Destacó que el contexto es de retos para la recuperación de la economía mexicana, el mercado laboral y para el sistema financiero. "La actividad económica mundial se ha recuperado, de manera heterogénea entre países y su ritmo se ha moderado desde julio. No obstante, aún no se alcanzan los niveles previos a la pandemia y persisten riesgos", recordó.
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).- La Junta de gobierno del Banco de México (Banxico) actualizó sus proyecciones para la actividad económica mexicana durante 2020: un intervalo de caída del Producto Interno Bruto (PIB) de (-)9.3 al (-)8.7 por ciento al final del año, con un escenario central de (-)8.9 por ciento. Los escenarios anteriores estimaron una caída de hasta el (-)12.8 por ciento en caso de que la tendencia de la gráfica fuera en forma de "U" profunda, sin embargo quedó atrás.
Para 2021 los miembros de la Junta determinaron que habrá un crecimiento del PIB de 3.3 por ciento, con intervalo de probabilidad del 0.6 al 5.3 por ciento; para 2022 el PIB se ubicará en un crecimiento del 2.6 por ciento, con un margen de operación del 2.6 al 3.8 por ciento.
La postura del banco central mexicano se derivó de una observación de los efectos de las presiones relacionadas con los choques ocasionados por la pandemia de la COVID-19 sobre la inflación subyacente que "se han venido mitigando gradualmente. Sin embargo, dado que la pandemia aún está en curso, persiste incertidumbre sobre la trayectoria futura de la inflación, con riesgos importantes tanto al alza, como a la baja".
#EnEsteMomento La Junta de Gobierno del #BancodeMéxico presenta el #InformeTrimestralBanxico (julio- septiembre 2020). Consulta el documento en: https://t.co/QxcIHu3aRR pic.twitter.com/5ybsUE3VjC
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La inflación subyacente ha estado sujeta a la pandemia y los choques se han manifestado en direcciones y magnitudes diversas entre sus componentes, mercancías y servicios. "Han dado lugar a tasas de variación mensual en sus precios alejadas de lo observado en promedio en los últimos diez años".
"La pandemia del COVID-19 implicó choques que afectaron a todos los países de manera generalizada, con repercusiones en la actividad económica, la inflación y las condiciones financieras globales", recordó la Junta del Banxico. En el segundo trimestre del año se observó una severa contracción y en el tercero comenzó una recuperación relacionada con la reapertura de actividades productivas, aunque persiste una elevada incertidumbre sobre el ritmo de la recuperación.
En las economías avanzadas las inflaciones (general y subyacente) se mantuvieron en niveles bajos e inferiores a los objetivos de sus bancos centrales, aunque repuntaron los precios de la energía y algunas mercancías, destacó el banco. Por ello, las instituciones financieras del mundo determinaron mantener sus tasas de interés en niveles históricamente bajos.
En el panorama actual, después de los niveles mínimos observados en marzo y abril, los precios internacionales de materias primas han aumentado, dijo la Junta.
"Después de una fuerte contracción del PIB en el 2T-2020, la economía mostró una recuperación en el 3T-2020, impulsada por la reapertura de actividades y por el repunte de la demanda externa, si bien permanece por debajo de los niveles previos a la emergencia sanitaria", expuso sobre México.
En México, después de una fuerte contracción del PIB en el 2do trimestre, la economía mostró una recuperación en el 3ro, impulsada por la reapertura de actividades y por el repunte de la demanda externa; aún permanece por debajo de los niveles previos a la emergencia sanitaria. pic.twitter.com/5bwyMxjhup
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Para el tercer trimestre la actividad industrial mostró cierta mejoría: los servicios crecieron a un ritmo moderado y heterogéneo, aunque aún por debajo de los niveles anteriores a la pandemia; el consumo privado mejoró desde junio; la inversión fija bruta mostró una reactivación de junio a agosto, la maquinaria y equipo y de construcción continuaron recuperándose, aunque sin llegar a niveles anteriores.
El comercio exterior de bienes se contrajo al inicio de la pandemia, pero en junio con la reapertura y la reactivación de la demanda externa empezó la recuperación de las exportaciones, especialmente en el sector automotriz, lo que condujo a un superávit comercial de mercancías en máximos históricos de 17.5 mil millones de dólares.
El informe trimestral recordó que la Junta determinó reducir la tasa de referencia en 75 puntos base. El 12 de noviembre dicha tasa se mantuvo en 4.25 por ciento. "Esta pausa brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta", detalló.
"La inflación sigue siendo influida por los efectos de la pandemia", aseguró el Banxico. Tras un 2.15 por ciento de abril aumentó a 4.09 por ciento en octubre y ya en la primera quincena de noviembre disminuyó a 3.43 por ciento, lo que significó un reflejo en la baja de precios de los energéticos y menores presiones sobre los de las frutas y verduras, además beneficiaron las ofertas de El Buen Fin.
Entre junio y octubre, las expectativas de inflación de corto plazo registraron aumentos, mientras que las de mediano y largo plazos permanecieron estables. https://t.co/XgxTPrybZr pic.twitter.com/8BpO0YJCZL
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NUEVAS PERSPECTIVAS
La actividad económica enfrenta una fase de recuperación, con base en la información sobre el impacto adverso inicial, por lo que el Banxico presentó un escenario central del PIB al final de 2020: una caída del (-)8.9 por ciento, con un intervalo de (-)9.3 y (-)8.7 por ciento.
Para el próximo año, la Junta determinó un escenario mejorado de crecimiento del 3.3 por ciento, superando el peor dato estimado en el periodo anterior de apenas un 1.3 por ciento. Para 2022 la estimación es de 2.6 por ciento de crecimiento del PIB. Sumados, los escenarios medios aún dejan un remanente de crecimiento del 3 por ciento para volver al escenario de 2019, en el que el PIB mexicano tuvo un crecimiento igual a cero por ciento.
"Persiste un alto grado de incertidumbre sobre la evolución futura de la actividad, tanto nacional, como global, esto se refleja en la amplitud del intervalo de crecimiento. El escenario central supone una recuperación gradual, a un ritmo moderado, a lo largo del horizonte de pronóstico, convergiendo a un crecimiento inercial hacia 2022", explicó el banco.
La estimación del saldo en cuenta corriente es del PIB —que suma las exportaciones netas de bienes, servicios, ingresos netos y transferencias corrientes netas— para 2020 se estableció en el intervalo de 1.9 a 2.3 por ciento de crecimiento; sin embargo para 2021 espera un descenso de entre (-0.8) y 0.2 por ciento, para 2022 el escenario negativo se alargó con un intervalo de entre (-)1.0 a (-)0.4 por ciento.
En cuestión de empleos formales, afiliados al IMSS, es de una pérdida de 850 a 700 mil empleos en 2020, sin embargo para 2021 se espera un rango de creación de 150 a 500 mil puestos de trabajo y para 2022 la estimación es de 300 a 500 mil.
RIESGOS Y ESCENARIOS
En la inflación, la pandemia y sus efectos sobre la actividad económica continúan generando incertidumbre sobre su trayectoria. Con el escenario central para el PIB establece un medio inflacionario que continúa en el (+/-) 3 por ciento.
Se considera que los riesgos para el escenario central están sesgados a la baja, pues se espera que se prolonguen las medidas de distanciamiento social y hasta se tomen medidas más estrictas; además espera episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales; insuficientes medidas de apoyo nacionales o internacionales; secuelas más permanentes de la COVID-19; reducciones en la calificación de la deuda soberana y la de Pemex; y, finalmente, que siga un entorno de incertidumbre para la inversión.
Sin embargo el Banxico consideró tres elementos que podrían resultar positivos: que la pandemia se disipe en el corto plazo, como resultado de nuevos tratamientos o de la introducción de una vacuna efectiva; que los sean efectivos; y que el T-MEC propicie una inversión mayor a la esperada.