De abril a junio continuó el panorama de aversión al riesgo global, de descenso en los precios del petróleo y el flujo que generó la reducción de las notas soberana y de Pemex. Los movimientos generaron aumentos en las primas de riesgo y la depreciación del peso.
Sin embargo, los precios de los activos financieros iniciaron su recuperación a la par de los mercados financieros internacionales.
Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).- En el segundo trimestre de 2020 la cuenta corriente de la Balanza de Pagos registró un superávit de 5 millones de dólares, la cuenta de capital tuvo un déficit de 5 millones de dólares y se observó un préstamo neto en la cuenta financiera de México hacia el resto del mundo de 5 mil 893 millones de dólares, que incluyó un aumento de los activos de la reserva por 6 mil 555 millones de dólares.
El Banco de México informó en el reporte trimestral que el renglón de errores y omisiones mostró un flujo positivo por 5 mil 894 millones de dólares.
"El entorno internacional que México enfrentó durante el segundo trimestre de 2020 destaca por el profundo impacto que tuvieron la pandemia del COVID-19 y las medidas adoptadas para evitar su propagación sobre la actividadeconómica global", explicó el banco central.
El #BancodeMéxico da a conocer el reporte de la Balanza de Pagos en el segundo trimestre de 2020. https://t.co/ITsmwmbTIP pic.twitter.com/WV95zBfPOQ
— Banco de México (@Banxico) August 25, 2020
De abril a junio de la cuenta corriente fue de de 5 millones de dólares (un 0.0 por ciento del PIB) frente al 1.4 por ciento del mismo periodo de 2019. La reducción anual del saldo de la cuenta corriente fue producto de la disminución del superávit de la balanza de mercancías no petroleras, además de la ampliación del déficit de la balanza de servicios. Estos ámbitos fueron contrarrestados por una baja en los déficits de la balanza de ingreso primario y de la balanza comercial petrolera.
"A pesar de las afectaciones sobre la economía global, el envío de remesas al país ha mostrado resiliencia, resultando incluso en un saldo de la balanza de ingreso secundario ligeramente superior al observado en el mismo trimestre de 2019", destacó el Banxico.
La balanza de bienes y servicios mostró un déficit de 4 mil 772 millones de dólares debido a los saldos negativos de 1 mil 067 millones de dólares en la balanza de bienes y de 3 mil 705 millones de dólares en la de servicios. En la balanza de bienes se redujo en 1 mil 063 millones de dólares la balanza de mercancías 4 millones la de bienes adquiridos en puertos por medios de transporte. La balanza de mercancías se redujo por un monto en las exportaciones de 74 mil 531 millones de dólares y de las importaciones en 75 mil 594 millones de dólares.
El saldo negativo de la balanza de servicios fue resultado de créditos por 1 mil 664 millones de dólares y de débitos por 5 mil 369 millones de dólares.
La balanza de ingreso primario tuvo un déficit de 5 mil 016 millones de dólares por 2 mil 454 millones de dólares en préstamos y 7 mil 470 millones en débitos. La de ingreso secundario tuvo un superávit de 9 mil 792 millones de dólares por créditos de 9 mil 993 millones de dólares 201 millones de dólares en débitos.
El crédito por remesas, que se encuentra al interior de la balanza secundaria, sumó un crecimiento anual de 4.1 por ciento, hasta 9 mil 892 millones de dólares; por su parte, el débito por remesas alcanzó 183 millones de dólares, lo que representó una reducción anual de 25.6 por ciento.
En marzo la aversión al riesgo global incrementó; los precios del petróleo cayeron y las calificaciones soberana y de Pemex se redujeron. Estos movimientos negativos terminaron en "aumentos importantes" en las primas de riesgo y la depreciación del peso. Sin embargo, el Banxico detectó que al final de ese mes, el primero del cierre de actividades consideradas no esenciales por la COVID-19, y los tres meses siguientes, los precios de los activos financieros iniciaron su recuperación a la par de los mercados financieros internacionales.
Pero hasta ahora los mercados financieros se encuentran lejos del escenario previo a la emergencia sanitaria. Además continúa la incertidumbre ante los riesgos asociados a la pandemia y por factores de riesgo idiosincrásicos por la posición fiscal del país, así como de la calificación crediticia de la deuda soberana y de Pemex.
"El saldo agregado de la cuenta financiera implicó un préstamo neto de México al resto del mundo, explicado por la evolución de la inversión de cartera y los activos de reserva, si bien la economía mexicana continuó captando recursos por concepto de otra inversión, inversión directa y derivados financieros", puntualizó el Banxico.