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La crisis del coronavirus puede suponer una reversión en los derechos de las mujeres: ONU

26/04/2020 - 3:02 pm

La pandemia por el coronavirus y el confinamiento están provocando un incremento en la violencia de género, debido a que las mujeres no pueden salir de casa, es más difícil moverse, pedir ayuda. Anita Bhatia, Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, cree que durante la emergencia sanitaria muchos de los derechos ganados por el movimiento feminista pueden perderse.

Por Ana Requena Aguilar

Madrid, España, 26 de abril (ElDiario.es).- ¿Qué está pasando con la violencia machista durante el confinamiento?¿Está el derecho al aborto en peligro?¿Y los ya de por sí limitados avances conseguidos en el mercado laboral y el reparto de los cuidados? La crisis sanitaria del coronavirus y su impacto de género, presente y futuro, es una de las preocupaciones de Anita Bhatia, Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, que atiende a eldiario.es desde Washington. Bhatia se muestra pesimista sobre los efectos que esta crisis puede tener sobre la igualdad y reivindica más mujeres al mando, más perspectiva de género en las políticas y más datos desagregados por sexo.

Con los datos y la información disponibles ahora mismo, ¿cuál diría que está siendo el impacto de género de la crisis del coronavirus en el mundo?

Está teniendo un impacto muy diferente sobre mujeres y hombres. Sabemos que hay más hombres que están muriendo, pero sabemos también que las mujeres tienen un rol que es fundamental, muy importante y peligroso durante la crisis. El 70 por ciento de las personas que trabajan en primera línea -en limpieza, sanidad o tiendas- son mujeres. Así que su riesgo de contagiarse es más alto.

También sabemos a través de las organizaciones de mujeres y de los gobiernos que la violencia de género que se está dando en las casas es mayor hoy en día. ¿Y por qué está pasando eso? Porque las condiciones que necesitamos para luchar contra el virus son las mismas condiciones ideales que necesitan muchos hombres para cometer los abusos: no se puede salir afuera, es más difícil moverse, pedir ayuda. En algunos lugares se están poniendo en marcha mecanismos para que, por ejemplo, las mujeres que vayan a la farmacia puedan pedir ayuda. En muchos países las llamadas de teléfono y búsquedas de Internet de mujeres al respecto están aumentando muchísimo. Para muchas mujeres, el lugar donde debes tener seguridad, su casa, es el lugar donde no la tienen. Por eso, los servicios de atención deben ser considerados servicios esenciales y tienen que estar abiertos.

Anita Bhatia piensa que durante la emergencia sanitaria las mujeres pueden perder derechos que se habían ganado. Foto: ONU Mujeres

Y en tercer lugar, ¿quién está decidiendo qué tipo de políticas debemos aplicar? Apenas hay mujeres. Cuando ponemos la tele vemos que quien habla y decide mayoritariamente sobre esta situación son hombres. Necesitamos tener más mujeres en la mesa para discutir qué es lo que tenemos que hacer.

Buena parte de esas políticas que se están decidiendo son económicas y buscar frenar una crisis que está arrasando el empleo, pero que también está poniendo en una situación muy difícil a quienes viven de la economía informal. Por otro lado, los hogares están soportando más carga de trabajo no remunerado, ¿es todo esto un riesgo para los derechos laborales y económicos de las mujeres?

Se está hablando de poner más dinero en la economía, la cuestión es ¿cómo vamos a gastarlo? El impacto sobre las mujeres es mucho más alto, tanto en la economía formal como en la informal. En muchos países quienes están en la economía informal son sobre todo mujeres que ahora se quedan sin trabajo. Así que ahora tienen que estar más pendientes de sus ingresos mientras hacen aún más trabajo en la casa. Las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres al trabajo no pagado

Corremos el peligro de sufrir una reversión, vamos a volver varias décadas atrás, a cuando las mujeres no tenían su propio rol en la economía formal. El problema es cómo van a tener las mujeres comida en la mesa hoy, pero también cómo se va a volver al trabajo.

Es usted entonces negativa en sus predicciones, ¿cree que hay un riesgo real de que esta crisis suponga un retroceso en los derechos de las mujeres?

Absolutamente sí. Si ya antes de la crisis ningún país en el mundo llegó a una igualdad total, ahora con la crisis hay un riesgo muy alto de que perdamos lo que hemos ganado y de que tengamos nuevos problemas. De otras crisis ya sabemos que las mujeres no vuelve al trabajo de la manera que lo hacían antes, por ejemplo. Esta crisis tiene un impacto fundamental en la economía, tenemos que pensar cómo vamos a tener en cuenta estos sesgos a la hora de reconstruirla. Tener en cuenta que muchas mujeres no tienen acceso a la capacitación necesaria para trabajar de forma remota o acceder a empleos digitales.

En muchos lugares se habla de que esta crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa la crisis de cuidados que viven las sociedades. ¿Cómo salimos de esta?

Creemos que son más necesarias que nunca las políticas de conciliación, de cuidados y corresponsabilidad. Los estados tienen que hacerse cargo. Pero el sector privado tiene que asumir que a lo mejor tenemos que trabajar de otra manera, porque si no, lo que sucederá es que nosotras nos retiraremos para que efectivamente trabajen ellos. Las empresas deben asumir que hay que trabajar diferente y que esto no lo puede solucionar solamente una parte de la sociedad. Todo tiene que cambiar, tenemos que revisar las políticas públicas y las empresariales.

¿Puede esta crisis tener un impacto también sobre las brechas de género en la educación?

Después de algo así muchas mujeres no vuelven a la educación formal, es algo cuyo impacto veremos no solo ahora, sino en diez o en veinte años, cuando esas niñas crezcan. Muchas de esas niñas se van a quedar en casa a hacerse cargo del trabajo de cuidados, a asumir las tareas que el estado no provisiona.

Volviendo al impacto sanitario. Algunos estudios sobre el caso de Wuhan hablan de que el tabaquismo o ciertos hábitos perjudiciales y afecciones previas podrían estar detrás de la mayor mortalidad masculina. ¿Están los roles de género influyendo incluso en el contagio y la mortalidad de este virus?

No tenemos muchos datos, todavía es pronto pero sí sabemos de esa experiencia china. Necesitamos más investigación sobre por qué exactamente los hombres están teniendo una tasa de mortalidad más alta que las mujeres. Todo eso tiene impacto en las políticas. Nosotras estamos trabajando con los datos, para ver qué está pasando con mujeres y hombres en muchos aspectos, es muy importante para formular políticas que puedan responder a todo esto.

Mencionan que otras crisis sanitarias tuvieron un impacto negativo en la salud materna, por ejemplo, incrementando la tasa de mortalidad materna, ¿también en esta ocasión temen ese impacto?

Sí, tiene que ver con el hecho de que no hay inversión suficiente en el sistema de salud pública. Si no tienes la infraestructura sanitaria básica, cuando viene una crisis del tamaño del COVID-19 todos los recursos van a ir allá y se olvidan otras necesidades, como la salud maternal.

Activistas y organizaciones de muchos lugares del mundo están alertando de que esta crisis sanitaria está sirviendo a fuerzas conservadoras para paralizar o retroceder en cuanto al derecho al aborto se refiere, ¿es así?

Parece que sí y estamos pendiente de ello, aunque no es el mandato específico de ONU Mujeres. Sí sabemos que algunos estados de EU que trataron de aprovechar este momento para restringir el derecho al aborto diciendo que se trata de una prestación no esencial han tenido que dar marcha atrás, como Tenesse.

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