El consejero presidente del Invea precisó que en febrero de 2017 el Instituto determinó que el Rébsamen no podía operar. Agregó que si los documentos de verificación que presentó el colegio fueron apócrifos, éste pudo haber operado de manera ilegal de 1993 hasta septiembre de 2017.
Claudia Sheinbaum aseguró esta mañana que la Delegación Tlalpan solicitó al Rébsamen mejorar en cuatro puntos su programa de Protección Civil este año.
El pasado 19 de septiembre, el colegio colapsó a causa del terremoto de 7.1. El saldo de muertos es de 19 niños y siete adultos, según los reportes oficiales. La institución no sólo no contaba con las medidas de seguridad adecuadas, sino que además fue construido un cuarto piso que serviría como departamento de la directora. Por los materiales que se emplearon, la construcción ponía en riesgo la integridad de los estudiantes, aseguraron ingenieros.
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Ciudad de México, 26 de septiembre (SinEmbargo).- Meyer Klip Gervitz, consejero presidente del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), dijo que la responsabilidad de la solicitud de construcción del colegio Enrique Rébsamen, que colapsó el pasado 19 de septiembre causando la muerte de 19 menores y siete adultos, le corresponde directamente a la delegación Tlalpan, porque el instituto no tiene facultad para expedir permisos, autorizaciones, ni puede revocarlos.
"En primera instancia quiero explicarles la facultad de atribuciones que tienen las delegaciones y cuáles son las atribuciones del Invea. Las delegaciones son responsables de autorizar y revisar los trámites y servicios mercantiles, que son los que atañen el tema que estamos hablando. Son responsables de estudiar y autorizar la solicitud de los particulares para el uso de construcción", dijo Meyer en conferencia de prensa.
“Al término de la obra, las delegaciones deben constatar que quede de acuerdo con lo manifestado [en el permiso] para en su caso otorgar la terminación de obra y en su momento la autorización para que el inmueble sea ocupado”, agregó. "Si no se cumplen con los puntos anteriores, se deben de revocar los permisos de construcción. El Instituto de Verificación Administrativa no tiene facultad para expedir permisos ni autorizaciones ni revocarlos”.
Klip Gervitz dijo que el 29 de septiembre de 2016 se solicitó una visita de verificación al domicilio del Colegio Enrique Rébsamen a raíz de una denuncia que hicieron vecinos.
Tras la inspección, el 23 enero de 2017 se dictó una resolución, la cual decía que la escuela operaba con un uso de suelo que no le permitía funcionar como escuela, al menos en uno de los edificios, el que se ubica en el predio de Rancho Tamboreo número 19.
"El 29 de septiembre de 2016, el Invea supervisó el colegio y se le conminó a que dejara de operar como colegio o bien obtuviera un certificado de uso de suelo vigente que ampare el uso de suelo y superficie utilizada", explicó el ingeniero Meyer en conferencia.
Agregó que al colegio también se le impuso una multa de mil 400 unidades equivalente a 107 mil 448 pesos.
El Colegio Enrique Rébsamen optó por no acatar la resolución del Invea, la cual impugnó y se fue a un juicio en marzo de este 2017, mismo que actualmente se encuentra en proceso en el Tribunal de lo Contencioso.
"La escuela optó por no acatar la resolución y decidió impugnar la misma ante el Tribunal de lo Contencioso, juicio que actualmente se encuentra en proceso y la resolución se encuentra impugnada. Normativamente no podía seguir operando pero como se fue al juicio de lo Contencioso y el Tribunal de lo Contencioso le dio la nulidad, podía seguir operando", precisó.
A pregunta expresa de una reportera sobre si el colegio Enrique Répsamen pudo haber operado con papeles falsos desde 1993, Meyer Klip dijo que si los documentos que presentó la escuela fueron apócrifos, entonces pudo haber operado de manera ilegal desde esa año hasta el día que ocurrió el sismo y colapsó el inmueble.
"Cuando se hace una construcción nueva la delegación recibe el uso de suelo en una manifestación de construcción. No sé qué documentos presentaron originalmente para que les dieran el permiso de construcción, estamos hablando de hace muchos años. Lo que sí digo es que el uso de suelo que nos presentaron a nosotros de derechos adquiridos no es el correcto (...) No podemos asegurar si operó o no de manera ilegal. Una vez que se termine el juicio y si el documento es apócrifo como todo indica que así es, así sería", dijo.
El funcionario subrayó que aún continúa en juicio el procedimiento que determine la autenticidad del documento que, según los elementos, el Invea considera como falso.
LAS IRREGULARIDADES EN EL RÉPSAMEN
De acuerdo con los primeros datos, los registros determinaron que el certificado de derechos adquiridos que presentaron los directores del colegio no coincidía con los archivos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi). Por ello, el Invea formuló una denuncia penal por falsificación de documentos que quedó registrada bajo el número de carpeta de investigación CI-FEDAPUR/A/UI-C/D/111/02-2017.
Por la mañana, la Delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, explicó que había permiso para jardín de niños y departamentos desde 1983. Que de acuerdo con los documentos que están en poder de su administración, el plantel operaba con legalidad, ya que las constancias del director responsable de obra constatan que el edificio estaba bien.
Dijo que si había documentos falsos o reales, el Invea no lo notificó.
“Aunque nos hubiera notificado [el Invea] nosotros no tenemos las atribuciones en ese sentido. Le corresponde al instituto hacerlo, no estoy presuponiendo que sea falso o no […]. Nosotros no podemos clausurar [por uso de suelo]”, aclaró en conferencia.
La Delegación Tlalpan solicitó al Rébsamen mejorar en cuatro puntos su programa de Protección Civil este año. La escuela no recogió las observaciones, pero como la autoridad tenía hasta finales de octubre para presionar, los dueños estaban en tiempo y forma, dijo Claudia Sheinbaum.
Precisó que en 2010 y 2014 el colegio recibió una suspensión de obras por la edificación que se construía y que ahora se vino abajo.
En esas fechas, aseguró la titular de la demarcación, se pagaron las multas y los directivos regularizaron los permisos, y fue así que se permitió que continuara la ampliación del plantel.
De acuerdo con una investigación realizada por Peniley Ramírez Fernández, de Univisión (y publicada en SinEmbargo), la estructura original del inmueble constaba de una planta baja y dos pisos, pero entre 2009 y 2015, la directora, y aparente propietaria de la institución, mandó a construir un tercer piso para adaptar su departamento con ventanas, puertas y techo hechos en acero y pisos de mármol. Incluso, un roof garden.
Fotografías del interior del departamento durante las tareas de rescate, obtenidas por Univisión, muestran que este tenía ventanas, puertas y techo de la terraza hechos en acero y pisos de mármol. Sin embargo, en las imágenes históricas del edificio no se observa que en la fachada se hayan reforzado ni ampliado las columnas, como lo señaló el ingeniero.
Además, los rescatistas que participaron en la extracción de sobrevivientes y cadáveres aseguraron que la escuela no tenía indicaciones de rutas de emergencia. Uno de ellos dijo que la escalera del patio trasero era “una trampa’’.