Tercera decepcionante actuación de los ‘Three Lions’, que fueron incapaces de pasar del empate sin goles. Los pupilos de Gareth Southgate pasan como primeros de grupo y Eslovenia es tercera.
Ciudad de México, 25 de junio (AS México).- “Lamentablemente, es más de lo mismo”, afirmó, con total acierto, Jamie Carragher. Inglaterra empató ante Eslovenia (0-0) y pasa a octavos de final como primera clasificada del Grupo C, pero si los propios seguidores ingleses dedicaron algún que otro abucheo a los suyos, imagínense lo que pensará el aficionado neutral tras ver la decepcionante actuación, otra más, de los Three Lions. Y ya van tres consecutivas. La Selección inglesa no brilla, no juega y no destaca. Es la nada más absoluta. Gareth Southgate sigue sin dar con la tecla y sus pupilos, especialmente Jude Bellingham, no encuentran su sitio.
A Eslovenia le bastó con una notable actuación defensiva, ni siquiera sobresaliente, para secar a los Three Lions y terminar la fase de grupos con un histórico tercer puesto, dejando fuera a Serbia. De ahí su airada celebración con el pitido final. En Colonia se vio algo de Phil Foden, una (mínima) mejor versión de Inglaterra con Kobbie Mainoo sobre el terreno de juego y el tan demandado como esperado debut de Cole Palmer en la Eurocopa, que en apenas 70 minutos generó casi más peligro que el resto de sus compañeros juntos. Aun así, la Selección inglesa volvió a defraudar. Los pupilos de Gareth Southgate esperan rival en cuartos de final, con el duelo entre Italia y Suiza en el horizonte. Van por el lado “fácil” del cuadro, pero mucho tienen que mejorar si quieren llegar hasta la final.
Amazing tonight, #ThreeLions fans.
🏴 👏 ❤️ pic.twitter.com/OV3pfUqOkO— England (@England) June 25, 2024
Con Conor Gallagher en lugar de Trent Alexander-Arnold como acompañante de Declan Rice, la única y gran novedad en el once de Gareth Southgate, Inglaterra volvió a ser Inglaterra. Es decir, una Selección estática y lenta en la circulación, así como pasiva en la presión. El mismo equipo aburrido y difícil de ver que decepcionó ante Serbia y Dinamarca. Pero, ¿cómo puede ser tan poco dinámico teniendo a Jude Bellingham, Phil Foden, Bukayo Saka y Harry Kane en el campo? Pues porque John Stones y Marc Guéhi fueron, durante el primer tiempo, quienes más balón tocaron en la Selección inglesa.
Mientras los centrales combinaban entre sí, Eslovenia se sentía cómoda. Incluso aproximándose más y mejor que los ingleses a las inmediaciones de Jordan Pickford. El único momento de los primeros 45 minutos en el que los Three Lions subieron una marcha a su juego terminó en gol, pero fue anulado. La triangulación, al primer equipo, entre Declan Rice, Phil Foden y Bukayo Saka terminó con el extremo diestro mandando el balón al fondo de la red, pero el del Manchester City partía de posición antirreglamentaria. El resto de la primera mitad, Inglaterra fue un equipo sin orden en la presión ni coordinación en sus movimientos en el que todos quieren el balón al pie y ninguno al espacio.
Mientras que a los propios aficionados ingleses no les convence su Selección, a Gareth Southgate no le terminan de seducir ninguno de los acompañantes de Declan Rice. Si Conor Gallagher fue la apuesta en el once, fue el sacrificado en el descanso para dar entrada a Kobbie Mainoo. Sin noticias de Jude Bellingham y con un Phil Foden más activo, fue la entrada del joven centrocampista del Manchester United, de apenas 19 años, la que permitió a los Three Lions dar leves síntomas de mejora. O al menos, ver con más asiduidad a Jan Oblak bajo los palos. Eslovenia terminó por encerrarse con sus 11 futbolistas en campo propio y, entonces sí, Gareth Southgate atendió la gran petición de sus aficionados.
Tras 70 minutos de partido, y los 180′ ante Serbia y Dinamarca, Cole Palmer debutó en la Eurocopa 2024, y menos mal. Apenas 20 minutos necesitó la estrella del Chelsea para demostrar que su presencia en el once de los Three Lions es necesaria. Pero ni Cole Palmer fue suficiente para que los pupilos de Gareth Southgate batieran a Jan Oblak. Tampoco es que lo merecieran. Con el pitido final, Inglaterra podía celebrar su clasificación, pero no su actuación. Y es que los ingleses sin demostrar nada de nada.
🗣️Kobbie Mainoo on Cole Palmer: “He’s electric and you’ve seen in the Premier League what he can do and he’s continuing to do that. He’s one of the best in training, he’s never eased off the gas.#EURo2024 #Palmer #England pic.twitter.com/QP4uUqwqU8
— Cole Palmer (@ColePalmer_0) June 25, 2024
DINAMARCA LLEGA A OCTAVOS
Cacho a cacho, poco a poco, punto a punto. Dinamarca dominó casi la totalidad del partido ante una Serbia que solamente llevó la iniciativa cuando el cronómetro apretaba y el marcador continuaba con 0-0. Rajkovic lo mantuvo ante las mejores ocasiones del cuadro danés, liderado magistralmente por Eriksen. Los chicos de oro serbios, campeones de Europa Sub-19 en 2013 y del mundo Sub-20 en 2015, volvieron a fracasar… como en Qatar 2022. El cuadro rojo avanza, con tres puntos, como segundo del grupo C gracias a las amarillas y se medirá con Alemania.
Como lo que funciona no se toca, Kasper Hjulmand solo hizo un retoque: Bah entró por Kristiansen con respecto al once que empató ante Inglaterra. Mientras, la revolución de Stojkovic para la última bala serbia se quedó en tres cambios. Sustanciales, eso sí, sobre todo por la suplencia de su capitán Tadic y su estrella Vlahovic. Samardzic, Gudelj y Mijailovic fueron las novedades. Y apenas se notaron. Porque Serbia entregó el balón y la iniciativa desde el pitido inicial y se diluyó en una defensa algo anárquica, pero efectiva. Sobre todo porque Rajkovic, en última instancia, estaba atento a todo lo que llegaba a sus inmediaciones. Nada nuevo en el cuadro balcánico.
Tampoco fue noticia que el peso del juego danés lo llevaran Hojbjerg y Hjulmand acompañados de un Eriksen de cuyas botas salía “brilli brilli” cada vez que entraban en contacto con el esférico. Control y pase, toque y movimiento, cabeza alta y apertura… un superclase. El primer aviso serio del equipo rojo llegó al cuarto de hora: centro con rosquita de Maehle desde banda izquierda y semiremate de Bah fuera al tiempo que pedía penalti en el área. El contacto fue tan mínimo que no dio ni para hacerse ilusiones. Letexier pronunció él “jueguen, jueguen”.
Poquito a poco Dinamarca crecía y Eriksen probó los reflejos de Rajkovic con un gran disparo desde la frontal en el 21′. Cada balón parado puesto por el 10 creaba peligro. Era dinamita. Y Wind mandó uno a la red en el 23′ que, sin embargo, había salido antes por línea de fondo. Ese fue el primer no gol que se cantó este martes en el Allianz Arena. Habría más.
Veljkovic, Milenkovic y Pavlovic se mostraban serios, como casi cualquier semblante serbio, y solo concedieron un intento más, de Hojlund, antes del descanso. El 0-0 era insuficiente para los balcánicos y Stojkovic lo sabía, así que llegado el descanso decidió arriesgar: entraron Tadic, al que le dieron su brazalete nada más pisar el verde, y Jovic. Vlahovic lo hizo en el 67′. Para ese entonces, el 10 del cuadro balcánico había filtrado un pase delicioso para el delantero del Milan que acabó en autogol anulado por fuera de juego.
Los minutos pasaban, Djokovic, espectador de lujo, se impacientaba como el resto de la afición serbia, a la que se le puso un nudo en la garganta con el disparo de Skov Olsen (un revulsivo sensacional), primero, y Christensen, animándose desde lejos, después. Vestergaard tuvo un testarazo limpio que acabó en manos de, cómo no, Rajkovic. Tras los sustos, el apogeo. Tadic se infló a colgar balones. Mitrovic acomodó el cuerpo para buscar el palo contrario en el 81′ y el disparo le salió desviado. El nueve se desesperó tras caer en el área dos minutos después, un frentazo de Vlahovic al filo del 90′ pudo suponer la clasificación y un tiro seguro de Milinkovic-Savic también… El impulso final no fue suficiente. Eriksen brilló y Dinamarca avanza. Los chicos de oro serbios no.