Las obras empezaron en diciembre de 2016, más de un año después de lo previsto, debido a que el diseño original fue descartado y sustituido por el del arquitecto Kengo Kuma, después de que los costos se dispararan.
Por María Roldán
Tokio, 25 de noviembre (EFE).- Las ocho sedes de nueva construcción de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 están casi terminadas a ocho meses de la cita deportiva y las obras pendientes avanzan según lo previsto, pese a los contratiempos a los que han tenido que hacer frente.
La organización de los próximos Juegos Olímpicos de verano anunció esta misma semana que el complejo más emblemático del evento, el nuevo estadio olímpico, ya ha finalizado, a tiempo para el acto oficial de inauguración previsto para el 21 de diciembre y para estrenarse el 1 de enero con la final de la Copa del Emperador de fútbol.
El nuevo Estadio Nacional, con capacidad para 60 mil espectadores, es obra del arquitecto japonés Kengo Kuma y albergará las ceremonias de apertura y clausura, así como las pruebas de atletismo y fútbol.
Su construcción contrarreloj, durante la que la federación global de sindicatos del sector asegura haber detectado abusos laborales y a la que se han vinculado al menos dos muertes por trabajo excesivo, era una de las que más preocupaba por su simbolismo y retraso.
Las obras empezaron en diciembre de 2016, más de un año después de lo previsto, debido a que el diseño original, obra de la fallecida arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, fue descartado y sustituido por el Kuma después de que los costes se dispararan.
Además del Estadio Nacional, en el que sólo queda pendiente la inspección final, otras tres sedes nuevas están terminadas.
La construcción del campo de tiro con arco del parque Yumenoshima finalizó en febrero de 2019; la del denominado Sea Forest Waterway, destinado a remo y piragüismo, concluyó en mayo; y los trabajos del estadio de hockey Oi terminó un mes después, en junio pasado.
Entre las instalaciones prácticamente acabadas está el circuito para las pruebas de eslalom de canoa, en el parque de Kasai de la bahía de Tokio. Según las últimas cifras facilitadas por el Gobierno metropolitano, a 31 de octubre las obras de la ruta habían acabado y el edificio de administración estaba terminado en un 80 por ciento.
Mucho más avanzada está la construcción del Ariake Tennis Park, al 98 por ciento, mismo porcentaje que el Ariake Arena, que acogerá las pruebas de las disciplinas de voleibol y baloncesto en silla de ruedas y al que los periodistas tuvieron la oportunidad de visitar este jueves.
El interior del edificio principal, con paredes y techos cubiertos de madera, está terminado a falta de que se desembalen algunos de sus 15 mil asientos (entre ellos, tres mil de carácter temporal) y se espera que las obras concluyan a finales de este mismo año.
El Ariake Arena es junto al Estadio Nacional la sede olímpica en la que más madera se ha usado, 800 metros cúbicos llegados de todos los puntos del país, según datos gubernamentales, y que dan cuenta del gusto de los nipones por el uso arquitectónico de este material.
Las labores pendientes se concentran principalmente en el exterior de la parte trasera del complejo, donde se ha construido un edificio auxiliar de fachada parcialmente cubierta de plantas que termina de rematar la bucólica estampa que dejan las instalaciones, bañadas por el agua marina de la bahía en su lado oriental.
Donde más trabajo queda pendiente es en el Centro Acuático, sede de las pruebas olímpicas y paralímpicas de natación, las de salto y las de natación artística (sincronizada), completo en un 90 por ciento.
La sede principal de los deportes acuático de Tokio 2020 es uno de sus proyectos más ambiciosos. Con una extensión de aproximadamente 65 mil 500 metros cuadrados, su construcción se vio salpicada por el escándalo de falseo de datos técnicos de sistemas anti-terremoto acometido por la empresa nipona KYP, que usó materiales irregulares.
El centro tuvo que reemplazar más de 30 dispositivos de ese tipo, obligatorios por ley en Japón, donde los seísmos son algo habitual.
Pese a los contratiempos, los trabajos avanzan a buen ritmo y se prevé que la construcción finalice a tiempo, en febrero de 2020.
En total, se usarán 42 pabellones deportivos en la cita olímpica tokiota, el resto de los cuales ya existen o serán temporales.
Además de los estadios y cursos donde transcurrirán las pruebas en sí, también continúa la construcción de las Villas Olímpica y Paralímpica. Los edificios de viviendas están listos en un 96 por ciento y 98 por ciento, respectivamente, mientras que el edificio comercial está al 98 por ciento.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tendrán lugar entre el 24 de julio y 9 de agosto del próximo año, mientras que los Paralímpicos transcurrirán entre el 25 de agosto y el 6 de septiembre.