El caso está vinculado a la trama de corrupción en la FIFA juzgada también en Nueva York y, específicamente, al supuesto pago de sobornos a dirigentes de la organización por parte de empresas de televisión.
Según la demanda, Televisa habría utilizando una filial en Suiza para hacer pagos a cambio de derechos de emisión de varios mundiales.
Nueva York, 26 de marzo (EFE).- Una demanda contra el Grupo Televisa por el supuesto pago de sobornos a directivos de la FIFA a cambio de los derechos para emitir Mundiales de fútbol podrá seguir adelante en Estados Unidos, según decidió el juez encargado del caso.
En una orden hecha pública este martes, el magistrado Louis L. Stanton, del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, denegó una moción presentada por la empresa mexicana para intentar que la demanda fuese desestimada.
Los demandantes están encabezados por un fondo de pensiones que compró acciones de Televisa y que asegura que sufrió pérdidas de casi un millón de dólares a causa del supuesto comportamiento ilegal de la empresa.
El caso está vinculado a la trama de corrupción en la FIFA juzgada también en Nueva York y, específicamente, al supuesto pago de sobornos a dirigentes de la organización por parte de empresas de televisión.
Según la demanda, Televisa habría utilizando una filial en Suiza para hacer pagos a cambio de derechos de emisión de varios mundiales.
La acusación se basa en parte en testimonios escuchados durante los procedimientos en el caso FIFA y, en especial, en las declaraciones hechas por el empresario argentino Alejandro Burzaco, que se declaró culpable del pago de sobornos e involucró a varias grandes empresas de medios, entre ellas Televisa.
El fondo demandante alega que, al salir a la luz esas informaciones, las acciones de Televisa bajaron en bolsa y le acarrearon pérdidas.
Además, acusa a la compañía de hacer declaraciones falsas en sus comunicaciones al regulador bursátil estadounidense y a los inversores, escondiendo el pago de los sobornos.
El gran escándalo de corrupción en la FIFA salió a la luz en 2015, cuando varios altos dirigentes del fútbol internacional fueron detenidos en Suiza y posteriormente extraditados a Estados Unidos para ser juzgados.
Varios de ellos se han declarado culpables, mientras que otros fueron a juicio y han sido condenados, aunque algunas de las sentencias aún están pendientes.