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“Dejé claro que México pagará el muro”: Trump; republicanos ya calculan el “súper cheque”

26/01/2017 - 12:30 pm

Los 3 mil kilómetros de muro que Donald Trump ordenó de manera inmediata construir a lo largo de la frontera con México, superan lo estimado durante su campaña electoral (8 mil millones de dólares). El costo real, de acuerdo con la administración del republicano, va de 12 mil a 15 mil millones de dólares. Un pago inicial correrá a cargo de los contribuyentes estadounidenses, el resto dependerá del Congreso.

Trump ha prometido en repetidas ocasiones que México pagará el muro, aunque ni él ni sus aliados en el Congreso son capaces de articular cómo. Si en algo fue claro el Presidente Enrique Peña Nieto, fue al afirmar que su país no se hará cargo de la cuenta, lo que le costó la reunión con su homólogo estadounidense.

Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo/EFE/AP).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este día que “he dejado claro al Gobierno de México que pagará el muro”.

“Hemos acordado cancelar la visita con el Presidente Enrique Peña Nieto”, dijo.

Presumió la implementación de la remoción inmediata de los extranjeros inmigrantes. “Estamos cerrando la puerta de las ciudades santuarios. Debemos restaurar los derechos civiles de los ciudadanos estadounidenses. Es hora de aplicar las leyes para los trabajadores de Estados Unidos como corresponden”.

“La seguridad de la frontera es un tema de seguridad grave para la soberanía de Estados Unidos y sus ciudadanos. La mayoría de los migrantes viene del sur y el pueblo estadounidense no pagará ese muro, y lo he dejado claro. El TLCAN fue desastroso para los Estados Unidos”, agregó.

“Les prometo que los inmigrantes criminales serán aceptados nuevamente en sus países. Los impuestos de los estadounidenses no pagarán el costo. Los estadounidenses merecen un Presidente que luche por ellos y es lo que estoy dispuesto a hacer”.

“Tenemos que construir este país con bienes y trabajo estadounidense. Quedaremos y traeremos puestos de trabajo a nuestro país. Hemos tenido respuestas positivas de General Motors, Chrysler. Queremos que nuestro pueblo salga de los beneficios sociales y regrese a trabajar. Hay muchas cosas que están en malas condiciones y lo reconstruiremos, es lo que mejor hago”, agregó.

Hoy mismo, el líderes republicanos en el Congreso, Paul Ryan, de la Cámara de Representantes, y Mitch McConnell, del Senado, cifraron el coste estimado del muro fronterizo con México impulsado por el Presidente estadounidense, Donald Trump, entre 12 mil y 15 mil millones de dólares.

McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, apuntó que el coste previsto sería “de entre 12 mil y 15 mil millones de dólares”, en una rueda de prensa al inicio del retiro de los republicanos en Filadelfia para delinear sus prioridades, al que tiene previsto acudir el Presidente Trump.

“Sentimos que tenemos una obligación de cumplir con los compromisos hechos durante la campaña electoral”, dijo Ryan, presidente de la Cámara de Representantes.

Con ese mismo dinero se pueden hacer muchas cosas, dijeron. Entre ellas:

• Financiar la Agencia de Protección Ambiental por casi dos años.

• Comprar unos 150 aviones de combate F-35.

• Financiar por seis meses estudios médicos en los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).

• Financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán por tres meses.

• Financiar por ocho meses al Servicio de Rentas Internas.

• Pagar los intereses sobre la deuda nacional por tres semanas.

• Dar asistencia alimenticia a 45 millones de habitantes por aproximadamente dos meses.

Ryan evitó comentar si este gasto contribuirá a aumentar el déficit fiscal de EU, algo contra lo que se ha mostrado radicalmente opuesto durante los últimos años, y buscará compensarlo con recortes presupuestarios.

Trump dijo en febrero de 2016, en plena campaña electoral, que calculaba que construir el muro costaría alrededor 8 mil millones de dólares.

Ambas cifras son, no obstante, inferiores a los cálculos independientes como el del grupo Bernstein de Investigación, que situaron la factura total entre los 15 mil y los 25 mil millones.

El Congreso no solo tendrá que destinar una nueva partida de gasto adicional para financiar la construcción del muro en los casi 2 mil kilómetros que aún restan por vallar, también deberá autorizar los trabajos para llevar a cabo esta labor.

El Presidente Trump firmó este miércoles la orden ejecutiva para iniciar la construcción de la gran barrera física con el vecino del sur y aseguró que México reembolsaría el coste.

Sin embargo, el Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, rechazó que su país vaya a asumir la factura.

Las tensiones bilaterales crecieron hoy con un tuit de Trump en el que amenazó con cancelar la reunión con Peña Nieto, fijada para el próximo martes 31 de enero, si ese país no está dispuesto a pagar por el “tan necesario” muro que quiere construir en la frontera.

“Si México no está dispuesto a pagar el tan necesario muro, entonces sería mejor cancelar la inminente reunión [con Peña Nieto]”, señaló Trump en su cuenta personal de Twitter.

¿QUIÉN PAGARÁ POR EL MURO Y CÓMO?

La promesa de Donald Trump de acelerar la construcción de un muro físico a lo largo de la frontera con México se topa con la realidad de Washington: ¿quién va a pagarlo y cómo? Nosotros no, dicen los mexicanos.

Los contribuyentes estadounidenses pagarán la factura, comenzando con el dinero existente en la cuenta del Departamento de Seguridad Nacional, que equivaldría a un pequeño pago inicial. Después dependerá del Congreso, controlado por el Partido Republicano, encontrar los miles de millones de dólares más que se podrían necesitar, recortando fondos de otros proyectos nacionales para financiar el muro.

Trump prometió el martes la “inmediata construcción” del muro en su frontera sur. Reiteró que sería México quien devuelva el dinero a Estados Unidos, aunque no ofreció detalles.

Es cierto en que el Departamento de Seguridad Nacional hay una pequeña cantidad de dinero disponible ahora dedicada a “vallas de seguridad fronterizas, infraestructura y tecnología”, unos 100 millones de dólares según una estimación del Congreso. Esto permitiría comenzar los trabajos de inmediato.

Por el momento, gracias al gasto realizado a finales de la década de los 2000, el Congreso proporcionó unos 2 mil 300 millones de dólares para construir mil 52 kilómetros de valla y bloqueos para vehículos. Pero Trump prometió un muro, no sólo una valla — y esto no es una idea popular.

“Los hechos no han cambiado. Construir un muro es la forma más cara y menos efectiva de asegurar la frontera”, dijo el representante republicano Will Hurd, cuyo distrito de West Texas abarca más de 800 millas de frontera.

“Muchas áreas en mi distrito son perfectos ejemplos de donde es innecesario un muro y del impacto negativo que tendría en el medio ambiente, los derechos sobre la propiedad privada y la economía”.

Altos cargos del partido, como el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, republicano por Wisconsin, elogiaron la postura conservadora de Trump.

Miembros republicanos de los comités de asignaciones tienen una mayor tendencia a controlar más los gastos al estar familiarizados con las compensaciones.

“Hay una serie de complicaciones”, dijo el ex presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara, Harold Rogers, republicano por Kentucky, que citó obstáculos como reservas indígenas y parques y bosques nacionales. Y gran parte del resto de los 2 mil 92 kilómetros es un terreno muy accidentado, con amplios costos de producción y un rendimiento limitado del dólar. “Es caro y es complicado”.

Cientos de kilómetros de la frontera son tan accidentados e inhóspitos que no tiene sentido ni intentar construir en ellos.

Y, en Texas, casi la mayoría de las tierras de la frontera son propiedad privada. Cuando el expresidente George W. Bush intentó levantar vallas fronterizas a partir de 2006 enfrentó una férrea oposición de rancheros y granjeros locales, muchos de los cuales llevaron al gobierno a los tribunales por sus planes para usar sus tierras.

En muchas áreas a lo largo del Río Grande, la valla se construye en terreno estadounidense — hasta un kilómetro (milla) hacia el interior — para asegurar que la estructura no interfiera con el cauce del río o se construya sobre terreno sólido. El centro del canal marca la frontera y un tratado de 1970 con México requiere que las estructuras construidas en la zona no pueden interferir con el río.

Un popular campo de golf próximo al límite, en Brownsville, quedó separado del resto de la ciudad por la cerca y se vio obligado a cerrar en 2015.

“Construimos una valla a lo largo de la frontera casi tanto como nos fue posible sin violar leyes tribales, requisitos medioambientales y respetando la propiedad privada y personal de los habitantes”, dijo Michelle Mrdeza, que trabajó para el comité de Asignaciones de la Cámara durante el debate de la valla a mediados de la década de los 2000.

En la frontera sur hay instalados aproximadamente 563 kilómetros de vallas para peatones y 482 más para vehículos, que se levantaron en las zonas más sensibles a los pasos ilegales.

“En la medida en que el problema es una barrera física, ya hemos abordado esa cuestión”, dijo el representante David Price, demócrata por Carolina del Norte, que presidió el comité del congreso que financió la valla cuando su partido controlaba la cámara. “Este enfoque, esta fijación con el muro y gastar una cantidad incalculable de miles de millones de mures en un muro es una tontería”.

Las estimaciones de costos preparadas hace una década sufrieron ya amplias variaciones. Un análisis del Government Accountability Office de 2009 elevó los costos a 6.5 millones de dólares por kilómetro (milla) para vallas peatonales y 1,8 millones por km para barreras para autos. Una pared real de concreto o ladrillo sería más cara y difícil.

Trump ha prometido en repetidas ocasiones que México pagará el muro, aunque ni él ni sus aliados en el Congreso son capaces de articular cómo. El Presidente de México, fue claro al afirmar que su país no se hará cargo de la cuenta.

“Lamento y repruebo la decisión de Estados Unidos de continuar la construcción de un muro que lejos de unirnos nos divide. México no cree en los muros. Lo he dicho una y otra vez: México no pagará ningún muro”, afirmó Enrique Peña Nieto en un discurso televisado a la nación.

Las agencias estadounidenses ya fueron informadas de que revisen sus presupuestos para poder destinar fondos adicionales para el muro.

“Esos dólares de los contribuyentes se gastarán mejor en invertir (…) en encontrar curas para el cáncer y otras enfermedades, en invertir en hospitales y médicos para cuidar a nuestros veteranos, en ayudar a las comunidades con inversiones en agua limpia, en apoyar a la policía en nuestras comunidades”, dijo el senador Pat Leahy, demócrata por Vermont.

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