¿Conoces las condiciones en las que millones de animales son transportados todos los días desde las granjas hacia los mataderos? Seguro has visto los camiones y tráileres circulando por carreteras y las avenidas principales de tu ciudad, pero quizás no has querido tomarte un momento para imaginar lo que sienten los animales, lo que transmiten esas miradas confundidas, aterrorizadas y cansadas.
Los animales son obligados a nacer y crecer en las granjas industriales. Viven en condiciones antihigiénicas y deplorables, en espacios abarrotados y muchos también son mutilados. Apenas nacen y ya perdieron su libertad, por si fuera poco crecer en estos espacios y tener su día de muerte programado, aún les espera un trayecto muy largo e infernal hacia el matadero.
Cuando el día de su muerte llega, suelen ser golpeados, pateados e incluso, en ocasiones se utilizan varas eléctricas para obligarlos a subir a los camiones que los llevarán al matadero. Una vez dentro, viajan hacinados uno junto al otro, de pie, entre heces y orina, lo cual vuelve más peligroso el trayecto ya que pueden resbalar y caer. Viajan sin agua, sin comida, soportando las inclemencias del clima y son expuestos a sonidos fuertes y otras situaciones que nunca antes habían percibido. La combinación de todas estas condiciones algunas veces trae como consecuencia fracturas, paros cardíacos, asfixia y en otros casos una muerte lenta durante el trayecto.
Quienes sobreviven el trayecto y llegan al matadero, nuevamente son obligados a salir de los vehículos, algunas veces sin el apoyo de rampas, con sus cuerpos exhaustos y muy asustados, lo cual en ocasiones provoca lesiones y fracturas en sus extremidades. Sin importar que esto les suceda, se les sigue obligando a avanzar hacia el último destino, donde serán asesinados y sus cuerpos serán vendidos para nuestro consumo.
La NOM-051-ZOO-1995 en México habla sobre el trato "humanitario" en la movilización de animales, busca disminuir su sufrimiento, pero realmente es muy obsoleta. Han habido incontables accidentes viales en donde las principales víctimas son los animales y no hay planes de contingencia que indiquen cómo actuar cuando hay, por ejemplo, una volcadura con animales vivos, estos animales no reciben ayuda ni atención, son dejados a su suerte y mueren de maneras lentas y dolorosas.
¿Qué podemos hacer al respecto? Cuestionar nuestras elecciones a la hora de comer e informarnos sobre las industrias y prácticas a las que estamos destinando nuestro dinero. ¿Realmente queremos seguir financiando esto?
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