Son los jóvenes con más edad y escolaridad quienes muestran mayor interés por votar. Al respecto, el 93.3 por ciento de aquellos con 13 años escolares y más manifestó su intención de hacerlo, mientras que sólo el 82.6 por ciento de quienes tenían hasta 6 años escolares mostró su interés en acudir a las urnas.
Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– Uno de los sectores clave para los comicios será el de los jóvenes de 18 a 29 años, quienes representan una tercera parte de los posibles votos de la elección presidencial. Sin embargo, en este segmento poblacional existe un amplio desinterés hacia lo que significa la política.
En el programa Puntos y Comas, que es transmitido en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, se comentaron los resultados del estudio “La confianza y la participación de la juventud en la democracia”, realizado por Silvia Gómez Tagle y José Eduardo García, el cual señala que sólo al 7 por ciento de los jóvenes —entre 18 y 29 años de edad— le interesa mucho la política y al 57 por ciento le importa muy poco.
El estudio toma como base las encuestas nacionales de Cultura Política de los Jóvenes 2012 y 2018, en la que contribuyeron, entre otras instituciones, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, El Colegio de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, y varios institutos electorales estatales.
Los resultados muestran que son los jóvenes con más edad y escolaridad quienes muestran mayor interés por votar. Al respecto, el 93.3 por ciento de aquellos con 13 años escolares y más manifestó su intención de hacerlo, mientras que sólo el 82.6 por ciento de quienes tenían hasta 6 años escolares mostró su interés en acudir a las urnas.
En ese sentido, el 36 por ciento de los jóvenes vota con la ilusión de que mejoren sus condiciones de vida; el 20 por ciento para que haya más justicia social en el país; el 11.5 por ciento para tener un mejor gobierno; el 11.1 por ciento para nada, 9.8 por ciento para que los políticos cumplan lo que les prometieron; el 6.6 por ciento para que se elimine la inseguridad y la violencia, y el 2 por ciento para obtener una recompensa.
El estudio señala que la juventud mexicana ha sufrido el abandono de los gobiernos, federal o locales en diferentes aspectos, ya sea por el limitado acceso a la educación, la falta de empleos, la carencia de servicios de salud, la escasez de espacios culturales, jurídicos, de participación y esparcimiento, etcétera.
Esta precarización de servicios, añade, genera incertidumbres y una notable desconfianza de los jóvenes hacia los cuerpos institucionales de la política que se refleja no sólo en “una apatía de participación cívica”, sino también se marca en el rechazo a las formas más convencionales de la política, por lo que cabe preguntarse si los jóvenes son apáticos y apolíticos por sí mismos, o por encontrarse en un contexto de abandono de las políticas públicas.
El estudio parte de una análisis de 2018, antes de la implementación de programas centrados en este sector como el denominado Jóvenes Construyendo el Futuro.
Ahora, ¿qué tanto confían los jóvenes en las instancias gubernamentales? Es una pregunta que deberían plantearse los políticos y los partidos políticos rumbo a los comicios presidenciales del 2024.
Para fines estadísticos se han tomado distintos rangos de edad, por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Panamericana de la Salud consideran jóvenes a “aquellas personas entre los 15 y 24 años de edad”. Para el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Nacional de la Juventud, de la Secretaría de Desarrollo Social, la población joven incluye a los individuos que tienen entre 15 y 29 años.
Sin embargo, en esta investigación se toma como “jóvenes” a las personas que se encuentran entre los 18 y los 29 años de edad, que tienen la posibilidad de votar.
Si consideramos el nivel escolar, en la muestra de 2018, encontramos que la mayoría de jóvenes se ubica entre los 7 y los 12 años de escolaridad: 77.7 por ciento mujeres y 82.3 por ciento hombres, dando un total de 80 por ciento de jóvenes que han estudiado la primaria o secundaria. Mientras que el 16.1 por ciento ha cursado 13 años o más y el 3.8 por ciento sólo ha cursado hasta 6 años.
Ahora, qué tanto saben los jóvenes sobre los órganos electorales. En la gráfica 1 se aprecia que la gran diferencia entre el INE y los OPL no está en las funciones específicas que se atribuyen a cada organismo, sino en los que están desinformados. Asimismo, se observa que más de la mitad de los entrevistados tiene confusión respecto de las funciones que corresponden a cada institución, ya que también piensan que “emitir la credencial para votar” es responsabilidad tanto de los OPL como del INE.
Ahora, cuando los jóvenes fueron cuestionados sobre si podían mencionar algunos temas de las últimas campañas de los institutos electorales para incentivar el voto, el 83.7 por ciento dijo que no. En cuanto, a si recordaban los mensajes de los tribunales electorales, el 95.8 respondió también que no.
Los mismos resultados arrojaron que el partido con el que más se identificaban en 2018 era Morena (26.7 por ciento), el PAN (14.1 por ciento), el PRI (8.9 por ciento) y otros (3.5). En contraparte, el 44 por ciento dijo no identificarse con ninguno.
Al preguntarles quién está interesado en ellos, el 51.8 por ciento de los jóvenes dijo que la familia; el 18.3 por ciento que nadie; el 5.5 por ciento que el gobierno; el 5.1 por ciento que las pandillas; el 4.8 por ciento que los amigos; el 4.7 que el crimen organizado; el 2.3 por ciento dijo que los políticos, y el 2.2 por ciento que los partidos políticos.