–Con información de EFE, Apro y Notimex
El Partido Acción Nacional (PAN), el del Trabajo (PT), el de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) se han unido sin ponerse de acuerdo. A unas horas de los cierres de campaña de sus respectivos candidatos, lanzaron un sólo reclamo: que los gobernadores del Revolucionario Institucional (PRI) saquen las manos del proceso, dejen de repartir recursos ilegales a los votantes, y permitan que acudan con libertad y sin compromisos a las urnas este 1 de julio.
Las denuncias en contra de los mandatarios priistas han llovido casi a diario desde que Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas, hablara hace dos semanas de una reunión entre el abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto, y los jefes de los poderes ejecutivos regionales. Dijo que organizaban una “Operación Maletas”.
Ahora, hasta el Acción Nacional ha reclamado al tricolor por una supuesta intervención masiva y regionalizada.
Hasta el momento, el Instituto Federal Electoral (IFE) no ha expresado una sola palabra respecto a las quejas contra los gobernadores tricolores.
Los cuatro partidos, que son oposición en las urnas, acusan a los gobernadores de distintos delitos electorales, como coacción y compra de votos. A nivel local y nacional, los cuatro partidos han mostrado fotos, videos y evidencias de reparto de cheques, tarjetas, artículos o dinero en efectivo.
Ayer, en la cereza de los señalamientos contra los gobernadores priistas, el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, lamentó en Campeche la “traición” del expresidente Vicente Fox al PAN y a su candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, y sacó el tema que los une: dijo que a Fox lo compraron los gobernadores priistas con “unos cuantos contratos para su fundación”.
Poco antes, en la Ciudad de México, durante su conferencia matutina, López Obrador hizo un nuevo llamado a los mismos gobernadores del PRI para que no cometan fraude el próximo 1 de julio. “Recapaciten, dejen en libertad a la gente para que sean ellos quienes decidan”, dijo. Ya antes les había pedido que repartieran el dinero de “Operación Maletas” en fundaciones, en lugar de comprar votos con ellos.
El candidato de la coalición Movimiento Progresista dijo que si Enrique Peña Nieto estuviera tan seguro de ganar, no estarían regalando tarjetas ni miles de despensas para obtener el voto de la gente.
“Está repartiendo millones, está desesperado”, señaló López Obrador.
Horas más tardes, el PAN hizo el mismo reclamo. El equipo de campaña de la candidata presidencial denunció, ya por la tarde, que el PRI efectúa acciones de “delincuencia electoral organizada” mediante tarjetas de débito para que la gente opere a su favor el día de las elecciones, con depósitos que suman más de 700 millones de pesos.
El coordinador de la campaña de la abanderada del PAN, Roberto Gil Zuarth, acompañado por el vocero Juan Ignacio Zavala, informó que dichas tarjetas del banco Monex se reparten en todo el país y que cuentan con testimonios de quienes las recibieron, por lo que presentarán la denuncia ante el IFE.
Detalló que a través de depósitos se entregarán 701 millones 471 mil 800 pesos a 162 mil 941 mil priistas, entre representantes de casillas y representantes generales, así como a delegados distritales.
El PRI rebasa con esos recursos el tope de campaña estipulado en 330 millones de pesos, señaló Gil Zuarth.
El mismo panorama nacional se sucedió en otras entidades. Por ejemplo, en Monterrey. Los candidatos a alcaldes por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y del Trabajo denunciaron que personas ligadas al Revolucionario Institucional (PRI) pagan hasta 500 pesos por comprometer el voto de los ciudadanos a favor de ese partido.
Margarita Arellanes (PAN), Hugo Fernández (PT) y Aliber Rodríguez (PRD) anunciaron, en una insólita conferencia conjunta, la conformación de un bloque por la defensa del voto, y pidieron a la ciudadanía denunciar cualquier comportamiento ilegal de simpatizantes y candidatos del PRI.
Como prueba de sus dichos, Fernández presentó fotografías de una camioneta ubicada en el cruce de las calles Hidalgo y Garibaldi, en el centro de esta capital, en la que detectaron a personas ofreciendo dinero a cambio de su voto por el PRI.
“Quienes estamos en esta contienda exigimos un alto a estos actos desesperados donde intentan engañar a los regiomontanos. No vamos a dejar que gente de otros estados o mapaches de aquí compren el voto. Vamos a trabajar por y para los ciudadanos en favor de la democracia”, aseveró.
En la misma conferencia, Rocío Montalvo, asistente del candidato a diputado federal de la coalición ‘Movimiento Progresista’ por el distrito 7, Juan Antonio Limón, dijo que ella comprobó personalmente la coacción ejercida por el PRI en las colonias Independencia y Garza Nieto.
Señaló que en días pasados aceptó mostrar su credencial y a cambio le dieron una tarjeta de descuentos para el pago de agua potable y energía eléctrica, con un valor de 500 pesos. Tras ello, dijo, acudió a un centro comercial donde mostró el documento y obtuvo un descuento de 150 pesos.
Y, por si fuera poco, mencionó que enfrentó dificultades para denunciar el hecho, pues al acudir a las instalaciones de la Procuraduría General de la República –añadió– le comentaron que necesitaba presentarse en la Ciudad de México para denunciar directamente en las oficinas centrales de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade).
“Lástima que gasten tanto dinero en la publicidad y haya poca asesoría”, agregó decepcionada.
MANCHA DE FRAUDE
Ayer mismo, el candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado para que no se intente frenar a la ciudadanía en su derecho de elegir libremente a sus gobernantes, ya que “una mancha de fraude no se quita ni con el agua de todos los océanos”.
Sostuvo que es mejor vivir en la pobreza que hundirse en la deshonra cuando se compran conciencias y se trafica con la necesidad de la gente.
No obstante, el abanderado de la alianza que integran PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) confió en que la mayoría de los mexicanos no caerá en la trampa de la provocación, ya que “el pueblo no está para limosnas ni migajas”.
En Morelia, Michoacán, AMLO se dirigió a directamente al gobernador Fausto Vallejo. Le digo que debe abstenerse de cualquier intento que impida que los michoacanos elijan libremente el próximo 1 de julio”, advirtió el candidato presidencial.
“Le recuerdo que la mancha de un fraude electoral no se borra ni con toda el agua de los océanos, pues es mejor heredar a los hijos pobreza en vez de deshonra”, arengó desde el templete el exjefe de gobierno de la Ciudad de México.
Y en la capital hidalguense, López Obrador reiteró sus señalamientos sobre la intención de los priistas por ganar el proceso electoral a como dé lugar, ya que creían que podían regresar al poder usando a las televisoras.
Sin embargo, dijo que el plan de Peña Nieto resultó fallido por la irrupción de los jóvenes estudiantes al escenario político, manifestándose en contra del candidato que representa a un sistema que “ya se pudrió”.
Recordó que el principal operador de Peña Nieto, el secretario de Organización del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, y otros “estrategas” se dieron cuenta de que iba en picada su candidato.
Entonces se reunieron y lo primero que hicieron fue salir a Guanajuato para buscar a Vicente Fox y pedirle que cometiera “esa canallada de darle la espalda a su partido y a su candidata. No les funcionó la estrategia”, sentenció.
Enseguida reeditaron la “guerra sucia”, como en el 2006, acusó.
EL IFE QUIERE SU PACTO
Las autoridades electorales de México anunciaron hoy su intención de conseguir por parte de los partidos políticos un compromiso para respetar los resultados de los comicios del domingo y evitar la larga polémica que consumió al país tras las elecciones del 2006.
El anuncio fue hecho por el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Leonardo Valdés, la figura de la que depende que México cierre este proceso electoral libre de polémicas y conflictos sobre el resultado de la votación.
Valdés dijo a los periodistas que el IFE está en contacto con los coordinadores de campaña y líderes partidistas para que los cuatro candidatos presidenciales acudan en los próximos días a la sede del instituto electoral para firmar un “pacto de civilidad”.
En dicho convenio, los aspirantes se comprometerían a reconocer los resultados oficiales de las elecciones y se pronunciarían contra cualquier acto de violencia en el proceso electoral, particularmente el día de la votación.
“Nuestra idea es que en el curso de esta semana podamos hacer coincidir las agendas de los cuatro candidatos presidenciales, de los siete presidentes de los partidos políticos, para que vengan al IFE, y para que organizaciones de la sociedad civil atestigüen la firma del documento”, expuso Valdés.
EL PAN PIDE A GOBERNADORES DEL PRI QUE “SAQUEN LAS MANOS” Y NO REALICEN ACCIONES A FAVOR DE EPN