México

Cristian maltrataba a Chelito, su pareja. Se sabía y nadie lo detuvo. La mató casi niña: a los 16 años

26/07/2018 - 8:15 pm

Esveidy Consuelo Fernández, de 16 años, fue brutalmente golpeada y asesinada presuntamente por Cristian Alejandro “N”, su pareja, el 6 de agosto de 2017. Fue en Ocosingo, Chiapas.

Tras supuestamente asesinar a la joven, el hombre intentó suicidarse y prender fuego a la vivienda, pero falló: un vecino lo vio en el exterior de la vivienda, dio parte a las autoridades y él fue detenido.

 María Fernández, mamá de Consuelo, plantea que espera que a finales de agosto se dicte la sentencia contra el responsable de la muerte de su hija. “Quiero que él pague por el resto de su vida porque me mató a mí también, a mis hijos, mi familia se desintegró por completo, ya no es lo mismo. Lo único que quiero es que pague”, dice la madre.

Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– Esveidy Consuelo Fernández fue brutalmente asesinada por su pareja, señalado por las autoridades como Cristian Alejandro “N”, en Ocosingo, Chiapas. En las próximas semanas se realizará una audiencia del juicio en donde se espera que se dicte la condena. María Fernández Jiménez, mamá de la víctima, pide un castigo ejemplar para el hombre que le quitó a su hija y, además, destruyó a su familia.

“Chelito”, como le decían de cariño su familia y amigos, nació un 17 de diciembre de 2000 en San Cristóbal de las Casas. Era la menor y la única mujer de cinco hermanos. La joven terminó la secundaria e iba a ingresar a la preparatoria cuando conoció a Cristian, con quien se fue a vivir en noviembre de 2015.

Desde entonces, la menor se dedicó a trabajar su propio puesto de antojitos, llamado “Chelito”, que le había traspasado su madre.

“Ella era muy tierna, callada y muy cariñosa. Me decía que me quería mucho ¡No sabe cuánto la extraño!”, dice la señora María Fernández en entrevista con SinEmbargo.

La mujer expone que Esveidy tenía problemas con su pareja, varios años mayor que ella, y que en reiteradas ocasiones trató de convencerla de dejarlo. Recuerda que en alguna ocasión logró alejarla un tiempo de Cristian Alejandro, sin embargo el hombre la buscó y logró convencerla convencerla de regresar con él.

La madre de Chelito volvió a su casa en San Cristobal. “Dejé que ella viviera su vida de matrimonio”, afirma la madre, quien desistió de sus intentos para separar a la pareja.

Pero lamenta: “Le juro que jamás, jamás pensé que me la fuera a matar”, dice entre lagrimas.

LA TRAGEDIA 

El reloj marcó la una de la madrugada del 6 del agosto de 2017. Fue cuando Luz María recibió una llamada de su hija.

“Mamá por favor márquele al número de Cristian y dígale que me deje. Ayúdeme por favor, por favor”, recuerda Mary que le dijo su hija y luego colgó.

A los pocos minutos, la joven le escribió por Whatsapp. En la declaración que realizó María ante el Ministerio Público citó los mensajes:

–No me deja salir –escribió la joven a su madre.

–¿Qué te hizo?, para decirle. Grita, pide auxilio –contestó la madre.

–Déjelo –replicó la menor.

–¿Qué te hizo? Dale con lo que encuentres. No te dejes hija –insistió Maria.

–Mami, descanse –le respondió.

–Qué te hizo –insistió la mujer, pero ya no recibió respuesta.

María siguió enviando mensajes.

“Dime, ¿está ahí contigo adentro? Llama a la patrulla, es el 911. Responde, pues. Ya ponlo en su lugar o te pasarás toda tu vida así”.

Decenas marcharon para exigir justicia por Gloria Castellanos Balcazar, hallada sin vida en enero de este año, y para visibilizar a las víctimas de feminicidio en Chiapas. Foto: Jacob García, Cuartoscuro

María no tenía saldo en su teléfono, por lo que usó el celular de uno de sus hijos para marcarle a Cristian.

La mujer relata que el hombre contestó la llamada y que le pidió que le pasara a su hija. Él respondió que no la conocía y que era un “número equivocado”, después colgó y ya no volvió a contestar el teléfono.

La madre de Consuelo reconoce que luego no supo qué hacer, “yo pensé que era un pleito más entre ellos”.

Transcurrió la noche. Cerca de las cuatro de la mañana, María recibió la llamada de su cuñada, quien vivía cerca de la casa de Consuelo, quien le pidió ir a Ocosingo porque había ocurrido una tragedia.

“Ella me dijo: ‘Los mataron’. Pero yo de inmediato supe que no fue así, no ‘los mataron’, él mató a mi hija, a mí bebé”, acusa la madre.

La joven fue golpeada y herida con un arma blanca. Su rostro quedó casi irreconocible por las lesiones.

Después de supuestamente privar de la vida a Consuelo, Cristian Alejandro trató de suicidarse. Se cortó parte del cuello y posteriormente prendió fuego a la casa donde vivían, detalla Luz María.

Un ciudadano reconoció al hombre desde el exterior de la vivienda, mientras la casa humeaba, y dio parte a las autoridades. Lo detuvieron.

CHIAPAS FEMINICIDA

Consuelo fue una de las 69 mujeres asesinadas en Chiapas sólo el año pasado. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta que en 2017, se registraron 40 homicidios de mujeres y 29 feminicidios en el estado.

El Observatorio Nacional de Feminicidio destaca, en su informe anual, que de enero de 2014 a octubre de 2017 se cometieron 275 asesinatos de mujeres en la entidad, de los cuales 123 fueron feminicidios.

En 2014 se cometieron 31 homicidios dolosos de mujeres y 29 feminicidios; en 2015, 40 homicidios dolosos y 35 feminicidios; en 2016, 46 homicidios dolosos y 32 feminicidios; y de enero a octubre de 2017 se cometieron 35 homicidios dolosos y 27 feminicidios, detalla el informe.

Del total de mujeres asesinadas de 2014 a 2016, 40 estaban solteras; diez casadas; 29 vivían en unión libre y en seis casos no se cuenta con este dato. La mayoría de las víctimas, 41, eran amas de casa, diez eran empleadas, cuatro estudiantes, dos comerciantes, seis desempleadas, dos educadoras, una era bailarina o ‘servidora sexual’, expone el OCNF en su estudio.

“Acerca de la edad de las víctimas, la autoridad informó que de los 64 feminicidios ocurridos en 2014 y 2015, seis mujeres eran menores de 10 años, 10 tenían entre 11 y 20 años; 24 mujeres tenían entre 21 y 30; 14 mujeres tenían entre 31 y 40 años, seis tenían entre 41 y 50 años, cuatro eran mayores de 60 y en un caso se desconoce la edad”, abunda el estudio publicado a inicios de año.

Mujeres protestan afuera del Congreso de Chiapas para exigir un alto a la violencia de género que se vive en el país. Foto: Jacob García, Cuartoscuro

La mayoría de las víctimas son asesinadas a golpes o con una arma blanca, como en el caso de Esveidy. De los 64 feminicidios entre 2014 y 2015, 16 las mataron con un arma blanca, otras 16 a golpes, 10 por asfixias, siete con arma de fuego, dos por otros métodos, y la autoridad no especifica el método para 13 casos.

Está por cumplirse un año del asesinato de Esveidy Consuelo y el proceso penal sigue abierto. Luz María Fernández relata que a lo largo de casi el año de buscar justicia para su hija ha recibido el maltrato de las autoridades de la entidad gobernada por Manuel Velasco Coello.

La mujer tuvo que acudir a organizaciones derechohumanistas para buscar ayuda en el proceso. “Ahorita los que me brindan apoyo son los de Derechos Humanos de aquí. El asesor jurídico que nos asignaron a veces ni nos habla, a nosotros, solo quiere hablar con la víctima, al inicio no nos querían dar acceso al expediente, pero por suerte un familiar es abogado y exigí mi derecho a ver el expediente. Nos han tratado muy mal las autoridades”, señala la madre.

A finales de agosto se realizará la audiencia oral, en donde se desahogarán todas las pruebas. “Tenemos una audiencia para el 30 de agosto, donde supuestamente ya le van a dictar sentencia”

La madre de la víctima espera, y pide que le apliquen la pena máxima al responsable.

“Quiero que él pague por el resto de su vida, porque me mató a mí, a mis hijos, mi familia se desintegró por completo, ya no es lo mismo. Lo único que quiero es que pague”, llama.

Sugeyry Romina Gándara
Ha trabajado como reportera y fotoperiodista de nota roja en Chihuahua. Los últimos años, ya radicada en CdMx, los ha dedicado a cobertura sobre temas de desaparición, seguridad y víctimas de la violencia.
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