Ante la emisión de una columna de humo proveniente de la refinería de Pemex en Cadereyta, el Gobierno de Nuevo León advirtió sobre su posible clausura, pero las altas concentraciones de partículas observadas en la entidad en estos días, y que la colocan entre las más contaminadas del país, también se derivan de la combustión de vehículos motorizados y las industrias.
SEGUNDA DE DOS PARTES
Ciudad de México, 27 DE marzo (SinEmbargo).– A un año de que Nuevo León enfrentó escasez de agua por la sequía prolongada, ahora registra en esta época niveles de contaminación altos ante la circulación de vehículos motorizados, las industrias como las pedreras y el azufre de la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) que a la larga causan enfermedades respiratorias y cardiovasculares, determinó el Observatorio del Aire de Monterrey.
“La contaminación es como fumar, en una proporción más pequeña, pero por mucho tiempo. Ya no solo fumar determina tener la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, también vivir en una área contaminada”, dijo Uriel Chavarría, médico de la Universidad Autónoma de Nuevo León, especializado en neumología. “El tabaco puede provocar cáncer en todas partes y la contaminación es un tabaquismo chiquito asociado a cáncer broncogénico”.
En el índice de calidad del aire mostrado por IQ Air y en el del Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA) del Gobierno federal, se ha reportado estos días la “mala calidad” del aire en la Zona Metropolitana de Monterrey, habitada por unas 5 millones de personas y, de acuerdo con el Instituto de Control Vehicular, con 2.6 millones de vehículos con combustión de gasolina.
Por la tarde de esta semana, cuando el calor fomenta la concentración de partículas contaminantes (como la PM2.5), Juárez, Santa Catarina, Guadalupe, García, San Pedro Garza, San Nicolás de los Garza y Monterrey lideraron entre las ciudades más contaminadas de México, por encima de Metepec, Estado de México, la más contaminada durante 2022 en el ranking de IQ Air. Su calidad del aire se colocó en morado, es decir, extremadamente mala.
“Hay sustancias de la vida moderna, producto del ser humano, que no deberíamos estar respirando porque producen daños a la salud. Las partículas no naturales (incluyendo el ozono y las PM2.5) son más frecuentes en lugares citadinos, qué tanta industria tiene y qué tan bien se regula que el aire sea adecuado”, aseveró el doctor Chavarría.
Las partículas, sólidos suspendidos en el aire culpables de que cambie el color de la atmósfera, generan a corto plazo irritación en los ojos, mocos y estornudos. Pero si la persona tiene un problema previo como las alergias o enfermedades respiratorias crónicas, “su condición puede tener una agudización”, agregó el doctor, quien resaltó que las PM2.5 son las más peligrosas para la salud porque, al ser más pequeñas, “son un enemigo silencioso que se empieza a meter” por todo el cuerpo.
EL AZUFRE DE LA REFINERÍA
El domingo pasado ciudadanos alertaron sobre la emisión de una columna de humo proveniente de la refinería de Pemex en Cadereyta y el Gobierno de Samuel García envió un mensaje al director de la refinería, la cual emite más del 90 por ciento del dióxido de azufre que vuela en el Área Metropolitana de Monterrey.
La tesis de doctorado de Cindy Lira, “Asociación entre contaminantes y efectos en la alergia respiratoria” para la Universidad Autónoma de Nuevo León, detalló este 2023 que las estaciones de monitoreo del estado detectaron partículas PM2.5 en Juárez (refinería, industria y emisiones de transporte), PM10 y ozono en San Bernabé (pedreras) y dióxido de azufre en Cadereyta (refinería).
“La gente que vive alrededor de la refinería está oliendo a huevo podrido todos los días de su vida y lo único que hacen es adaptarse, y cada vez olerán más a huevo podrido porque la refinería está aumentando su producción”, aseveró el neumólogo Uriel Chavarría.
Pemex informó que el domingo había llevado a “paro seguro” una de las plantas de la refinería. Este procedimiento, que se aplica de manera preventiva, generó —durante siete minutos— una columna de humo, cuyo contenido era 99 por ciento de vapor de agua y, en esta ocasión, el uno por ciento restante era “remanente de hidrocarburo”, lo que le dio coloración amarilla, pero “no representó ningún riesgo para la población”.
Pero en el escrito dirigido al Director de Pemex Cadereyta, Héctor Lara Sosa, se advirtió a la petrolera que se puede llegar a una clausura, ya que –más allá del incidente del domingo 19 de marzo– por las noches se intensifican las emisiones de la refinería de Cadereyta. En especial durante esta época del año y debido a las condiciones meteorológicas prevalecientes, “es muy obvio el impacto de sus emisiones que pueden observarse como se dispersan por el Área Metropolitana de Monterrey”.
La exposición a estas partículas por un largo plazo está vinculada a un incremento en la proporción de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como cáncer de pulmón, por lo que el Secretario de Medio Ambiente estatal, Félix Arratia, advirtió a la empresa que se puede llegar a una clausura a pesar de que es de injerencia federal, con fundamento en el artículo 230 de la Ley Ambiental del Estado de Nuevo León.
Ese mismo 19 de marzo el Secretario estatal acudió a las instalaciones de la refinería para entregar un exhorto a la Dirección, en el que se advierte la clausura. Sin embargo, personal de la refinería se negó a recibir el escrito por la ausencia de personal administrativo en las oficinas. Por la noche, el Gobernador Samuel García emitió un video en sus redes sociales, donde apoyó la posibilidad de clausurarla.
“Fallaron unos compresores y esto descontroló la operación de la planta catalítica, pero que ya fue controlado de emergencia. La Secretaría de Medio Ambiente acudió, vamos a poner sanciones fuertes por este incidente”, afirmó.
Por otra parte, el Gobernador García Sepúlveda lanzó un reto a las empresas Vitro, Alfa, Frisa, Proeza, Lamosa, Arca Continental, Femsa, Maseca, Xignux, Deacero, Cemex, Cydsa, Sigma y Ternium, para que siembren 100 mil árboles cada una para compensar sus emisiones contaminantes al aire.
“Todos tenemos que poner de nuestra parte para bajar el asma, la bronquitis y las enfermedades de nuestros hijos, padres, abuelos”, dijo durante un evento donde se sembraron árboles.
Además, comienza la época de incendios forestales que también generan mala calidad de aire y deforestación. Entre las principales recomendaciones para prevenir un incendio forestal está el no quemar basura, no arrojar cerillos o cigarros encendidos en la carretera, mucho menos en medio del bosque; no prender fogatas, y al huir de un incendio no hacerlo por ladera arriba, sino buscar áreas planas y caminar en sentido contrario al viento.