Un grupo de activistas piensa que el México del Siglo XXI debe ser de “Libre Internet para todos”

26/01/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 27 de ene (SinEmbargo).– Transitando en pleno Siglo XXI, para muchos podría resultar difícil imaginar un mundo sin internet. Pero la realidad es otra: existen decenas de comunidades y miles de personas que no tienen acceso a este servicio. Esta situación podría cambiar gracias a la iniciativa ciudadana “Libre Internet para todos”.

De acuerdo con un análisis realizado por el Tecnológico de Monterrey y el World Internet Project, presentado en octubre de 2012, en México existen cerca de 52.3 millones de internautas a lo largo y ancho del territorio, por lo que el porcentaje de población con acceso a internet se ubica en 46 por ciento.

De tener éxito el proyecto, el acceso a la red se convertiría en un derecho constitucional y el Estado tendría el deber de promoverlo de manera gratuita.

Se trata además de la primera vez en la historia de México que los ciudadanos están promoviendo esta propuesta gracias a cambios realizados en la Constitución el año pasado. El proyecto comenzó a tomar fuerza los últimos meses de 2012 gracias a estas modificaciones, a la toma de posesión del nuevo Gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto y dado que se halla en el Pacto por México es de esperarse que se considere un presupuesto para este rubro.

Sin embargo, el camino no es nada fácil, se necesitan entre 113 y 150 mil firmas para avalar la propuesta y deben ser presentadas ante el Congreso el próximo 1 de febrero.

El poco tiempo no es el único problema que enfrentan los activistas, también han sido testigos de la desinformación de la gente y la falta de interés.

Pero, ¿de qué trata esta propuesta y en qué nos beneficia?

Foto: Cuartoscuro

La propuesta fue elaborada por las organizaciones ContingenteMX, Article19, Al Consumidor, Nacnati, Mozilla México, Propuesta Cívica, Puebla Vigila, Evolución Mexicana, Causa en Común, Dejemos de Hacernos Pendejos, Reforma Política Ya, Wikimedia y FUNCO.

El principal beneficio sería dotar gratuitamente de Internet de banda ancha a los mexicanos gracias a los 21 mil kilómetros de red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a una inversión de 30 mil millones de pesos.

La cifra podría parecer alta para algunos, pero de acuerdo con Jesús Robles Maloof, defensor de derechos humanos y uno de los promotores de la iniciativa, en México “se gasta más en publicidad y en el avión que se quiere comprar para la Presidencia o sería tal como si construyéramos una Estela de Luz en cada capital del país”.

En entrevista con SinEmbargo, el activista calificó la propuesta como “la iniciativa ciudadana más relevante de los últimos años porque promueve el acceso a Internet como medio de empoderamiento ciudadano, no sólo como un medio de búsqueda… Es una propuesta que viene desde abajo, desde la ciudadanía y ya sabrán los políticos si se cierran o la escuchan”.

Además, “ayudaría a que México a tener un nivel adecuado de conectividad, pues ocupa el último de la OCDE en este rubro”.

“Internet es fundamental para la vida cotidiana para reducir la desigualdad en sociedades como México por lo que pensamos que el gobierno no pondrá resistencia”, manifestó.

Robles Maloof quien en su primera mañana recabando firmas reunió 120, indicó que es posible que el proyecto no logre su meta el 1 de febrero, pero esto no lo frenará y simplemente se postergaría unos días en lo que se reúnen todas las rúbricas necesarias.

Señaló también que no se ha dado un acercamiento con los partidos políticos, pero espera que éstos hagan suya la propuesta y la presenten como iniciativa. También destacó que dentro del Pacto por México, firmado el pasado 2 de diciembre, se incluye este tema.

Pese a que no se ha dado un encuentro con las distintas fuerzas políticas, existen personajes de este ámbito que ya la apoyan, dijo, como es el caso del Senador Javier Corral Jurado.

De acuerdo con Robles Maloof, se necesita de por lo menos un año de suplementación inicial en el plan, “que sería posible gracias a la estructura de la CFE y el super Wi-Fi”.

Indicó que de tener éxito, en 2014 arrancaría la primera fase.

Al cuestionarle sobre qué pasaría con las comunidades más alejadas manifestó que “en comunidades donde no alcanza la cobertura se pueden implementar alternativas satélitales”.

Si bien los ánimos están puestos para lograr el cometido en beneficio de la sociedad mexicana, existe cierta desconfianza en torno al método con el que se apoya  la propuesta.

Para poder dar el sí al proyecto se debe llenar una pequeña forma en la que se pide el número de credencial de elector, nombre y firma, aspecto que no todos ven con buenos ojos.

“Es normal que exista una desconfianza porque, sobre todo en este país, que se recaben datos personas para algunas personas resulta sospechoso”, explicó Jesús Robles.

Pero en otros casos no es el miedo a proporcionar información personal lo que frena el apoyo a esta causa, es la indiferencia la que provoca que no muchas personas quieran participar.

 

Era la primera mañana de la periodista Ruth Arellano recabando firmas. Decidió presentarse en la Escuela de Periodismo Carlos Septién, la primera de su tipo en México y en la que ella estudió, con la firme convicción de que las futuras generaciones de periodistas le otorgarían su firma y le preguntarían sobre el tema. No fue así.

Arellano comenta a este medio que fue triste y sorprendente ver que la mayoría de los jóvenes mostraron su desinterés por esta causa social y algunos simplemente firmaron sin ir más allá, es decir, sin cuestionarle, sin decirle nada. “Nadie hizo una sola pregunta”, dijo.

Aún así, Ruth consiguió 60 firmas y continuó su camino hacia la Alameda central en busca de reunir muchas más.

Por su parte, Emilio Zaldaña, programador de tecnologías y también promotor de la medida, señala que hace cuatro años ya comentaba que era factible el libre Internet, pero la tecnología era diferentes y ahora ha evolucionado, lo que permitiría usar lo más nuevo y reemplazar lo obsoleto.

Zaldaña destacó que la medida busca promover el libre acceso a la red, “no pedimos gratuidad en el Internet, sino libertad”, dijo.

Para poder conseguir el cometido se deben colocar antenas en la red eléctrica que hagan llegar al público una señal de súper Wi-Fi con un ancho de banda de 5 Mbps, “la velocidad que la OCDE y la ONU reconocen como banda ancha”.

Se le preguntó si existe ya un pacto con la CFE en torno al tema y lo factible del mismo, y dijo que la compañía “realizó pruebas en sus líneas desde finales del sexenio de Vicente Fox y esto se ha hecho en distintos países y les ha funcionado”. Asimismo se ha mostrado a favor del “proyecto de crecimiento, actualización y desarrollo de su red de fibra óptica”.

La CFE ve el proyecto con “buenos ojos, pero tienen ciertos límites por ejemplo con los espacios blancos y el punto es encontrar cómo las empresas cederían éstos”.

Él también ha salido a las calles en busca de firmas y si bien la mayoría de personas consideran Internet como una gran herramienta y están a favor del libre acceso, se ha encontrado con personas que creen que hay quienes “sólo bajarán canciones y se conectarán a Facebook”.

Este proyecto incluso podría traer beneficios para quienes ya cuentan con acceso a la red, pues “los proveedores de servicios presuntamente te venden bancha ancha y no es así”.

“México es uno de los países que paga más por ello y somos de los más maltratados. No es justo pagar mucho por un servicio lento y malo. Queremos que ofrezcan algo mejor”, aseveró.

Dijo también que aún no existen cifras precisas de cuántas firmas se han acumulado, pero se habla de estados donde se cuentan miles.

Este fin de semana se recabarán firmas en el Zócalo capitalino y en distintos puntos de la República, aunque cualquiera puede bajar el formato, salir a la calle y poner su granito de arena.

Foto: Twitter vía @journalistruth

 

 

 

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