México, Estados Unidos y Canadá reiniciaron este jueves las conversaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En el equipo estadounidense hubo optimismo por lograr pronto un acuerdo, pero algunos analistas opinan que ese país quiere sacar ventaja del encuentro y por eso movió primero sus fichas al acercarse al nuevo Gobierno mexicano para presionarlo.
El Presidente estadounidense Donald Trump envió a Andrés Manuel López Obrador una carta de respuesta en la que considera que una renegociación exitosa del TLCAN será buena para ambos países, “pero sólo si se puede hacer rápido, pues de otra manera tendré que elegir un camino distinto al presente”.
“Cuando te apuran a negociar, el que está metiendo prisa quiere sacar ventaja del factor sorpresa”, dijeron analistas y recomendaron al nuevo Gobierno “estar atento” para no descuidar la conveniencia para México.
Por Dulce Olvera y Guadalupe Fuentes
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– Las conversaciones para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se reanudaron este jueves en Washington. El optimismo de lograr pronto un acuerdo llevó al peso a alcanzar su mejor nivel desde marzo. De acuerdo con analistas, Estados Unidos quiere sacar ventaja del encuentro y movió primero sus fichas al acercarse al nuevo Gobierno de México para presionarlo.
El Secretario del Tesoro de estadounidense, Steven Mnuchin, se mostró hoy optimista de que se pueda lograr “muy pronto” un acuerdo con México y Canadá. “Esperamos tener un acuerdo de principio, claramente, muy pronto”, afirmó Mnuchin en una entrevista con la cadena CNBC.
Mnuchin agregó que esa es “la primera prioridad” tras la celebración de las elecciones presidenciales mexicanas, en las que se impuso Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre.
“Creo que estamos haciendo muchos progresos”, indicó sin ofrecer más detalles.
El TLCAN, firmado en 1994, es renegociado desde el 16 de agosto del año pasado por petición de Trump, por considerar que quita empleos locales y genera un gran déficit. También ha usado el acuerdo como moneda de cambio para la construcción del muro fronterizo.
Con nueve capítulos cerrados, seis anexos sectoriales y alrededor de 10 capítulos con avance del 90 por ciento, entre los que destacan procedimientos aduaneros, energía y ambiental, este 26 de julio se reanudaron las negociaciones con la incorporación en el equipo mexicano de representantes de López Obrador.
Para algunos analistas, Estados Unidos es el más interesado en cerrar un acuerdo, tendrán elecciones en noviembre y por ello, el mensaje que Donald Trump envió a López Obrador en su carta de respuesta difundida el martes:
“Considero que una renegociación exitosa del TLCAN nos guiará aún a más empleos y mejor pagados para los empleados mexicanos y estadounidenses que tan duro trabajan, pero sólo si lo podemos hacer rápido, pues de otra manera tendré que elegir un camino distinto al presente”.
“Cuando te apuran a negociar, el que está metiendo prisa quiere sacar ventaja del factor sorpresa”, dijo a SinEmbargo Sergio Saldaña Zorrilla, doctor en Economía por la Universidad de Viena y ex economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El economista recomendó al nuevo Gobierno “estar atento” porque Estados Unidos va a querer una negociación en sus términos. “No debemos caer en este truco de negociación, hay que analizar bien y mantener la negociación ágil, sin descuidar la conveniencia para el país”, precisó.
Jesús Seade Kuri, principal negociador comercial del tabasqueño, adelantó el miércoles en entrevista para el Wall Street Journal, que habría “flexibilidad” en las renegociaciones del acuerdo.
Seade se dijo dispuesto a “explorar opciones” en temas que han resultado conflictivos en las negociaciones, como las reglas de origen automotriz y los mecanismos para la resolución de conflictos, aunque también pidió flexibilización por parte de sus pares estadounidenses y canadienses para destrabar las “líneas rojas” de las pláticas.
Sin embargo, calificó como inaceptable la demanda estadounidense de establecer una cláusula de extinción del acuerdo cada cinco años, así como de los aranceles estacionales sobre frutas y verduras de México y la eliminación de paneles para resolver los desacuerdos entre los tres países integrantes del tratado comercial.
La Ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, se reunió ayer con el Presidente Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador y coincidieron en la necesidad de que la renegociación del TLCAN “concluya a corto plazo”.
Freeland se reunió también con el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray Caso, y el de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, con quienes reafirmó que la renegociación del TLCAN debe tener un resultado “trilateral”, frente a las presiones de Washington para dividir el convenio en pactos bilaterales.
Con López Obrador se tocaron temas como la homologación de reglas, salarios, medioambiente y derechos humanos.
José María Ramos García, investigador del Colegio dela Frontera Norte, consideró que el TLCAN es un tema importante para los tres países y a ninguno le conviene aislarse. “Si México pretende tener un nuevo liderazgo su oportunidad es en el TLCAN, aquí el reto es que el país asuma el modelo de gestión desde el punto de vista de establecer competitividad”, precisó.
Para el especialista en Relaciones Internacionales, el TLCAN es una alternativa para establecer la productividad e inversiones, pero se requieren políticas púbicas complementarias en México que generen empleos de calidad y fortalezcan el tejido social, que es lo que propone López Obrador en la carta enviada a Trump con fecha del 12 de julio.
En el año 2016, previo a la elección en Estados Unidos y ante la amenaza del ascenso al poder de Donald Trump, diversos analistas coincidían en que el TLCAN fue un acuerdo que sólo beneficio a un puñado de transnacionales aislando a los pequeños empresarios de los tres países.
Este 2018, a poco más de un año de que Trump tomó posesión como el Presidente número 45 de Estados Unidos y con un TLCAN en vilo, algunos mantienen su opinión de que México es el país que menos se ha beneficiado del acuerdo.
Para el economista Sergio Saldaña, el TLCAN nunca ha sido una palanca de desarrollo para México, “sólo para un puñado de empresarios y 10 ciudades del país se han beneficiado”, por eso, “México tiene que ser muy calculador en la negociación”.
En la carta de López Obrador a Trump le expone cuatro temas para mejorar la relación bilateral: comercio, migración, desarrollo y seguridad, mismos que el mandatario estadounidense coincidió.
También aborda la política económica que implementará en su Gobierno, que incluye aumento al salario, creación de empleos e inversión para detonar la riqueza en México, es decir, un plan enfocado más a ser sustentables sin la necesidad de otras naciones.
“El Gobierno de AMLO no le está apostando al TLCAN como la piedra angular de su política económica y menos de su modelo económico. Yo veo un AMLO que le está apostando a que México va a generar riqueza y empleos independientemente del TLCAN o como le vaya a Estados Unidos, y eso me parece digno y lo más inteligente que le he escuchado a un Presidente de la República”, señaló Sergio Saldaña.
El auge del comercio bilateral entre México y Estados Unidos no muestra signos de enfriamiento. El comercio entre ambos países aumentó un 10 por ciento en los primeros cinco meses de este año a 249 mil millones de dólares, frente al mismo periodo en 2017 cuando comenzó la presidencia de Donald Trump, según cifras del Gobierno estadounidense.
¿QUÉ ESPERA TRUMP DE AMLO?
Desde que Andrés Manuel López Obrador fue declarado ganador de la contienda presidencial en México, Donald Trump tuvo un acercamiento positivo que para algunos analistas fue interpretado como “un posible nuevo comienzo” en la relación México-Estados Unidos. Pero, ¿qué espera el mandatario estadounidense del nuevo gobierno mexicano?, ¿qué viene después para estas naciones bajo dos administraciones con una perspectiva más nacionalista?
Andew Selee, ex director del Instituto México del Wilson Center y actual presidente del Instituto de Políticas Migratorias, dijo en entrevista por correo electrónico que “es difícil saber si Trump realmente está pensando en algo nuevo o simplemente esta tratando de ganar puntos con López Obrador y aislar a los canadienses”.
El autor del libro Vanishing Frontiers, the Forces Driving Mexico and the United States Together, expuso que Trump parece querer aislar a los canadienses, “pero no le conviene” a México tratar de negociar a solas con Estados Unidos sin Canadá.
“Frente a un vecino poderoso e impredecible, México y Canadá tiene mucho más que ganar coordinándose entre ellos que tratando de llegar a un acuerdo bilateral con los Estados Unidos”, determinó.
Tony Payan, el director del Mexico Center en el Baker Institute de la Universidad de Rice, escribió en el Houston Chronicle: ”Obrador parece ser pragmático en su comprensión de la importancia de la relación binacional en comercio e inversión, inmigración y seguridad”.
Sobre el comercio y las renegociaciones del TLCAN, el investigador del Mexico Center recordó que López Obrador ha manifestado que prefiere que el TLCAN continúe, pero tampoco aceptará un “TLCAN malo”.
Si el acuerdo comercial termina, Payan dijo que según asesores del Presidente electo, López Obrador será “más libre” para aplicar políticas nacionales que el acuerdo actualmente excluye, incluyendo más subsidios para la agricultura y una política industrial “más agresiva” centrada más en el Estado que en el mercado.
“Esto afectaría las exportaciones estadounidenses a México, su tercer socio comercial más grande, y reduciría la importancia de nuestro vecino del sur como destino de inversiones rentables. Texas puede perder considerablemente, ya que su economía está estrechamente vinculada a la economía mexicana”, explicó Payan.
Palmira Tapia Palacios, Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford, escribió un artículo en la revista Forbes que los “guiños” de Donald Trump al futuro Presidente mexicano “no pueden minimizarse, no obstante lo volátil e impredecible que ya sabemos puede ser el Presidente estadounidense”.
Aunque “sin duda” Trump estará atento de las políticas internas que AMLO vaya anunciando en este periodo de transición, principalmente las que tengan que ver con generación de empleos y oportunidades de crecimiento, que AMLO ha señalado como las causas de la migración y la inseguridad, en noviembre serán las elecciones legislativas en Estados Unidos, “que podrían provocar un regreso al discurso violento de Trump contra los mexicanos”, previó la también Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
En un artículo del New York Times, firmado por Elisabeth Malkin, se recuerda que la tensión bilateral se incrementó cuando el Mandatario Donald Trump calificó como delincuentes a los inmigrantes mexicanos y amenazó con sacar a Estados Unidos del TLCAN.
Sin embargo, contrastó el rotativo estadounidense, ahora debe tratar con López Obrador, un político que ganó las elecciones con una victoria de más del 50 por ciento. “Eso le dará al nuevo gobierno una influencia en sus relaciones con Estados Unidos que Peña Nieto, quien es profundamente impopular, no tiene”, advirtió.
En el marco de esta nueva relación, López Obrador invitó a Trump a su toma de protesta el próximo 1 de diciembre.
Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios Mexicanos en la Universidad de California en San Diego, dijo al NYT que los gestos amistosos entre Trump y López Obrador son “sorprendentes” y podrían sentar las bases para un amplio acuerdo sobre varios problemas, entre ellos, la actual renegociación del TLCAN estancada por el periodo electoral.