“Vuelo a elevar la voz para nuestros hermanos y hermanas desplazados de Chalchihuitán, no es posible que ellos todavía no tengan la protección”, dijo Alejandro Solalinde.
Ciudad de México, 25 de diciembre (SinEmbargo).- El sacerdote y defensor de los derechos humanos Alejandro Solalinde pidió, a través de un video compartido en sus redes sociales, al Gobierno de Chiapas y a las autoridades federales detener el éxodo de 5 mil indígenas en el estado.
En el video, grabado desde el corazón de los altos de Chiapas según el sacerdote, llama a las autoridades para resolver la situación de las personas desplazadas de Chalchihuitán.
“Vuelo a elevar la voz para nuestros hermanos y hermanas desplazados de Chalchihuitán, no es posible que ellos todavía no tengan la protección”, dijo Alejandro Solalinde.
Agregó que la situación debe ser atendida tanto por el Gobernador de la entidad como por las autoridades federales. “Hay autoridades, no están pintadas; esperamos que el Gobernador y las autoridades Federales pongan empeño en esto porque no puede ser que estos niños, estas niñas, estas personas sigan sufriendo estando en la intemperie, ya es el invierno y no podemos abandonarlos”, afirmó.
“Yo hago un llamado para que el Gobernador inmediatamente atienda a estas personas desplazadas, así como las autoridades federales, ellos son los principales responsables, sobre todo el gobernador de esta atención a su pueblo”, señaló el defensor de los derechos humanos.
Hace unos días organismos defensores de los derechos humanos informaron que once de los índigenas desplazados de Chalchihuitlán, Chiapas, han muerto debido a las bajas temperaturas del invierno. de acuerdo con las organizaciones entre los fallecidos se encuentran menores de edad, mujeres y ancianos.
Los indígenas, desplazados por un conflicto territorial que mantienen con la comunidad de Chenalhó, viven en las montaña.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas constató, a través de una brigada que viajó al lugar del conflicto, la precariedad y vulnerabilidad en las que viven los pobladores, que son en su mayoría mujeres, niños y personas de la tercera edad.
Incluso la organización Human Rights Watch exhortó a las autoridades mexicanas a investigar los ataques armados en el estado que han llevado a miles de indigenas a la montaña.