Los expertos han evidenciado que las células específicas del sistema inmunológico, llamadas células B de memoria, "recuerdan" la infección por el virus y, si se vuelven a exponer al virus desencadenan una respuesta inmunitaria protectora mediante la producción rápida de anticuerpos.
Madrid, 25 de diciembre (EuropaPress).- Investigadores australianos han revelado por primera vez, en un estudio publicado en la revista Science Immunology, que las personas que han sido infectadas con el coronavirus pueden tener una inmunidad durante, al menos, ocho meses.
La investigación es la evidencia más sólida de la probabilidad de que las vacunas contra la COVID-19 funcionen durante períodos prolongados. Anteriormente, muchos estudios habían demostrado que la primera ola de anticuerpos contra el coronavirus disminuía después de los primeros meses, lo que generaba preocupación de que las personas pudieran perder la inmunidad rápidamente, si bien este nuevo trabajo puede solventar estas dudas estas preocupaciones.
En concreto, los expertos han evidenciado que las células específicas del sistema inmunológico, llamadas células B de memoria, "recuerdan" la infección por el virus y, si se vuelven a exponer al virus desencadenan una respuesta inmunitaria protectora mediante la producción rápida de anticuerpos.
Memory B cells (mostly IgM+IgD+ and IgG1+) for #SARSCoV2 S and N proteins are more stable in blood than #antibody levels for up to 8 mos. after #COVID19. New #Bmem tetramer data from #vanZelmlab @ImmunologyMU @CCSMonash @emmye1984 #openaccess
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— Science Immunology (@SciImmunology) December 24, 2020
Para alcanzar esta conclusión, los investigadores analizaron a 25 pacientes con COVID-19 y tomaron 36 muestras de sangre desde el día cuatro después de la infección hasta el día 242 después de la infección.
Al igual que con otros estudios, observando solo la respuesta de anticuerpos los investigadores encontraron que los anticuerpos contra el virus comenzaron a disminuir después de 20 días después de la infección.
Sin embargo, todos los pacientes continuaron teniendo células B de memoria que reconocían uno de los dos componentes del virus SARS-CoV-2, las proteínas de la nucleocápside y la espiga. Estas células B de memoria específicas del virus estuvieron presentes de manera estable hasta ocho meses después de la infección.
"Los resultados dan esperanzas sobre la eficacia de cualquier vacuna contra el virus y también explican por qué ha habido tan pocos ejemplos de reinfección genuina entre los millones de personas que han dado positivo por el virus en todo el mundo. Estos resultados son importantes porque muestran, definitivamente, que los pacientes infectados con el virus COVID-19 de hecho conservan inmunidad contra el virus y la enfermedad", han puntualizado los investigadores.