Los aranceles al acero y aluminio que el Gobierno de Donald Trump aplicó a México le saldrá caro, al menos para la industria quesera estadounidense, la cual exporta al país más de la cuarta parte de sus productos.
“Los productores lecheros estadounidenses dependen de México. Si estos aranceles se mantienen durante más de seis meses, los productores tendrán que trabajar mucho para encontrar nuevos mercados”, destacó un informe del banco holandés Rabobank.
La Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) aseguró que los productores nacionales tienen la capacidad de solventar al mercado interno sin necesidad de las exportaciones de Estados Unidos. Para Carlos Yescas, del Instituto Mexicano del Queso, los aranceles beneficiarían aún más a la industria si las tiendas de autoservicio deciden hacerle la compra a los queseros mexicanos.
Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– Los aranceles que México aplicará a partir de julio a algunos productos, como el queso, procedentes de Estados Unidos, beneficiará a la industria nacional, prevén productores y la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec). Dijeron que es clave que los ciudadanos mexicanos ayuden consumiendo lo que se produce cán.
El pasado 30 de mayo, el Presidente estadounidense Donald Trump decidió aplicar aranceles al acero y aluminio procedentes de México y Canadá, países que habían quedado exentos en un principio. La medida provocó que la Secretaría de Economía (SE) anunciara una serie de impuestos a diversos productos de Estados Unidos.
El 5 de junio, el Gobierno mexicano publicó la lista que incluye un cargo impositivo del 20 por ciento a las importaciones de carne de cerdo, manzanas y papas estadounidenses, y tarifas de entre 20 y 25 por ciento sobre varios tipos de quesos y whisky.
Para los productores de queso mexicanos, Estados Unidos lleva las de perder en esta guerra comercial. “Los aranceles que México impondrá al queso no afectarán el mercado nacional, al contrario: es una oportunidad para nosotros”, dijo a SinEmbargo René Fonseca Medina, director general de la Canilec.
Si bien el 75 por ciento de los quesos que importa México proviene de Estados Unidos, esa cantidad es mínima pues el 80 por ciento del producto que se vende en el territorio nacional la elaboran compañías mexicanas, de acuerdo con Carlos Yescas, Consejero Rector del Instituto Mexicano del Queso.
Las empresas mexicanas que más producen queso en México son Esmeralda, Chilchota, Navarro y Grupo Lala.
Para el director general de la Canilec, México tiene la capacidad de solventar al mercado interno. “Tenemos un margen para completar ese volumen de queso que no vendrá de Estados Unidos y en un escenario donde no haya la capacidad de cubrir la demanda nacional, México puede recurrir a países de la Unión Europea con quienes tiene un acuerdo comercial firmado”.
El pasado 23 de abril, la Unión Europea y México sellaron la modernización de su acuerdo comercial, que databa del año 2000, para incluir novedades en capítulos como las reglas de origen y el comercio de bienes y para añadir nuevas normas sobre desarrollo sostenible y contra la corrupción.
El queso manchego era uno de los temas que retrasó cuatro meses la firma del acuerdo, pero finalmente los negociadores acordaron que México hará que la indicación geográfica española “Queso Manchego” coexista en el país con un producto lácteo llamado igual pero de características diferentes.
Carlos Yescas, del Instituto Mexicano del Queso, dijo que los aranceles al queso podrían beneficiar a la industria sólo si las tiendas de autoservicio deciden comprarle a los productores mexicanos.
“Los productores mexicanos tienen capacidad de abastecer el mercado nacional sin las importaciones de Estados Unidos al precio correcto, sin embargo, hay mucho auto-servicio que prefiere vender queso del país vecino porque su precio es bajo. Esos quesos están altamente subsidiados y llegan a Mexico a un precio bajísimo, donde el productor artesanal mexicano no puede competir ya que no existen los mismos apoyos para nuestros queseros y productores de leche”, explicó.
De acuerdo con Yescas, hay algunos queseros que están contentos con la medida del Gobierno federal, ya que ven una oportunidad para vender sus productos. “Éstos son sólo aquellos que producen queso de muy bajo costo, que es donde mucho del queso de Estados Unidos compite”, en cambio, los queseros artesanales no se ven tan beneficiados, pues la medida aplica sólo para quesos pre-rallados, o comerciales como el tipo Fontina, tipo Parmesano o tipo Havarti.
“Por ejemplo, un productor de Cotija de la Región de Origen esta más preocupado por el queso pirata que se hace en Hidalgo que es tipo Cotija, que por un queso tipo Mozzarella de los Estados Unidos. Los aranceles son para quesos pre-rallados, o comerciales como el tipo Fontina, tipo Parmesano, o tipo Havarti, estos se consumen en Mexico en loncherías y restaurantes de cadena”, detalló Yescas, quien también es juez internacional y catador de queso.
Datos del Instituto Mexicano del Queso indican que en 2015, 164 mil toneladas de queso procesado se comercializaban en el canal informal contra 118 mil toneladas que se vendieron en tiendas de autoservicio.
Sobre la ayuda que reciben los pequeños productores del queso y productores artesanales por parte del Gobierno, Carlos Yescas precisó que a nivel federal no existe un programa que impulse a la industria y son contados los estados que los impulsan con festivales.
“En la administración pasada (en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa) hubo un interés por el sector, pero se avanzó poco en el apoyo de productores artesanales. A nivel estatal, actualmente únicamente Tabasco cuenta con una estrategia de apoyo a sus queseros con el Festival del Queso. En sexenios anteriores, los gobiernos de Chiapas, Oaxaca y Baja California habían tratado de crear programas de apoyo, pero esos sólo duraron durante las administraciones correspondientes ynunca despegaron por la falta de acuerdos reales”, señaló.
La industria láctea estadounidense depende cada vez más de las exportaciones, en especial de las que se dirigen a México, por lo que la medida arancelaria podría derivar en una reducción de los envíos y disminuir los precios de los procesadores, de acuerdo con un informe del banco holandés Rabobank difundido por Bloomberg.
“Los productores lecheros estadounidenses dependen de que México compre más de la cuarta parte de sus exportaciones de queso. Si estos aranceles se mantienen durante más de seis meses, los productores tendrán que trabajar mucho para encontrar nuevos mercados”, destacó el informe.
De acuerdo con la Canilec, en México se producen alrededor de 397 mil 983 toneladas de queso tipo chihuahua, amarillo, crema, doble crema, fresco, manchego, oaxaca y panela.
