Para enero, tres embriones se habían gestado y preservado en nitrógeno líquido. Pero ahora deben esperar los próximos pasos clave, debido a la pandemia.
NANYUKI, Kenia, 26 mayo (AP).- No es tanto un caso de coito interrumpido, sino que los intentos por gestar una cría muy especial están definitivamente suspendidos por culpa de la pandemia.
La tarea innovadora de evitar la extinción de la subespecie del rinoceronte blanco del norte, con una población de dos, por medio de la fecundación in vitro se ha detenido por restricciones de viaje. Y el tiempo se agota.
Los dos rinocerontes blancos del norte son hembras. El objetivo es gestar embriones viables en un laboratorio al inseminar sus óvulos con espermatozoides congelados de machos ya muertos, luego transferirlos a una madre sustituta, una hembra de rinoceronte blanco del sur , subespecie, más común.
Para enero, tres embriones se habían gestado y preservado en nitrógeno líquido. Pero ahora deben esperar los próximos pasos clave.
“Como todo lo demás, se ha interrumpido por la COVID-19”, lamentó Richard Vigne, director de OI Pejeta Conservancy en Kenia, hogar de las rinocerontes que quedan. “Eso es, el proceso de recolectar más óvulos de las hembras, así como el proceso de desarrollar la técnica para introducir el embrión del rinoceronte blanco del norte a las hembras rinocerontes blancos del sur”.
Se trata de un esfuerzo internacional que incluye a ecologistas de Kenia, República Checa, Alemania e Italia, muchos de ellos afectados por el cierre de fronteras o restricciones de viaje.
Para quienes están involucrados en el proyecto, sumamente conscientes del tiempo, la demora puede resultar dolorosa. El procedimiento para crear embriones viables ha demostrado ser seguro, dicen, y puede realizarse regularmente antes que los animales sean demasiado viejos.
En enero, se planeó para los siguientes meses la transferencia de los embriones a las madres sustitutas. En marzo, el plan había sido reunir otra ronda de óvulos de las dos hembras que quedan.
Pero como esos óvulos son limitados, los científicos trabajan con embriones de rinocerontes blancos del sur hasta que puedan lograr un embarazo exitoso. Hasta ahora, siete u ocho han fracasado. Se necesita una hembra receptiva, junto con el conocimiento de exactamente cuándo ovula.
“Sabemos que tenemos el tiempo en nuestra contra”, indicó Cesare Galli, un experto en fecundación in vitro establecido en Italia. “Las hembras envejecerán y no tenemos muchas de dónde escoger”.