha pronunciado ni apoyado a los deudos.
A las pocas horas de conocerse el atroz crimen, inició el repudio generalizado de la gente ante la falta de garantías para las mujeres que a diario son víctimas de la violencia machista en el estado gobernado por Alfredo del Mazo Maza.
EL HOMICIDIO DE LA ESTUDIANTE
Alexandra, tenía 18 años de edad, sus familiares y amigos, la describen como una jovencita tranquila. Su sueño era concluir sus estudios.
El lunes 14 de septiembre, la muchacha de 18 años de edad salió del barrio San Francisco llevando a su pequeña sobrina; tenía como destino verse con un chico conocido, eso fue lo último que supo la familia de la joven.
Ese día, inició el viacrucis para los Vara Cervantes. Tras comenzar la búsqueda de Alexandra, unos supuestos delincuentes llamaron para pedir un rescate.
Los últimos datos refieren que los secuestradores pidieron 200 mil pesos para dejarla en libertad, aunque todavía no está claro en qué lugar y cómo se dio el plagio, al ser una zona rural no existen cámaras de seguridad.
Pese a entregar un pago menor al solicitado, los delincuentes únicamente liberaron a la niña, tres días después y casi una semana más tarde de la desaparición, el cadáver de la joven apareció en una cueva con huellas de abuso sexual.
LA INDIGNACIÓN
A menos de un kilómetro de las oficinas del alcalde, que apenas esta semana anunció su adhesión al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tras abandonar las filas del Verde Ecologista, una madre maldice por la pérdida de su hija menor, como si fuera su culpa.
“Porque te fuiste y me dejaste”, dice entre llantos la mamá que apenas puede sostenerse apoyada por dos hombres que no la dejan caer.
En una entidad, donde al menos una mujer es asesinada a diario, el homicidio de la joven ha indignado a los pobladores quienes exigen justicia por su muerte.
El hartazgo ha inundado las plataformas de redes sociales, sin embargo, allegados a la víctima omiten hablar del tema, dicen tener miedo por la forma en que privaron de la vida a la estudiante de preparatoria y sufrir represalias.
En el Estado de México en los primeros ocho meses del año han sido asesinadas violentamente 283 mujeres, sin embargo, para la Fiscalía estatal únicamente 97 casos cumplen con la condición de ser un feminicidio.
En ese periodo, los crímenes por violencia de género se han incrementado un 36 por ciento en una entidad que cuenta con una doble Alerta pero ha sido incapaz de frenar la violencia machista en los últimos años.