La renuncia de Karla Quintana a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas ha generado preocupación en los colectivos de familiares, quienes temen que esto represente un retroceso en la búsqueda y justicia para las víctimas.
Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).- La renuncia de Karla Quintana a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, a pocos días de celebrarse el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, ha generado incertidumbre y preocupación en los colectivos de familiares de personas desaparecidas y en organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, así como activistas, quienes temen haya un retroceso en la institución.
La salida de la Comisionada de Búsqueda ha dado pauta a dudas sobre el futuro de la institución, el impacto hacia la política y las búsquedas de personas desaparecidas, y si su reemplazo podrá continuar y fortalecer los trabajos de la institución.
“A nosotros nos pesa y nos llenó de sorpresa, cuando supimos que renunciaba, ¿cómo va a renunciar si estaban haciendo unos proyectos? Entonces para nosotros no es lógico una renuncia. Nos va a pegar porque vamos a ir en retroceso porque quién sabe quién irá a quedar, a quién irán a dejar. El tema de los desaparecidos es un tema muy sensible y es un tema que se debe de tratar con mucha sensibilidad. Para nosotros es un retroceso, porque quien entre deberá de tener todas las capacidades”, indicó en entrevista con SinEmbargo, Mirna Nereida Medina Quiñónez, fundadora del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas Rastreadoras de El Fuerte y Norte de Sinaloa.
Lucy Díaz, representante del Colectivo Solecito, opinó que habría sido más lógico que esperara a que terminara su gestión.
“Nosotros pensamos que la renuncia de Karla Quintana, hubiera sido más lógico que esperara a que terminara la gestión. En el tema con la Comisión, en lo que se refiere al Colectivo Solecito no tuvimos nunca acercamiento con ellos”, dijo.
El Colectivo Solecito, en palabras de su representante, espera que la próxima comisionada o comisionado tenga un criterio claro y limitante sobre cómo trabajar con los colectivos, evitando la cooptación y abarcando temas que beneficien a todos.
Sugirió que la elección de la o el próximo titular de la Comisión debe de ser más democrático y que la siguiente administración de la Comisión debería centrarse en cuestiones que involucren a la mayoría, como el censo y el registro de ADN. Díaz también subrayó la importancia de que el trabajo de búsqueda se complete, en contraposición a trabajos incompletos que han ocurrido en el pasado.
“Es urgente que puedan hacer una convocatoria y seleccionar una próxima comisionada o Comisionado. Y que haga este ejercicio de verdadera democracia. Las víctimas no somos ni mejores ni peores, y no tenemos más derecho unas que otras, todas deben ser consideradas, y entre todas sacar un acuerdo, porque también eso costó mucho trabajo: escoger comisionada”, expresó.
Y añadió, “que se haga una convocatoria, pero que de verdad esa convocatoria tiene que ser muy cuidadosa donde las víctimas puedan participar, pero hacer una práctica de la democracia, muy visible, muy transparente, claro, claro y con muchas exigencias”.
La organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADHAC) señaló que la reciente renuncia de Quintana se da en un contexto en el que hay un registro de más de cien mil personas desaparecidas, 40 mil de ellas en el presente sexenio y en el que, además, está cerca de vencer el plazo para responder al Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU (CED-ONU).
“Esto evidencia la profunda crisis humanitaria que enfrentamos en México. No se trata simplemente de números; detrás de cada cifra hay madres, padres, hijos e hijas desaparecidas que dejan familias desconsoladas y a una sociedad marcada por el dolor”, detallaron en un pronunciamiento.
Por su parte la Oficina en México del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que, es fundamental asegurar que la terminación anticipada del mandato de la comisionada no tenga como resultado una pérdida de progreso en cuestiones como el diseño institucional, las bases de datos y registros esenciales para la búsqueda de personas desaparecidas.
“La crisis en materia de desaparición de personas no merece rupturas o retrocesos. Reconocer la dimensión del problema y enfrentarlo con personal capacitado, voluntad, recursos, transparencia y sensibilidad es crucial. La participación de las víctimas resulta irremplazable”, se pronunció.
LAS DUDAS TRAS LA RENUNCIA
“Los retos son muchos, es una crisis grave de derechos humanos y esta institución tiene que irse fortaleciendo para todas las familias y para poderlos regresar a casa –a los desaparecidos–, recordando que el principio número uno es la búsqueda en vida, y si es sin vida, pues regresarlos de forma digna a sus familias. Que esta Comisión sirva para lo que fue creada y pensada. Creo que ese sería el parteaguas y la misión principal. Y eso no se construye de otra forma más que trabajando, y con el tiempo que llevamos creo que hemos dado pasos firmes”, fueron parte de las palabras que señaló en una entrevista dada a SinEmbargo en diciembre de 2019, Karla Quintana a los pocos meses de ser nombrada como titular de la Comisión Nacional de Búsqueda.
El pasado 23 de agosto, la entonces titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna, presentó su renuncia “inmediata e irrevocable” al cargo en una carta dirigida al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Según el documento publicado en la red social X —antes Twitter—, la excomisionada tomó la decisión de separarse del puesto “en virtud de los contextos actuales”, sin dar más detalles al respecto, y especificó que tiene “carácter de irrevocable y con efectos inmediatos” al final de ese día.
La incertidumbre de los colectivos se agrava debido a la falta de claridad sobre las razones detrás de la renuncia. En diversos medios se ha señalado que la razón podría estar relacionada con problemas en el censo que se estaba llevando a cabo para la base de datos de personas desaparecidas.
En respuesta a cuestionamientos acerca de la repentina renuncia de Karla Quintana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la decisión sobre el reemplazo de la titular de la CNB recaería en la Secretaría de Gobernación y señaló que Luisa María Alcalde asumiría temporalmente el cargo vacante. Cuando se le insistió sobre si tenía conocimiento de las razones detrás de la renuncia y si existía alguna insatisfacción subyacente, López Obrador respondió de manera sucinta: “Yo creo que cerró un ciclo”.
Uno de los puntos de preocupación de los colectivos radica en los problemas relacionados con el censo que estaba siendo levantado para la base de datos de personas desaparecidas. Uno de los aspectos que preocupa especialmente es que la renuncia de Quintana pueda significar un retroceso en los esfuerzos realizados hasta el momento. La pérdida de continuidad y experiencia podrían afectar negativamente los avances logrados en la investigación, identificación y localización de personas desaparecidas.
“Una renuncia no voluntaria supongo, porque estaba trabajando muy bien y de repente renuncia. Nosotras queremos una explicación como colectivos. No se la hemos pedido a ella por respeto, pero creo que sí es importante que el Presidente y la Secretaria de Gobernación nos explique qué pasó porque por ahí se anda diciendo que fue por algunas cuestiones del Censo, y la base de datos que se está haciendo”, señaló la rastreadora Mirna Medina.
La organización Fundar reconoció la labor de Karla Quintana al frente de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas México, lamentó su salida y acusó que se está generando un censo irregular.
“Lamentamos que su renuncia ocurra en un contexto de incertidumbre por parte de las familias frente a la transición institucional y política, pero sobre todo, frente a las decisiones del Ejecutivo para impulsar un censo poco claro que pareciera busca reducir las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas”.
La organización aseguró que el censo que se está realizando para dimensionar las personas desaparecidas del país, no está sustentado en una metodología clara y sigue trasladando la responsabilidad a las familias, quienes deben notificar a las autoridades la información que obtienen sobre el paradero de las personas desaparecidas, tarea que, en muchos casos, ha sido revictimizante.
“Este tipo de decisiones merman la confianza de las familias y colectivos en el Estado, vulnerando sus derechos a la participación en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas y prácticas institucionales que ordena la Ley General en Materia de Desaparición”.
Una nota publicada por Proceso señala que la renuncia de Karla Quintana Osuna a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) se debe a diferencias sobre un censo para verificar personas desaparecidas en México. De acuerdo con el texto firmado por Gloria Leticia Díaz, Karla Quintana habría sido relegada del proceso, participando la Secretaría del Bienestar.
Además, señala que la operación del censo bajo Ariadna Montiel y presuntas presiones de Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos, influyeron en la renuncia de Quintana, quien habría rechazado eliminar casos no confirmados para reducir cifras.
Este viernes 24 de agosto, el subsecretario Alejandro Encinas, quien habría guardado silencio casi por dos días tras la dimisión de Quintana, negó las afirmaciones de que se hayan ejercido presiones para reducir el censo de personas desaparecidas en México.
“Niego categóricamente cualquier presión para llevar a cabo actos ilegales o que busquen ocultar un fenómeno tan grave y sensible para el país como la desaparición de personas. Por el contrario, he enfocado mi gestión en visibilizar y atender la problemática”, señaló.
El propósito del censo, dijo, no es realizar un “maquillaje” de los registros de desaparecidos, sino coordinar acciones de búsqueda en vida basadas en pruebas suficientes para presumir la localización con vida de las personas. Según Encinas, los registros no se borran; simplemente cambian de estatus de “desaparecido o no localizado” a “localizado” cuando se confirma una prueba de vida, siguiendo los protocolos de búsqueda acordados.
Además, Encinas enfatizó que no se tiene la intención de desechar la información del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas ni de crear uno nuevo. El objetivo es verificar el estado de las personas reportadas, actualizar registros incompletos y mejorar la eficiencia del sistema para lograr una búsqueda, y localización más efectivas de las personas desaparecidas.
Sobre la colaboración de la Secretaría de Bienestar en el proceso, Encinas explicó que esta colaboración se lleva a cabo en virtud de un convenio de colaboración con la Comisión Nacional de Búsqueda. Afirmó que el papel de la Secretaría es auxiliar a las fiscalías y comisiones de búsqueda locales y nacionales para fortalecer las capacidades estatales en la búsqueda de personas desaparecidas. Contrarrestando las acusaciones de marginación, Encinas afirmó que la CNB ha estado involucrada en el proceso en todo momento.
El 31 de julio pasado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que en tres meses estaría listo el censo de personas desaparecidas en el país con el número actualizado, del que, señaló, es menor al registro actual, lo cual, argumentó, que al ir “casa por casa” han corroborado que algunas personas sí están con sus familiares.
“En unos tres meses [estará listo], ya llevamos tiempo avanzando en esto, lo estamos haciendo porque nos ayuda mucho a saber cómo vamos, antes no había un programa de estos, en los gobiernos anteriores, ahora estamos en la búsqueda de desaparecidos”, dijo.
El mandatario explicó que el número será menos del esperado, pues en algunos casos sucedía que se reportaba a la persona desaparecida, se encontraba, pero no se informaba su aparición, por lo que no se quitaba de la lista. Entonces al realizar el reencuentro se actualizará el número, pues han ido “casa por casa” a corroborar la información.
“Se está haciendo una actualización del censo de personas desaparecidas porque se empezó a reportar que habían personas que se consideraban desaparecidas y afortunadamente están vivas y están con sus familiares, ¿qué sucedía? En algunas casos se denunciaba el ser desaparecido, se encontraba a la persona, y ya no se quitaba de la lista, por eso nos llamó la atención que hay muchos”, mencionó.
“Nos llamó la atención que eran muchos, sí hay miles de desaparecidos, pero no la cantidad que establece el censo [anterior]. Entonces decidimos llevar a cabo un programa de búsqueda, de ir casa por casa y lo estamos haciendo. Afortunadamente estamos encontrando muchos, un porcentaje considerable de personas que estaban reportadas como desaparecidas”, agregó.
Hay algo cierto: depositamos nuestra confianza en la Comisión… pero la enterraron junto a los restos de nuestros desaparecidos.
Siempre fueron más efectivas unas palas y unos corazones llenos de angustia, que sus cientos de millones de pesos gastados y ejércitos burocráticos. https://t.co/NFq5bwilzH
— Ceci Flores 6623415616 (@CeciPatriciaF) August 24, 2023
En el mismo mes de julio, un trabajo periodístico elaborado por A dónde van los desaparecidos reveló que familiares de personas desaparecidas han recibido notificaciones inesperadas sobre el supuesto registro de sus seres queridos como vacunados contra el coronavirus durante la pandemia. Uno de los testimonios mencionados en el reportaje es el de María Elena, madre de Miguel Armando Mata Villa, quien desapareció en Reynosa, Tamaulipas, en febrero de 2012.
De acuerdo con el reportaje, cuando funcionarios de la comisión estatal de Durango acudieron a su casa para preguntar sobre el paradero de su hijo, llevaron consigo una lista de personas desaparecidas que aparecían como vacunadas contra el COVID-19.
El error no se limita a un solo estado, ya que otras listas similares han sido enviadas a organismos de búsqueda y fiscalías en Coahuila, Durango, Guerrero y la Ciudad de México, de acuerdo con el reportaje.
Ante la gravedad del caso, los comisionados de búsqueda de Coahuila y Durango, Ricardo Martínez y Carlos Burciaga, respectivamente, junto con Samuel Ocampo, director de relaciones interinstitucionales de la CNB, sostuvieron una reunión telefónica en la que reconocieron que se trató de un lamentable error y propusieron depurar la lista, que aparentemente se cruzó con otras bases de datos previamente.
Finalmente, tanto colectivos como familiares de personas desaparecidas hicieron un llamado para que la llegada de la próxima persona titular de la CNB suceda bajo el principio de participación conjunta de las familias de personas desaparecidas, asegurando siempre una relación de apertura y transparencia con la sociedad, y con miras a que, independientemente de quién encabece la Comisión, se sostengan los avances logrados por las familias de personas desaparecidas en México en materia de búsqueda e identificación.
“El proceso de selección deberá realizarse a la brevedad posible”, señaló el Movimiento.
“La institución no trabaja con una sola persona, es una institución que está conformada por varias personas. Entonces aquí el detalle es que nosotros estamos pensando quién se quedará ¿estará capacitada? La convocatoria tiene sus reglas y que esperemos que se cumplan”, abundó la Rastreadora de Sinaloa.
En ello coincidió Fundar: “Esperamos que, pese a los cambios de la titularidad de la CNB, se siga garantizando el derecho de las personas desaparecidas a ser buscadas y localizadas con vida por parte de las autoridades del Estado competentes y más aún se continúen fortaleciendo las instituciones encargadas de la búsqueda e investigación de este grave crimen”.
Mientras que la oficina de la ONU exhortó que el ya anunciado proceso de designación de la próxima persona titular de la Comisión Nacional de Búsqueda “sea participativo, inclusivo y consultivo, viabilizando la designación de una persona idónea en tan importante puesto”.