Ciudad de México, 26 de abril (SinEmbargo).- Seis partidos seguidos sin que le conecten un hit es la carta de presentación de Ashley Thompson, jugadora de softbol que deslumbra a Estados Unidos y todo amante de la pelota blanda y sus prospectos a futuro.
La atleta está en su último año de preparatoria con Águilas de Connell (Washington), donde sus aptitudes tanto al estar en la caja de bateo (récord de jonrones en una temporada), así como al lanzar la pelota blanda, sin demeritar los esfuerzos que realiza en la preparatoria que culminará con promedio de casi 10.
“Lo mantengo sencillo, intento quedarme en lo básico, ignoro a las compañeras que están en las colchonetas, así como a todo lo que me rodea y me enfoco en el aspecto interno del juego. Ese es mi método de éxito”, dijo a Yahoo Sports.
Donde más destaca la jugadora es al lanzar, con 4 de sus sin hit consecutivos (7 en toda la temporada) han sido además la máxima joya del pitcheo: juego perfecto. Esto le beneficia en otros departamentos como su marca (13-0), con poco más de 70 entradas lanzadas y promedio de carreras limpias inferior a 1.00.
Por si esto fuera poco, Thompson también se ayuda del otro lado del beisbol, pues con el bat luce un porcentaje de bateo de .710, con 7 cuadrangulares y 32 carreras remolcadas en los primeros 13 compromisos.
Esto viene precedido de una temporada en la que impuso récord de más cuadrangulares en una temporada (23), así como de carreras anotadas (46).
Pero la jugadora de softbol no olvida que con el brazo es como más domina, esa dotada extremidad que la tiene con marca de 72-6 en toda la preparatoria, y apenas permitiendo 8 inatrapables de 172 bateadoras que ha enfrentado.
Una de las que batalló contra ella es Alex Shuster, quien recordó: “El único lanzamiento que el conecté el año pasado fue un cambio, y fue atrapado. Pensé ‘es inservible esto, vámonos’”.
Pero ahora Shuster es la receptora de Thompson en Connell tras un cambio de escuela y seguir la frase de “si no puedes, únetele”. La catcher igual sufre a Ashley con sus rectas que en ocasiones rebasan las 60 millas por hora y que invariablemente inflaman los dedos de Shuster.
La lanzadora de softbol de bachillerato más dominante en Estados Unidos es parte del equipo bicampeón de la máxima categoría de softbol en bachillerato estadounidense, y amplias favoritas para lograr el “tri”, algo que reconoció la pone nerviosa.
“No creo que cualquiera espere que un equipo gane dos veces al hilo. Pero si ya lo hicieron, entonces la tercera vez creo que si lo esperan un poco más, lo cual complica un poco”, dijo.
Es el futuro uno de los temas que inquietaba a Ashley, quien recibió su primer ofrecimiento de beca por la Universidad de Alabama en Birmingham cuando estaba en su primer año de preparatoria (décimo grado en Estados Unidos).
La joven les aceptó la oferta (de palabra), hasta que un año después la desestimó tras reconocer que se apresuró en tomar la decisión. Pero el error se lo repitió un año después a la Universidad de Washington, luego de que visitó la escuela donde más “en casa” se sintió: BYU.
“Fui para allá a visitar, y me di cuenta que era exactamente lo que quería. Todo el entorno me hizo sentir que pertenecía ahí. La moral que tienen ahí, los valores con los cuales se enorgullecen, definitivamente puedo relacionarme con ellos. Sentí que encajé realmente bien”, dijo.
Es así como la ganadora del premio a Jugadora Más Valiosa en 2 ocasiones y con actual marca de 7-0 y 96 ponches se puede concentrar plenamente en su presente, ese que la erige como principal prospecto del deporte, y posiblemente una de quienes intente romper la brecha del sexo en la “pelota blanda”.