La historia de Eric Draven y Shelly Webster se aborda nuevamente en esta cinta que busca proponer una versión diferente a la vista en los años 90, aunque sin alejarse de la esencia, ¿lo logrará?
Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).- Este fin de semana llegó a las salas de cine la película El Cuervo, una nueva versión protagonizada por Bill Skarsgard y FKA Twigs dirigida por Rupert Sanders que busca alejarse de la versión de los años 90 -que marcó a generaciones- y profundizar en la historia de amor entre los personajes principales sin olvidar la violencia y la venganza, pero ¿qué tal está?
Esta historia nos presenta a Eric Draven y Shelly Webster, almas gemelas con un oscuro pasado que se unen en el amor. La pareja es asesinada brutalmente, pero a Eric se le concede la oportunidad de salvar a su verdadero amor por lo que regresa en busca de venganza, cruzando los límites entre el mundo de los vivos y de los muertos para hacer justicia por su propia mano.
Para hablar de esta versión es necesario mencionar el reto frente al que se encontraba y es que en 1994 Brandon Lee protagonizó la primera versión de esta historia basada en la serie de cómics del mismo nombre de 1989 de James O’Barr, otorgando una versión romántica, llena de venganza con una buena narración y una estética oscura que cautivó, además, llamó la atención de todos por la muerte de Brandon Lee durante una de las escenas de tiroteo en el rodaje. Para las escenas faltantes se usó un doble y algunos trucos de cámara, la película se estrenó e incluso se incluye una dedicatoria a Brandon en una especie de homenaje. El Cuervo de 1994 se volvió una película entrañable entre sus seguidores, el maquillaje usado por Brandon Lee sigue estando presente, su historia resuena y la cinta con su estilo neo gótico se convirtió en un clásico.
Ahora es turno de una nueva versión, una en la que se busca brindar aire fresco y algo diferente a lo que se vio en los 90, aunque sin alejarse de la esencia, ¿lo logra?
El Cuervo en la que Bill Skarsgard da vida a Eric Draven y FKA Twigs a Shelly Webster muestra más de la relación entre estos, cómo es que se encuentran y enamoran en un contexto de oscuridad y dolor, algo que suena interesante y debería ser un acierto, no obstante es algo que les juega en contra, la química entre los protagonistas es nula, no logran transmitir ese amor que se supone hay entre ambos, además de que se nota el esfuerzo por mostrar el amor en esta relación durante cerca de 40 minutos, y ya sabemos que cuando algo requiere de tanto esfuerzo, no suele funcionar, se vuelve monótona y pierde la curiosidad del espectador.
Bill Skarsgard construye a su propio Cuervo, sí, uno que arrastra traumas y dolor desde niño, que se muestra sensible, aunque la mayor parte del tiempo parece confundido y eso es algo que no empata muy bien con la idea de justicia por la propia mano que pretende realizar su personaje, aún así regala buenos chispazos de peleas, como una que ocurre con música de opera de fondo -y que hubiéramos deseado la película siguiera esa línea- , pero él solo no alcanza para salvar al largometraje.
El antagonista, interpretado por Danny Huston, no impone ni provoca, para hacerlo diferente y más que un mafioso le brindan características sobrenaturales que no le aportan la profundidad deseada.
Hay guiños interesantes en esta película como en el que Eric tratará de salvar el alma de su amada o la presencia del limbo, que recuerda a obras literarias, sin embargo, carece de los momentos de acción épicos que se esperan de una cinta con su premisa (se salva el de la ópera), además de que necesita un romance que no se sienta pretencioso o forzado. Aunque la veamos por sí sola, sin mencionar a su antecesora, se siente como una cinta que se pierde en su intento por ser íntima.
Las intenciones de El Cuervo son buenas al tratar de mostrar una versión contemporánea, sin embargo, se quedan sólo en intenciones, ya que no logra conectar con el público y parece carecer de momentos épicos, tal vez e irónicamente es una película que necesita envejecer para ser valorada, por el momento se queda en una historia que se siente tibia y que no es para nada lo que se espera de una cinta de amor y venganza.