La académica Guadalupe Correa-Cabrera y el periodista Sergio Chapa hablaron en “Los Periodistas” sobre los intereses que hay detrás de la política de control fronterizo entre México y Estados Unidos, y expusieron que “la migración no se va a detener porque hay coyotes, porque hay tráfico, como hay demanda por trabajos, igual que las drogas, hay demanda de drogas, hay corrupción”.
Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo).– La política del control fronterizo entre México y Estados Unidos significa dinero para los contratistas del Gobierno estadounidense y no busca en realidad detener el flujo migratorio entre las dos naciones, planteó en entrevista la académica Guadalupe Correa-Cabrera, quien publica junto con el periodista Sergio Chapa, Un viaje a lo largo de la frontera, un texto en el que ambos indagan en la vida de 38 municipios del lado mexicano y veinticuatro condados de EU mediante mapas, ciudades clave, puntos de interés, cruces fronterizos junto con un análisis de la política local y cuestiones de seguridad.
“¿Qué significa la política de control fronterizo? Significa dinero para el Complejo Fronterizo Militar Industrial, para los contratistas del Gobierno de los Estados Unidos. No significa detener la migración, la migración no se va a detener porque hay coyotes, porque hay tráfico, como hay demanda por trabajos, igual que las drogas, hay demanda de drogas, hay corrupción, y además no estamos hablando de cárteles o de coyotes, estamos hablando de redes, de redes ilícitas que van a abastecer un mercado”, explicó Correa-Cabrera en entrevista con “Los Periodistas”.
La académica y analista Guadalupe Correa-Cabrera cuestionó la política migratoria que implementó Donald Trump en su gestión de criminalizar la migración, pero también señaló que durante la administración de Joe Biden ha habido “dobles caras”, pues si bien se llegó a un acuerdo de forma narrativa con el Entendimiento Bicentenario de reconocer las causas que llevan a miles de personas a dejar sus países de origen, “realmente no se quiso hacer, lo que hizo la DEA el día uno que empezó este Entendimiento Bicentenario (fue publicar una) ‘recompensa para atrapar a Los Chapitos’. ¿De qué estamos hablando? De esta mentalidad de ir por las cabezas y seguir generando una guerra que va obviamente, a dar más de comer a estas agencias que van a contratar equipo, la militarización de la seguridad fronteriza, la seguridad interior o nacional estadounidense, es todo un negocio”.
“Desafortunadamente el 2024 no es un año que vaya a avanzar la agenda liberal, sino más bien la agenda conservadora y no nada más la agenda conservadora, sino la agenda trumpista, el trumpismo como un movimiento social que quiere decir ya con unos fundamentos que es más allá de Trump, con o sin Trump, si vemos lo que hacen con los candidatos republicanos”, expuso Correa-Cabrera al dar cuenta, por ejemplo, como quienes aspiran a ser la dupla de Donald Trump en la campaña insisten en una política injerencista en México para perseguir a los grupos del crimen organizado.
El periodista Sergio Chapa indicó a su vez que aún cuando se señala que el muro fronterizo existe supuestamente para la seguridad, y para frenar la inmigración y las drogas, “la cosa es que con el libro lo que aprendimos es que es mejor construir puentes porque es lo que hemos visto y lo voy a compartir, entre los municipios mexicanos y los condados fronterizos de Estados Unidos, los condados y los municipios sin puentes hay más desempleo, hay menos actividades económicas, los puentes y los cruces internacionales son buenos, es un comercio legítimo y así debe cruzar la gente, la mercancía”.
“También lo que hemos visto en muchas partes es que la frontera tiene un efecto que frenan el movimiento de la fauna, por ejemplo, los animales en peligro de extinción en Texas, el tigrillo, y también hay una zona muy importante en Arizona donde el jaguar están ampliando su territorio en Estados Unidos, reclamando el territorio donde donde vivía antes, y el con el muro no hay el movimiento que esos tipos de felinos necesitan para ampliar su territorio, y también el antílope entre Sonora, Arizona y Nuevo México, requiere otro clase de de muro”.
Guadalupe Correa-Cabrera refirió que la frontera no se puede entender sin su cultura que une a las ciudades, a las personas. “¿Qué es lo que nos une? Nos unen tantísimas cosas. Nosotros hemos hecho tres viajes completos por toda la frontera México-Estados Unidos, conocimos todos y cada uno de los municipios fronterizos, y todos y cada uno de los condados fronterizos, todos esos los explicamos como una guía, digamos de turistas, pero también analizando la historia, analizando la realidad”.
“No solamente compartimos una cultura de un tercer país o dos lenguas que se pueden combinar, o las margaritas, o la comida que que es la misma, o sea, no podemos vivir el uno sin el otro, compartimos los mismos problemas, compartimos la economía, compartimos la música, el problema del narcotráfico, de la violencia, de la migración, que no necesariamente son problemas sino oportunidades, hay que verlo así”, platicó.
