Andrés Manuel López Obrador ha puesto la nueva Guardia Nacional en el centro de su política de seguridad, aunque poco a poco ha ido aplazando la fecha prevista para que el nuevo cuerpo consiga resultados claros.
En abril del año pasado, tras la masacre de 14 personas en un municipio de Veracruz, el Presidente prometió reducir la violencia en seis meses gracias a la Guardia Nacional, pero en octubre admitió que la tendencia “no se puede bajar de la noche a la mañana”.
Por Eduard Ribas i Admetlla
México, 26 mar (EFE).– La Guardia Nacional de México, la gran apuesta de Andrés Manuel López Obrador para detener la violencia en el país, cumplió este jueves su primer aniversario sin ofrecer todavía resultados contundentes en el combate a la desatada criminalidad que sufren los mexicanos.
Compuesto por policías y militares, este cuerpo de seguridad pública nacido legalmente el 26 de marzo del año pasado tras una polémica reforma constitucional, no pudo evitar que 2019 se convirtiera en el más violento desde que hay registros en México, con la cifra récord de 34 mil 608 homicidios dolosos, un aumento del 3.6 por ciento respecto al año anterior.
Pero las autoridades sostienen que se ha conseguido ralentizar la tendencia al alza mes contra mes. De hecho, en febrero de este año hubo 2 mil 766 asesinatos, una cifra algo menor a los 2 mil 819 de enero y a los 2 mil 817 de febrero del año anterior.
“Se estabilizó el número de delitos en el país pero siguen siendo altos. Lo que se tendría que conseguir es comenzar a bajar la curva estadística de crímenes”, dijo este jueves a EFE el experto en seguridad pública Javier Oliva, quien considera que es pronto para hacer balance de la Guardia Nacional, dado que no comenzó a desplegarse por el territorio hasta finales de junio de 2019.
RESULTADOS PREVISTOS PARA FINALES DE 2020
López Obrador ha puesto la nueva Guardia Nacional en el centro de su política de seguridad, aunque poco a poco ha ido aplazando la fecha prevista para que el nuevo cuerpo consiga resultados claros.
En abril del pasado año, tras la masacre de 14 personas en un municipio de Veracruz, el Presidente prometió reducir la violencia en seis meses gracias a la Guardia Nacional, pero en octubre admitió que la tendencia “no se puede bajar de la noche a la mañana”.
Lo cierto es que el primer año de Gobierno de López Obrador y el despliegue de la Guardia Nacional han coincidido con sucesos trágicos como la brutal matanza contra la comunidad mormona LeBarón o la violencia desatada en la ciudad de Culiacán durante el fallido intento de captura de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El mandatario, que ahora prevé ofrecer resultados a finales de este año, atribuye constantemente la culpa de la violencia al ex Presidente Felipe Calderón (2006-2012), quien inició una guerra militar contra el narcotráfico que descabezó los cárteles pero multiplicó los enfrentamientos.
“Calderón declaró la guerra y le pegó un garrotazo a lo tonto al avispero y nos metió en todo esto que estamos padeciendo todavía”, sostiene recurrentemente.
UN CUERPO POLÉMICO ANTES DE NACER
Sin embargo, para las organizaciones defensoras de derechos humanos, la estrategia militar de Calderón no se diferencia de la Guardia Nacional de López Obrador, dado que está formada por militares que patrullan por las calles, sobre quienes pesan denuncias de violaciones de derechos humanos.
Para calmar las críticas, el Gobierno propuso que la Guardia Nacional tuviera un mando civil y no militar, algo que fue avalado por unanimidad en el Congreso, pero López Obrador cambió de opinión y nombró como comandante al ex General Luis Rodríguez Bucio.
Además, desató protestas de miles de elementos de la Policía Federal, un cuerpo suprimido por López Obrador al considerarlo ineficaz, porque los soldados tenían más fácil ingreso a la Guardia Nacional que los policías.
Para volver a calmar los ánimos, el Gobierno mexicano firmó un convenio con la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para formar a los guardias nacionales.
Oliva aseguró que eso ha tenido efecto en el cuerpo, dado que “ofrece mayor proximidad y acompañamiento a la ciudadanía, algo muy diferente de las Fuerzas Armadas”.
Sin embargo, la Guardia Nacional, desplegada también en la frontera con Guatemala para frenar las caravanas migrantes tras un acuerdo con Estados Unidos, fue señalada en enero por contener a los migrantes con golpes y gases lacrimógenos.
LA GUARDIA NACIONAL EN CIFRAS
El nuevo cuerpo de seguridad nació con 53 mil 671 elementos, 32 mil 888 de los cuales provenían del Ejército, 2 mil 788 de la Marina y 17 mil 995 de la ya extinta Policía Federal.
Además, se previó la incorporación de nuevos elementos hasta superar los 82 mil integrantes en 2019, los 97 mil en 2020 y los 111 mil en 2021.
La Guardia Nacional se desplegó progresivamente a mediados de 2019 en 266 coordinaciones regionales repartidas en los 32 estados del país, siendo el Estado de México, Veracruz y la Ciudad de México las entidades que más coordinaciones concentraron.