De acuerdo con el reporte, el helicóptero impacto de manera invertida contra el terreno, con una inclinación estimada del 60º; esto provocó que el “cuerpo básico y todos sus componentes, instrumentos, dispositivos electrónicos, partes y accesorios, fueron consumidos por el fuego en su totalidad”.
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).- La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que en 60 días se sabrá la causa del accidente en el que perecieron la Gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y el Senador Rafael Moreno Valle.
La determinación se tomó ante la falta de los estudios realizados a los actuadores lineas electromecánicos del Sistema de Aumento de Estabilidad 1 y 2; así como la elaboración del informe preliminar y su evaluación por parte de los organismos especializados en aviación.
Sin embargo, la SCT liberó un adelanto de la investigación en la que hace un recuento de los procesos de mantenimiento de la aeronave, la bitácora de vuelo, la preparación del piloto y copiloto; además de una reseña del accidente y del estado de las partes del helicóptero tras el impacto.
En lo respectivo al vuelo, el informe detalla que el helicóptero XA-BON partió del Aeropuerto de Puebla a las 13:34:12 horas del 24 de diciembre. Y que pese a anunciar un aterrizaje en un helipuerto, conocido como “Triángulo”, se estacionan en el patio de una casa.
El helicóptero despegó a las 14:34:17 horas. Al comunicarse con la torre de control, señaló que había salido “del Triángulo”; al piloto se le solicitó una corrección en el vuelo, a fin de ajustar las coordenadas; pero la aeronavane no respondió hasta las 14:35:16 horas.
El piloto solicitó la corrección altimétrica. A las 14:39:29, la torre de control volvió a abrir la comunicación, pero el helicóptero ya no respondió, a ninguno de los nuevos intentos posteriores.
Tras ello, la torre de control informó de la posible caída de la aeronave, por lo que tres naves aéreas salieron en busca del helicóptero, mismo que fue ubicado en un campo ubicado en Santa María Coronando, Puebla.
Posteriormente, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que no se había encontrado rastros de algún explosivo o sustancias ajenas al combustible, en los restos de la aeronave.
El informe detalló que el Manuel de la aeronave estipulaba la necesidad de dos pilotos para operar el helicóptero, hecho que fue desatendido por la tripulación.
A la par, testigos detallaron que la aeronave comenzó a “viborear”, por lo que gro sobre su eje longitudinal y se impactó de manera invertida, y de nariz, sobre el terreno.
La SCT señaló que estos testimonios son acordes con el estado de la unidad aérea, así como con los impactos registrados en el terreno.
LOS DAÑOS EN EL HELICÓPTERO
De acuerdo con el reporte, el helicóptero impacto de manera invertida contra el terreno, con una inclinación estimada del 60º; esto provocó que el “cuerpo básico y todos sus componentes, instrumentos, dispositivos electrónicos, partes y accesorios, fueron consumidos por el fuego en su totalidad”.
Pese a ello, dos motores de la planta motriz, núcleo y la transmisión principal, el rotor principal y servo-actuadores hidráulicos, flechas principales, la raíz de las palas principales y el rotor de cola, estaban destruidos pero no presentaron daños por el fuego.
El impacto del helicóptero generó un cráter, con una cavidad de 5.70 metros de largo, 3.30 de ancho y 1.20 de profundidad.
Las bitácoras obtenidas arrojaron que la unidad presentaba algunos defectos técnicos en los actuadores electromecánicos, los cuales habrían presentado daños, desde 2017, pese a haber sido reemplazados.
Pese a ello, la SCT puntualizó la necesidad de contar con un análisis de dichos actuadores, a fin de determinar la causa real del accidente que cobró la vida de cinco personas, incluidas la entonces Gobernadora del estado y el Senador del Partido Acción Nacional (PAN).