La versión de Dune de Denis Villeneuve se aleja de las películas con grandes batallas y con mucha acción que suelen esperarse al hablar de sagas con universos y mundos espectaculares, para traer una propuesta con tensión, lucha interna y una impresionante propuesta visual digna de disfrutar en el cine.
Por Itzel Roldán
Ciudad de México, 25 de octubre (Vanguardia).- Este fin de semana, millones de personas vieron la esperada cinta Dune en HBO Max, mientras que otros millones más la vieron en los cines, y aunque la recaudación en taquilla llegó a los más de 200 millones de dólares, no basta para asegurar que todo ha regresado a la normalidad. La adaptación de Villeneuve de la novela de 1965 de Frank Herbert recaudó 40 millones de dólares en Norteamérica y más de 200 millones en todo el mundo, y está en camino a recaudar los 20 millones en China este fin de semana. Sin embargo, no es suficiente, pues la película costó más de 150 millones de dólares.
De acuerdo con los especialistas y críticos de cine, esto tendría que ver con la polémica decisión que tomó WarnerMedia en 2020. La compañía de entretenimiento decidió lanzar 18 películas de manera simultanea en el cine y en el streaming de la mano de HBO Max, todo como una medida para recuperarse de la fuerte crisis que dejó la pandemia de COVID-19. A pesar de que la estrategia fue adoptada por otras plataformas como Disney+ y Paramount+, parece que los resultados a largo plazo no se están viendo reflejados, lo que le daría la razón a uno de sus detractores… Denis Villeneuve, director de Dune, quien aseguró en múltiples ocasiones que hizo su película para una pantalla grande.
Por ello, todavía hay gente que dice que Warner Bros. está perdiendo dinero al lanzar películas en streaming y en los cines al mismo tiempo. Y las cifras no mienten, los estudios pueden ganar más dinero con un estreno en cines tradicional, claro, si estuviéramos en tiempos normales. Pero todavía no estamos en tiempos normales, y las experiencias recientes con estrenos como Dune, Halloween Kills y No Time to Die solo confirman que industria ha sido muy inteligente al adoptar esta estrategia al menos este año.
De acuerdo con el analista Lucas Shawn de Bloomberg, debido a que los estudios se aferraron tanto a aguantar sus estrenos para 2021, ahora tenemos una gran cantidad de lanzamientos este otoño, algo así como un efecto embudo. Solo en octubre tuvimos un nuevo spin-off de Spider-Man, una nueva película de James Bond, una nueva secuela de terror del clásico Halloween y la nueva versión de Dune, todos grandes títulos que llegaron al cine durante cuatro semanas seguidas.
Además, tenemos que ser honestos, hay una gran parte de la población que todavía no quiere ir al cine. Eso significa que la mayoría de las películas generarán menos dinero de lo que sus estudios hubieran querido en una presentación en cines. Eso es lo que pasa con Dune y con No Time to Die, por un lado Dune atraerá clientes a HBO Max, mientras que No Time to Die solo le está costando dinero a MGM.
De hecho, de acuerdo con los más recientes reportes de Variety, Warner Bros. tuvo que gastar aún más dinero del que ganó con Dune, pues tuvo que pagarle varios millones de dólares a Legendary, como si la película hubiera sido todo un éxito. ¿La buena noticia? Dune tenía con que pagarle a Legendary, todo gracias a los millones de suscriptores que atrajo la película a la HBO Max.
Lo mismo pasó con Halloween Kills, la película recaudó en su primer fin de semana más de 50 millones de dólares, y aunque sus ventas de boletos cayeron este fin de semana, sigue siendo una ganadora porque su producción costó tan solo 20 millones de dólares. Así, Universal Pictures obtuvo una victoria en la taquilla, quizás no tan grande como si hubiera sido antes de la pandemia, pero una victoria. La película fue lanzada al mismo tiempo en Peacock, lo cual atrajo a muchos nuevos clientes a su plataforma de streaming.