Roberto desapareció el 14 de julio del 2014, luego de que unos hombres lo obligaran a subirse a una camioneta. Dos años más tarde, en una búsqueda que organizó doña Mirna por el tercer aniversario de la ausencia de su hijo, encontró un cuerpo en Ocolome, El Fuerte. Era Roberto, un joven que se dedicaba a a vender CD’s en una gasolinera en la entrada de la cabecera municipal de El Fuerte.
Doña Mirna se convirtió en la líder del grupo Las Rastreadoras de El Fuerte, compuesto por más de 450 casos de desapariciones en los municipios de Choix, El Fuerte, Ahome, Guasave y Culiacán.
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Por Marcos Vizcarra
Sinaloa/Ciudad de México, 26 de agosto (Noroeste/SinEmbargo).- Después de tres años de buscar en decenas de lugares y de encontrar 95 fosas clandestinas con cuerpos y restos de personas, Mirna Nereyda Medina Quiñónez, líder de Las Rastreadoras de El Fuerte, en Sinaloa, encontró a su hijo Roberto Corrales Medina.
El 14 de julio, cuando él cumplió tres años de su desaparición, la líder de Las Rastreadoras acudió a un predio del poblado de Ocolome, porque días antes recibió un mensaje anónimo en el que se le indicó el lugar donde posiblemente podía estar su hijo.
Medina Quiñónez solicitó a la Fiscalía General que se le acompañara a la búsqueda, pero sólo le asignaron elementos de la Policía Investigadora para escoltarla.
En ese lugar encontró restos humanos, pedazos de ropa y una caja para guardar CD’s de música en formatos .mp3.
En ese momento, Medina Quiñónez pensó que podía ser su hijo, porque él se dedicaba a vender CD’s en una gasolinera en la entrada de la cabecera municipal de El Fuerte.
“Cuando él cumplió tres años hice la búsqueda y encontré un cuerpo y cuando lo vi pensé que era Roberto, siempre dije que era Roberto y me lo confirmaron”, dijo.
“Me dijeron que me lo llevara a otro lado, a Guatemala a otros laboratorios, pero yo siempre supe que era mi hijo, yo no tengo duda”.
De acuerdo con el relato de testigos, el día de su desaparición, el 14 de julio del 2014, estaba vendiendo música y unos hombres en una camioneta color negro le dijeron que se subiera con ellos. Así sucedió y ya nadie lo volvió a ver.
A partir de la desaparición, Medina Quiñónez acudió al Ministerio Público de San Blas, El Fuerte, donde conoció a otras mujeres con casos de personas desaparecidas, con quienes formó un colectivo para realizar búsquedas y manifestaciones.
El 12 de septiembre de 2014 se fundó el grupo de mujeres que buscaban a sus desaparecidos, sucedió cuando se organizaron más de 10 familias y salieron a marchar en las calles de El Fuerte.
Meses más tarde dejaron de manifestarse y se dedicaron únicamente a rastrear en lugares donde se les indicaba con mensajes anónimos que podía haber fosas clandestinas, como cerros, presas, veredas cubiertas de maleza y en áreas desérticas. A partir de ello se hicieron llamar Las Rastreadoras de El Fuerte.
En tres años, el grupo creció y hoy aglutina más de 450 casos de los municipios de El Fuerte, Choix, Ahome, Guasave y Culiacán.
Los restos humanos que encontró Medina Quiñónez en Ocolome fueron analizados por la Fiscalía General del Estado y la Procuraduría General del Estado, donde obtuvieron un resultado positivo.
Medina Quiñónez dijo que los restos de su hijo están incompletos y que por eso este sábado se hará una búsqueda con peritos para rastrear los demás huesos, entre ellos el cráneo.