El Gobierno de Corea del Norte no ha reportado nuevos decesos por presunta COVID-19; sin embargo, registraron más de 100 mil nuevos casos de fiebre asociadas a la enfermedad.
Seúl, 26 may (EFE).- Las autoridades norcoreanas no reportaron hoy ninguna muerte ligada aparentemente a la COVID por tercer día consecutivo, aunque informaron de algo más de 105 mil 500 nuevos casos de fiebres sospechosas en un momento en que el ritmo de contagio parece estar ralentizándose.
En total, unos 3.17 millones de personas, casi el 13 por ciento de la población del país, han contraído “fiebres” (término que emplea el régimen, que apenas tiene capacidad para testar, para referirse a los casos sospechosos), de los cuales 2.9 millones se han recuperado y unos 271 mil 810 están actualmente en tratamiento, según detalló hoy la agencia estatal KCNA.
Desde que Pionyang confirmó la presencia del virus por primera vez en pandemia el pasado 12 de mayo, 68 personas han fallecido aparentemente de COVID.
Asimismo, las cifras de posibles contagios diarios reportadas por las autoridades han ido en descenso y, tras un pico de más 392 mil el pasado 15 de mayo, se han mantenido por debajo de 200 mil por quinto día seguido, una tendencia que ha llevado al régimen a calificar de éxito su respuesta para frenar los contagios.
Las cifras que se han ido publicando apuntan a una propagación asombrosamente rápida de la COVID y a una mortalidad inusualmente baja en un país empobrecido sin capacidades de testeo y que no dispone de vacunas.
No obstante, los servicios de inteligencia surcoreanos consideran que muchas de esas “fiebres” podrían tratarse de otras enfermedades que circulan en el país vecino como el sarampión o fiebres tifoideas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido al régimen que comparta datos y ha expresado su preocupación por los efectos que la COVID pueda tener en una población que en gran medida ya padece otros problemas de salud subyacentes.
Los expertos creen que Corea del Norte, que no ha administrado una sola vacuna y tiene sus fronteras cerradas a cal y canto desde principios de 2020, no está dispuesta a aceptar de momento donaciones de vacunas.