La tarde de este viernes, Marco Antonio Ramos González, de 29 años de edad, acudió al domicilio de su ex esposa, Alejandra García Quiroz, ubicado en la calle Mártir de la comunidad de San Matías Cuijingo, donde sostuvieron un encuentro a golpes después de que ella no le permitiera ver a su hijo, por lo que sus familiares pidieron el apoyo de la policía municipal.
Una unidad de seguridad arribó minutos más tarde, cuyos elementos aseguraron a Marco y su ex esposa para posteriormente trasladarlos a las galeras de Palacio Municipal, localizado en Juchitepec. De acuerdo con Francisca González, madre del joven, sólo su hijo fue ingresado a las galeras, quien presuntamente fue golpeado en su interior y encerrado sólo con sus pantalones, ya que su playera le fue arrancada a jalones.
Según narró la señora, al verlo así, acudió a su domicilio por ropa. Sin embargo, cuando regresó a ver a Marco solicitó a las guardias poder verlo para entregarle sus pertenencias. En ese momento las oficiales abrieron la puerta de las galeras, las cuales se encuentran en total oscuridad y vieron algo que las alertó, ya que de inmediato entre ellas empezaron a susurrar: “vete por el reflector, pide apoyo y una ambulancia”, fueron palabras de las mujeres.
Por Manuel Vázquez
Juchitepec, Estado de México/Ciudad de México, 25 de noviembre (A Fondo Edomex/SinEmbargo).– Marco Antonio Ramos González, de 29 años de edad, perdió la vida presuntamente a manos de la policía municipal de Juchitepec, Estado de México, quienes lo habrían golpeado brutalmente en las galeras de la comandancia, a donde fue trasladado luego de que sostuviera un altercado con su ex esposa ante la negativa de permitirle ver a su hijo, denunció Francisca González, madre del joven.
La tarde de este viernes, Marco Antonio acudió al domicilio de su ex esposa, Alejandra García Quiroz, ubicado en la calle Mártir de la comunidad de San Matías Cuijingo, donde sostuvieron un encuentro a golpes después de que ella no le permitiera ver a su hijo, por lo que sus familiares pidieron el apoyo de la policía municipal.
Una unidad de seguridad arribó minutos más tarde, al mando del oficial Alejandro García Quiroz, cuyos elementos aseguraron a Marco y su ex esposa para posteriormente trasladarlos a las galeras de Palacio Municipal, localizado en Juchitepec.
De acuerdo con Francisca González, ya en las instalaciones del Palacio Municipal, sólo Marco fue ingresado a las galeras, quien presuntamente fue golpeado en su interior y encerrado sólo con sus pantalones, ya que su playera le fue arrancada a jalones.
La madre de Marco fue alertada por sus nietos de que los policías se habían llevado a su papá y a su mamá, por ello, de inmediato se trasladó de la comunidad de San Matías Cuijingo hasta el Palacio Municipal de Juchitepec.
Al llegar a las instalaciones de la policía municipal, la señora Francisca pidió ver a su hijo y a su nuera, pero los elementos que atendían las oficinas le refirieron que sólo había ingresado su hijo y que su nuera únicamente había firmado el ingreso, ya que ella fue la que solicitó a los policías.
Tras exigir con voz alta y palabras altisonantes poder ver a su hijo, la mujer pudo observar por unos instantes a Marco, quien lloraba en el interior de las galeras y le dijo que había sido golpeado por los uniformados.
Según narró la madre de la víctima, al ver a su hijo vestido sólo con unos pantalones, le dijo que acudiría a su domicilio para llevarle una chamarra y una cobija, por lo que se trasladó nuevamente a la comunidad de San Matías Cuijingo.
En cuanto Francisca regresó a ver a Marco en las galeras con una chamarra y una cobija, solicitó a las guardias poder verlo para entregarle sus pertenencias. En ese momento las oficiales abrieron la puerta de las galeras, las cuales se encuentran en total oscuridad y vieron algo que las alertó, ya que de inmediato entre ellas empezaron a susurrar: “vete por el reflector, pide apoyo y una ambulancia”, fueron palabras de las mujeres según recordó la madre del hoy occiso.
La actitud de las oficiales alertó a la señora Francisca, pues no sabía lo que pasaba. Ante dicha situación, más familiares arribaban a la explanada municipal para exigir poder ver al detenido.
Al no ver alguna respuesta, solicitaron tocar las campanas de la iglesia para que se congregara la gente, lo que así sucedió y autoridades pidieron el apoyo de la policía estatal. Al sitio acudió un centenar de granaderos, quienes dispersaron a la gente con gas lacrimógeno.
Horas más tarde y al saber que Marco ya estaba muerto, familiares hablaron con el Agente del Ministerio Público, quien les señaló que el cuerpo tenía que ser llevado a las instalaciones del Semefo en el municipio de Chalco, pero pobladores no se los permitían.
Después de un largo platicar con los familiares, éstos accedieron a que el cuerpo fuera trasladado al Semefo, donde presuntamente un abogado y familiares podrían ingresar a la necropsia, pero eso no ocurrió.
Su mamá y hermano estuvieron toda la noche en las instalaciones del Ministerio Público, ubicado en el municipio de Chalco, donde presuntamente los trámites iban a ser rápidos para la entrega del cuerpo, pero los agentes del Ministerio Público no hicieron nada durante toda la noche por que la familia de Marco no les llevó café y su pan que les habían pedido, aseguró Francisca.
Fue hasta la mañana del sábado que gracias a los abogados y el dueño de la funeraria, le entregaron el cuerpo de su hijo cerca de las 12:00 horas.
“Queremos justicia porque a mi hijo lo mataron, los policías lo mataron porque cuando lo vi mi hijo ya estaba en el piso y los policías decían que se había suicidado, pero no es cierto mi hijo me dijo que lo habían golpeado”, reiteró la señora.
Asimismo, afirmó que el Regidor de Juchitepec, Leonardo Refugio González, le ofreció dinero como apoyo a la desgracia, pero con la condición de dejar todo en paz y que ya no hiciera nada en contra de la administración municipal, hecho por el que enfureció y reafirmó el dicho de que los oficiales mataron a golpes a su hijo de 29 años de edad.
