Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- Cuando quedó eliminada del Wimbledon del año pasado, Na Li pensó en retirarse del tenis. A sus 31 años, sentía que había llegado el momento de despedirse de las grandes bolsas para intentar llevar una vida mucho más tranquila. Trabajadora y soñadora, la china no cluadicó en sus sueños. Avisó con mucha confianza que sería la 3 del mundo ante la sorpresa del circuito. Este lunes, después de poco más de seis meses de su intento de retiro, se concretará lo que anunció con su título en el Abierto de Australia.
En la cancha, durante la tradicional intervención de las protagonistas ante todo el público, repartió su felicidad a su extenso equipo de trabajo. Del otro lado estaba a Dominika Cibulkova con sus 24 años de edad y su corta estatura. La eslovaca arribó a la final para sorpresa de todos, pero su gas se acabó en un duro primer set tan lleno de intensidad como de nerviosismo puro. Al final, el tablero dibujó un 7-6 y 6-0. La eslovaca se ganó su lugar en la parte más definitiva del campeonato, rechazando todas las versiones que se concentraban en su 1.61 de altura, pero al final se quedó en el camino.
“Han sido dos semanas fantásticas en mi vida”, declaró la sorprendente eslovaca quien eliminó a dos sembradas entre el top 5 del ranking mundial, sin poder vencer a una eficaz asiática que entiende muy poco de relajación. Por idiosincrasia y estilo, Li se concentra en olvidar los problemas que tuvo con su primer servicio. Incapaces de encontrar la finura en el toque de sus raquetas con la pelota, fue lo mental la parte definitoria para conquistar un primer set apretado. En ese rubro, Li soportó mucho más. Cuando inició el segundo capítulo, ya todo estaba dicho. El lapidario 6-0, consolidó a una figura veterana que no cree en las desventajas de la edad.
“Cuando empezó el torneo todo el mundo hablaba de la edad. Me gustaría decir que la edad no es nada. Y que todavía se puede ganar un Grand Slam. En mi caso tengo más experiencia sobre la pista”, declaró Na en la conferencia de prensa con la copa a su lado derecho. Lucía sonriente, sabiendo que ha callado tantas opiniones que no daban nada por ella. Con su segundo grande en la bolsa se marchó de Melbourne afirmándose como una seria contendiente para la poderosa Serena Williams afianzada en la cima de la WTA.
A diferencia de lo que pasa en la rama varonil, donde Federer tiene a su edad como una desventaja notoria frente al resto de competidores, el ranking femenino podría tener pronto la disputa de dos tenistas mayores de 30 años. La aparición de Li es una historia distinta a la del resto de sus colegas. La china supo alejarse de la filosofía de su país que la obligaba a entrenarse bajo la atenta mirada de un entrenador dispuesto por el gobierno, a repartir sus ganancias y entrenarse en territorio chino. Hoy, se ha convertido en la jugadora con más patrocinadores. Ante la ebullición proveniente de Europa del Este, una asiática ha tomado un lugar preferencial.