Epigmenio Ibarra indicó que Jesús Murillo Karam no es el único funcionario que debe ser juzgado por el caso Ayotzinapa. Personajes como el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong tuvieron una participación directa en los hechos, señaló.
Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).- El exprocurador Jesús Murillo Karam “no es una víctima, sino un victimario” que impidió que se conociera la verdad sobre los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, afirmó el productor y periodista Epigmenio Ibarra.
“Murillo Karam no es una víctima, es un victimario, no es un perseguido, es el hombre que impidió la persecución de los criminales, e impidió, no solamente que se conociera la verdad, es corresponsable directo, junto a Enrique Peña nieto, de la suerte corrida por los 43 estudiantes de Ayotzinapa”, dijo Ibarra en entrevista con Álvaro Delgado en el programa de Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
El productor televisivo indicó que Murillo Karam no puede ser considerado una víctima de persecución política, pues él fue uno de los principales actores de la llamada “verdad histórica”.
“Hacer justicia se le llama persecución y liberar culpables se le llama justicia, en el mundo al revés de la oposición en México los criminales son perseguidos y a los criminales liberales se les ha hecho justicia. Lo político es la argumentación en sentido contrario, lo político fue la toma de posesión de la prensa, de los columnistas, de los intelectuales orgánicos a favor del régimen defendiendo la mentira histórica”, comentó.
El pasado 24 de agosto, el Juez de Control Marco Antonio Tapia determinó que el exprocurador Jesús Murillo Karam permanecerá en prisión.
Al exfuncionario de Enrique Peña Nieto se le vinculó a proceso por los delitos contra la administración de justicia, tortura y desaparición Forzada —reclasificado con base en el Código Penal Federal— en el caso de los normalistas de Ayotzinapa, ocurrido en septiembre de 2014.
El priista Jesús Murillo Karam, padre de la “verdad histórica” en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” y extitular de la Procuraduría General de la República (PGR) en el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue detenido la tarde del pasado 19 de agosto por la Fiscalía General de la República (FGR), justo un día después de que se presentara el Informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa.
En 2014, el exfuncionario calificó como “verdad histórica” su versión de los hechos: que los jóvenes fueron capturados por policías locales y entregados a criminales y que éstos los mataron, los quemaron en un basurero y arrojaron sus restos a un río.
Epigmenio Ibarra indicó que Jesús Murillo Karam no es el único funcionario que debe ser juzgado por el caso Ayotzinapa, pues dijo, personajes como el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong tuvieron una participación directa en los hechos.
“Murillo Karam es un hombre que con Peña Nieto, Osorio Chong, el director del CISEN y todos los que estaban involucrados diseñó una operación de encubrimiento, de distorsión de los hechos, de obstrucción de la justicia que permitió que se consumara el objetivo final de los criminales, borrar de la faz de la tierra todo rastro de los 43 para que no fueran bandera, para que no se aglutinara en torno a ellos el malestar popular”.
Finalmente, el periodista indicó que las autoridades se empeñaron en ocultar a como diese lugar los cuerpos de los restos para evitar una manifestación masiva.
“La finalidad del régimen era negar los restos, lo de los ataúdes es absolutamente relevante, imagínate una manifestación con 43 ataúdes, se cae Peña”.
La FGR solicitó un plazo de seis meses para el cierre de investigación al señalar lo complejo del caso. No obstante, la defensa de Murillo Karam indicó que le parecía excesivo el tiempo, en vista de que la medida cautelar era privativa de la libertad para su representado. Finalmente se estableció un tiempo de 90 días naturales.