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CHIAPAS PARALELO

Mujer indígena, líder y rebelde: El legado de La Comandanta Ramona a 13 años de su muerte

26/01/2019 - 9:15 am

“Queremos un México que nos tome en cuenta como seres humanos, que nos respete y reconozca nuestra dignidad. Por eso queremos unir nuestra pequeña voz de zapatistas a la voz grande de todos los que luchan por un México nuevo”, dijo Ramona, la primera mujer comandanta del EZLN, en su discurso del 12 de octubre de 1996 en el Zócalo capitalino. El 6 de enero se cumplieron seis años de su muerte. En vida fue un ícono de lucha por la igualdad de las mujeres en Chiapas.

Por Andrés Domínguez

Chiapas/Ciudad de México, 26 de enero (ChiapasParalelo/SinEmbargo).– La Comandanta Insurgente Ramona, indígena tsotsil nacida en San Andrés Larrainzar, fue la primera mujer comandanta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZNL) que se dio a conocer públicamente, según lo señaló Márgara Millán en su libro: Des-Ordenando el Género/¿Des-Centrando la Nación? El Zapatismo de las mujeres indígenas y sus consecuencias.

La Comandanta Ramona impulsó el trabajo de la Ley Revolucionaria de las Mujeres y fue un ícono de lucha por la igualdad de las mujeres en Chiapas.

La dirigente bajó acompañada de cientos de mujeres a la ciudad de San Cristóbal de las Casas en la última noche de 1993. Junto con Susana y otros hombres indígenas formaban parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN.

Ramona apareció a lado de Subcomandante Insurgente Marcos (hoy Galeano) cuando junto con 19 delegados zapatistas participó en las Jornadas por la Paz y la Reconciliación en febrero de 1994 en San Cristóbal de las Casas, documentó Millán.

La Comandanta Ramona llevaría en su morral, el día de las Jornadas, la bandera nacional que recuperó en la toma de la ciudad colonia el primero de enero de 1994.

“Nosotras ya estábamos muertas, no contábamos para nada”, mencionaba Ramona frente a sus símiles del EZLN, autoridades estatales, nacionales e internacionales.

Millán relató que en octubre de 1996 Ramona traspasó el cerco militar que se mantenía en la zona de conflicto para viajar a la Ciudad de México como representante del EZLN. Sin embargo, también fue por motivos de salud.

Se sabe que Ramona se encontraba ya muy enferma, por lo que le fue trasplantado un riñón que le ayudaría a seguir en pie de lucha.

Mujer, indígena y rebelde, la comandanta Ramona a trece años de su muerte. Foto: ChiapasParalelo.

En su mensaje emitido desde el Zócalo de la Ciudad de México durante la celebración del 12 de octubre de 1996 expresó:

“Hoy hemos venido hasta aquí, hasta el centro de este país que se llama México para decirle a todos los mexicanos y mexicanas unas cuantas palabras que tenemos nosotros los zapatistas.

“De por sí es muy pequeña nuestra palabra de los zapatistas, pero su paso es muy grande y camina muy lejos y se entra en muchos corazones. Estos corazones que nos escucharon son de hombres, mujeres, niños y ancianos que quieren un país democrático, libre y justo. Estos corazones son los que nos ayudaron a llegar hasta el Zócalo de la Ciudad de México. Estos corazones quieren lo mismo que los zapatistas queremos y lo que todos queremos.

Después de su intervención, la Comandanta asistió como la principal oradora en la conmemoración del 8 de marzo de 1997, Día Internacional de la Mujer, en Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Foto: Chiapas Paralelo

“Queremos un México que nos tome en cuenta como seres humanos, que nos respete y reconozca nuestra dignidad. Por eso queremos unir nuestra pequeña voz de zapatistas a la voz grande de todos los que luchan por un México nuevo.

“Llegamos hasta aquí para gritar, junto con todos, los ya no, que nunca más un México sin nosotros. Eso queremos, un México donde todos tengamos un lugar digno. Por eso estamos dispuestos a participar en un gran diálogo nacional con todos. Un diálogo donde nuestra palabra sea una palabra más en muchas palabras y nuestro corazón sea un corazón más dentro de muchos corazones. Para este diálogo nacional vamos a caminar mucho y vamos a dar muchos pasos.

“Nosotros estamos dispuestos a todo para dar estos pasos. Pero necesitamos que todos ustedes nos ayuden a caminar a todos los zapatistas, así como me ayudaron a mí a caminar hasta aquí.

“Hermanos y hermanas mexicanos: Yo soy la comandante Ramona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Soy el primero de muchos pasos de los zapatistas al Distrito Federal y a todos los lugares de México. Esperamos que todos ustedes caminen junto a nosotros. Esta es nuestra palabra, hermanos y hermanas mexicanos. Gracias”.

Después de su intervención, la Comandanta asistió como la principal oradora en la conmemoración del 8 de marzo de 1997, Día Internacional de la Mujer, en Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En marzo de 1996, el subcomandante Marcos describió así a la Comandanta Ramona: “Entre los jefes indígenas de la rebelión hay una mujer pequeña, de por sí pequeña entre las pequeñas. El rostro amordazado en negro logra dejar libres los ojos. En la mirada, el brillo de quien busca Ramona no lo sabe en esa época, y nosotros tampoco, pero lleva ya en el cuerpo una enfermedad que le come la vida a mordiscos y le apaga la voz y la mirada. Ramona ríe cuando no sabe que se está muriendo, cuando lo sabe, sigue riendo. Antes no existía para nadie, ahora existe, es mujer, es indígena y es rebelde Ahora vive, Ramona, una mujer de esa raza que tiene que morirse para vivir”.

El 6 de enero de 2019 se cumplieron 13 años de su fallecimiento. Sus restos descansan en su comunidad de origen en San Andrés Larrainzar, Chiapas.

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