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Francisco Porras Sánchez

25/08/2019 - 12:05 am

¿Gobernabilidad para la gobernanza? ¿O viceversa?

A primera vista, la gobernanza y la gobernabilidad parecen muy diferentes. La gobernanza evoca imágenes de cooperación equitativa entre actores(as) e instituciones, en formatos flexibles que se concentran en los aspectos técnicos o transversales de los problemas.

“¿Es posible erradicar la violación, la violencia intrafamiliar y el feminicidio solamente con las herramientas del Estado?”. Foto. Galo Cañas, Cuartoscuro

Aunque es difícil ofrecer nociones de la gobernanza y la gobernabilidad que sean aceptadas por todo(as), quizá la mayoría podría estar de acuerdo en definir a la gobernanza como el proceso por el cual se dirige colectivamente un conjunto de actores(as) gubernamentales y no-gubernamentales para el logro de objetivos comunes; mientras que la gobernabilidad consiste en el cumplimiento de los objetivos del gobierno, empleando los instrumentos legales y administrativos que tiene a su disposición. La gobernanza implica la coordinación entre actores(as) públicos(as), privados(as) y sociales para el logro de objetivos en los que un(a) solo(a) actor(a) no posee todos los recursos necesarios. La gobernabilidad, por otro lado, está más relacionada con la legitimidad (que en las democracias está a su vez vinculada con el mandato recibido en las elecciones), el diseño e implementación de políticas públicas, y la concordancia entre objetivos y medios. La gobernanza tiene que ver con redes; la gobernabilidad con jerarquías.

A primera vista, la gobernanza y la gobernabilidad parecen muy diferentes. La gobernanza evoca imágenes de cooperación equitativa entre actores(as) e instituciones, en formatos flexibles que se concentran en los aspectos técnicos o transversales de los problemas. La gobernabilidad, en contraste, habla acerca del orden y procesos de direccionamiento basados en la ley, que ofrecen efectividad gubernativa si se cumplen (y penas legales si no). Algunos autores han argumentado que la diferencia entre la gobernanza y la gobernabilidad es cualitativa, por lo que lo más natural es que haya tensiones entre ellas, cuando no franca incompatibilidad. Estos enfoques ven a la gobernanza como un instrumento de empoderamiento social, siempre luchando contra la concentración del poder en las instituciones estatales. Recordemos el caso extremo de Somalia que vio mejorar algunos indicadores de calidad de vida cuando su gobierno central dejó de funcionar. Algunos(as) vieron en este hecho una confirmación de que la sociedad auto-organizada puede responder más eficazmente que el gobierno, al menos en el nivel local; y que (en la mayoría de los casos) es mejor dejar que la sociedad y los mercados funcionen por sí solos a tener un mal gobierno. Para las posiciones más extremas, la anarquía es preferible a los gobiernos corruptos y depredadores[1].

No obstante esto, gobernanza y gobernabilidad están mutuamente relacionadas. La evidencia sugiere que la cooperación flexible y la efectividad jerárquica pudieran ser complementarias en ciertos problemas de política pública. Algunos estudios que han analizado la regulación medioambiental por ejemplo[2], sugieren que la eficacia del gobierno puede ser complementada con la acción de actores no-gubernamentales que podrían “llenar” las brechas que siempre deja el actuar del Estado. Esto, sin embargo, no se da de manera espontánea; requiere de un liderazgo gubernamental que cumpla sus objetivos básicos (la protección de la vida y seguridad de sus ciudadano(as), de la propiedad, de las libertades fundamentales, y de los derechos económicos, sociales y culturales), reconociendo que la sociedad y los mercados poseen recursos que son indispensables para resolver los problemas retorcidos. Al mismo tiempo se requiere una sociedad capaz de organizarse y participar, cooperando u oponiéndose decididamente cuando sea apropiado.

Todo esto está muy bien, y tiene su lugar en las discusiones académicas. Sin embargo, el asunto tiene una importancia inmediata para nuestros problemas. Considérese, por ejemplo, el número y tipo de delitos reportados todos los meses por Semáforo Delictivo[3]. Es evidente que éstos se podrían disminuir mejorando las herramientas de la gobernabilidad (transparencia, rendición de cuentas e impunidad cero, mejor diseño institucional, combate a la corrupción, mejores policías y jueces, etcétera). Pero algunos requieren de la articulación y participación de actores e instituciones no-gubernamentales. ¿Es posible erradicar la violación, la violencia intrafamiliar y el feminicidio solamente con las herramientas del Estado?

Los gobiernos tienden a instrumentalizar la gobernanza: conciben la participación como un insumo más en sus procesos. Por lo mismo, tienden a pensar que la inseguridad mejorará cuando la gente modifique su comportamiento: cuando las redes se pongan al servicio del objetivo del gobierno. Por otro lado, muchos(as) ciudadanos(as) argumentan que podrían involucrarse más en este tipo de redes y programas, siempre y cuando se asegurara que al hacerlo no arriesgan su vida; es decir, se supone que se podría participar más si el gobierno fuera efectivo disminuyendo la inseguridad. ¿Se requiere la gobernanza para lograr la gobernabilidad? ¿O es la gobernabilidad un requisito para la gobernanza? La respuesta varía, por supuesto, de acuerdo al problema y contexto.

En mi opinión, deberíamos considerar más estos asuntos de fondo, y dejar de estar tan distraídos por los eventos políticos diarios.

 

 

  1. [1] https://www.peterleeson.com/Efficient_Anarchy.pdf
  2. [2] https://eprint.ncl.ac.uk/70541
  3. [3] http://www.semaforo.com.mx

Francisco Porras Sánchez
Doctor en Política y Estudios Internacionales por la Universidad de Warwick, Reino Unido. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores. Su línea de investigación es la Gobernabilidad urbana y regional contemporánea (finales del siglo XX y principios del XXI), con particular interés en gobierno, gobernanza y redes de política pública. Actualmente es profesor investigador del Instituto Mora. Twitter: @PorrasFrancisco / @institutomora

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