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Gustavo de Hoyos Walther

25/06/2024 - 12:04 am

Retroceso civilista

“En México, hemos tenido lo contrario en este sexenio: la consolidación del poder militar”.

Ante los hechos, la Guardia Nacional protegió el lado mexicano de la frontera. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro

En las democracias liberales en todo el mundo hay un consenso según el cual las fuerzas militares deben supeditarse al mando civil. Esta idea es indudablemente uno de los pilares del republicanismo. Sólo en regímenes autoritarios este no es el caso. Esta violación al principio de la separación entre el poder civil y el militar rebasa la distinción entre izquierda y derecha. En lo que se refiere a la derecha, apenas y hay que recordar a la Alemania Nazi, para no hablar de los regímenes militares en América del Sur en los sesentas y setentas. Del otro lado del espectro político, el polímata griego, Cornelius Castoriadis, definió al régimen en la Unión Soviética como una estratocracia, es decir como un gobierno de los militares.

Vale la pena aclarar esto porque hay quienes se sorprenden de que en México el camino hacia la militarización de la sociedad lo esté construyendo la auto-proclamada izquierda.

Los apologistas de esta política argumentan que esta no entraña una militarización, puesto que las fuerzas armadas aún dependen del Ejecutivo, que es un poder civil. Aunque cierto, el argumento es un tanto falaz. El profesor Richard H. Kohn de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill ha señalado que “el control civil no es un hecho, sino un proceso”. Esta idea implica que la consolidación del poder civil es un movimiento hacia su fortalecimiento. En México, hemos tenido lo contrario en este sexenio: la consolidación del poder militar.

No le ha bastado al régimen el haber extendido la influencia militar a áreas que siempre han correspondido a la sociedad civil, sino que también ha intentado colocar a las fuerzas policiacas federales bajo la égida de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Este no ha sido el caso hasta ahora porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) consideró correctamente que el intento era inconstitucional.

No obstante, recientemente la virtual candidata electa, Claudia Sheinbaum, señaló que, a partir del primero de octubre de este año – fecha en que ella toma posesión de la investidura presidencial – la Guardia Nacional quedará organizada bajo el mando del Ejército.

Bajo los nuevos equilibrios políticos, la probabilidad de que esto ocurra es ciertamente alta, pues el Partido Morena y sus aliados tienen mayoría calificada en la Cámara de Diputados y están a dos Senadores de tenerla en la Cámara Alta.

Además es muy posible que antes de que termine el año, la Presidenta nombrará al menos a un nuevo Ministro en la SCJN, con lo que se abre el camino para que ésta no obstruya la voluntad presidencial.

Aunque formalmente legal, esta reforma constitucional tendría problemas en considerarse legítima, pues el pacto constitucional que también es liberal, republicano y democrático entraña el ordenamiento de que el poder civil debe consolidarse en lugar de debilitarse, como lo señaló Richard H. Cohn.

Corresponderá a todas las fuerzas de la sociedad civil y de las fuerzas políticas en el Congreso y fuera de él, evitar que esta reforma vulnere nuestro acuerdo civilista.

Gustavo de Hoyos Walther
Abogado y empresario. Ha encabezado diversas organizaciones empresariales, comunitarias, educativas y filantrópicas. Concentra su agenda pública en el desarrollo de líderes sociales (Alternativas por México), la participación ciudadana en política (Sí por México) y el fortalecimiento del estado de derecho (Consejo Nacional de Litigio Estratégico).

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